En Los Mejores Rock pretendemos entretener, informar y de vez en cuando hasta nos atrevemos a ampliar las miras culturales y musicales de nuestro medio digital. La lección de hoy versa sobre los años 40, una de las décadas del siglo pasado menos conocidas y apenas valorada dentro de la creación musical contemporánea. Y nos referimos por supuesto a la música popular, aunque el término ‘pop’ no se estableciera como tal hasta veinte años después.

La banda bilbaína Dr. Maha’s Miracle Tonic -El Tónico Milagroso del Doctor Maha- es un quinteto que mezcla géneros en plena expansión o madurez creativa durante los años previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial, como el Swing, el Western Swing y el Rhythm ‘n’ Blues. Fue el último coletazo de un periodo de entreguerras en el que aún había ganas de bailar y disfrutar de la vida.

Los componentes e instrumentos implicados son David Sánchez Damián (guitarra y voz principal), Daniel González Álvarez (contrabajo y coros), Sergio Llanos (bajo y guitarras), Patxi López Monasterio (batería… ¡y tabla de planchar!) y Nerea Alberdi Etxebarría (violín y coros). Su manifiesta originalidad musical les ha llevado a obtener varios reconocimientos críticos: 2º Premio Villa Rock de Bilbao y mejor banda de Bizkaia y Euzkadi en esa misma convocatoria, Premio FNAC y tercer premio Pop Rock Barakaldo, entre otros galardones obtenidos -casi todos ese mismo año-.

La imagen de Dr. Maha’s Miracle Tonic es propia del ambiente bohemio y hasta diríamos que portuario que se refleja en sus temas, casi todos ellos interpretados en inglés -la excepción de su último repertorio es «La feria siniestra»-. Su tercer disco se titula ‘Bank robbers’ (Folc Records, 2016) y cuenta con la colaboración de varios invitados, como una agrupación coral de Gospel o el saxofonista Daniel Nel-lo, cuyo nombre está íntimamente vinculado a la trayectoria de Los Rebeldes, el grupo rockabilly de Carlos Segarra.

La gira que están realizando por todo el país llega el jueves a Madrid, en cuyo Café de la Palma actúan a partir de las 22:30 (10 euros con consumición). En escena pueden presentarse en formato sencillo de cinco músicos o de sexteto con piano, pero siempre lo hacen con el ánimo de teatralizar sus composiciones, creando un ambiente propicio para el buen humor.

Su viaje en el tiempo garantiza toda una lección musical de cómo vender al público ese milagroso bebedizo que tan buenos ratos promete. Si te gustó la película ‘Oh Brother!’, de los hermanos Coen, tu cita del próximo «juernes» es ésta.

Leo Cebrián Sanz