Mucho Facebook, mucho Twitter… y muy poca socialización real. Las nuevas camadas rockeras no dan el relevo en algunos aspectos claves de la escena  subterránea, como es la existencia de bares y lugares de encuentro para la comunidad musical. Las consecuencias no ser hacen esperar. Así, durante los últimos días se ha anunciado la terrible noticia del cierre de la discoteca La Urbe del Kas, todo un referente en el madrileño barrio de Vallecas.

Más de 25 años ha durado la trayectoria de un local emblemático, siempre adscrito al rock, que ya en julio se convertirá en una discoteca latina. Su final se suma al desmantelamiento de lugares como Excálibur, We Rock y otros bares menores de la zona de Argüelles, alguno de los cuales también ha sustituido los solos de guitarra por la cumbia y el merengue. Son los tiempos que corren, que dicen mucho del poco apoyo del rockerío de nuevo cuño a la sana costumbre de alternar y compartir la experiencia de la música que nos une y define.

La Urbe ha explicado su peripecia en un comunicado altamente revelador, que supone toda una radiografía del movimiento rockero en la capital española:

«Bueno, ya ha llegado el día más trágico para los metaleros. Las malas noticias que os tenemos que dar es que el mayor templo del Heavy Metal, La Urbe del Kas, cierra sus puertas «para siempre», después de 26 años dando las mejores fiestas nocturnas. Queremos dar las gracias a todos esos encargados, camareros/as, seguridad… por todos estos años que incansablemente han luchado con sudor y sangre para que esto no se venga abajo y ofrecer lo mejor a todos/as vosotros/as para que no os falte de nada  -especialmente a Charly La Urbe (dueño y jefe)-, que es quien ha hecho posible mantener este local tantos años.

(…)

¿Motivo del cierre? Pues lo explicamos resumidamente:

Ya sabemos que han ido cerrando bares muy buenos que no nombraremos, porque van siendo muchos. Vemos con tristeza que cada vez van cerrando más y más, y el motivo es que ya no se aprecia quedar con los amigos/as para escuchar a tus grupos favoritos entre risas, acompañada de una buena cerveza… (o lo que cada uno beba). Y del viento no se mantienen los negocios. Sabemos que es la historia de siempre, pero la nueva generación no arrima el hombro por mantener estos bares en pie.

¡¡Nosotros ya hemos hecho bastante!!».

La gran despedida llegará los días viernes 24 y sábado 25 de junio, desde las 22:00 hasta las 7:00 de la mañana.

Leo Cebrián Sanz