Fueron una de las sensaciones de la pasada edición del DD Fest 2, esa quincena dedicada al Hard Rock melódico que recientemente hizo de Madrid la capital del estilo en Europa. Vimos su actuación en la sala La Cocina Rock Bar un domingo por la noche y fue una estupenda manera de despedir la semana. Como rezaba la publicidad, toda una ‘A night to remember’.

Había expectación por ver al grupo del guitarrista David Palau, que presentaba en la capital una música de AOR endurecido y virtuoso que por momentos nos recordó mucho la calidad siempre asegurada de unos Mr. Big, por poner un ejemplo. Las cuerdas de Palau nos sonaron muy frescas y mediterráneas, e incluso su aspecto revelaba su procedencia: guitarra blanca, gorra Marshall y una sonrisa perenne como la que solemos ver a esos «hachas» de Barcelona que por las razones que sean tienen un estilo más fresco y ligero que otros compadres de territorios sin acceso al mar.

El cuarteto nació en 2008 y actualmente está conformado por Dagarod a la voz -tan estrella o más que él mismo fue esa noche su simpatiquísima y espontánea madre-, el bajista Diego Teruel y el batería Joan Barbé. Como si de la trilogía del director polaco Krysztof Kieslowski se tratara («Azul», «Rojo», «Blanco»), Güru identifica sus discos por colores: ‘White’ (2013) y ‘Red’ (2016) son de momento sus dos muestras cromáticas.

En la muy señorial calle Alberto Alcocer tocaron dos versiones que nos alegraron la vida, en la línea de su apertura de miras musical: ‘Purple rain’, de Prince, y la injustamente olvidada «Panama», de Van Halen. Gurü no se priva de coger del Funk lo que le apetece, del Pop su inmediatez y accesibilidad y del Blues algunos de sus rincones más intimistas o complejos.

Días después de su concierto para el especializado público del AOR, David Palau marchaba para Argentina como guitarrista de la gira «El gusto es nuestro 20 años», de Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos. No saben nada los iconos de la «cultura de la transición» a la hora de elegir instrumentistas para sus directos…

Leo Cebrián Sanz