En un país que está convirtiendo la tolerancia al reguetón en un problema de Estado, damos la enhorabuena al Club Atlético de Madrid por su deriva hacia el Rock como seña de identidad musical. El fenómeno tiene un nombre propio: Wanda Metropolitano, que es la denominación oficial del nuevo estadio del equipo madrileño de fútbol.

Apenas cuenta con unos meses de funcionamiento, pero su nueva casa ya ha destacado por su facilidad para meter al público en el liturgia deportiva desde el minuto uno que pisa los graderíos. Y en este caso lo está haciendo con la fórmula infalible de la repetición partido a partido de las mismas canciones en los mismos momentos cruciales, y sobre todo de un aperitivo rockero de AC/DC que va camino de convertirse en parte de la historia del Atleti.

La instalación tiene todas las comodidades propias de los recintos deportivos modernos, además de una logística tecnológica que le permite convertir los partidos en pequeños espectáculos audiovisuales. Sabedores de ello, los responsables de la animación han establecido como costumbre que suene el tema ‘Thunderstruck’ momentos antes de que se inicie el recitado de la alineación. Es cierto que la canción se ha escuchado también en otros estadios -como el madridista Santiago Bernabeu-, pero nunca con el montaje de luces y sonido que va camino de convertir el éxito de los australianos en un nuevo ‘We are the champions’.

Hay quien cree ver la rockera mano del «Mono» Burgos, segundo entrenador y mano derecha del «Cholo» Simeone, en esta política musical que tan eficientemente promueve la autoanimación y empatía con la enseña rojiblanca y los hombres que la defienden en el campo. Lo cierto es que el Rock también suena en el Wanda Metropolitano tanto durante el descanso (‘Sweet Child O’Mine’, de Guns ‘n Roses) como en los minutos posteriores al final del encuentro («Maneras de vivir», de Leño), en ambos casos sin corte alguno.

Ojalá otros clubes sigan el ejemplo y podamos disfrutar de previas musicales tan inspiradoras y potentes como las que caracterizan a algunas escuadras de las ligas estadounidenses de baloncesto, fútbol americano o hockey hielo.

Leo Cebrián Sanz