Armando de Castro, músico que lleva más de cuatro décadas en la primera línea del Rock Duro español, acaba de editar su primer disco en solitario con el título de ‘AR I’. Para hablar del proyecto denominado Armando Rock nos citamos con el veterano guitarrista en la terraza de Revirock, uno de los locales de ensayo más activos de Madrid, gracias a la intermediación de Nacho Jordán, periodista de cabecera de Barón Rojo.

Armando, que junto a su hermano Carlos, sigue alimentando la leyenda de los Barones por los escenarios españoles y latinoamericanos, es consciente de su protagonismo en el combo recién formado, aunque matiza: “Me he decantado por el concepto de grupo. Obviamente, yo tengo mucho que decidir, pero es un grupo con otros músicos que juegan su papel”.

La poca confianza de las compañías discográficas abortó anteriores intentos de cristalizar sus proyectos fuera de Barón Rojo, lo que no frenó la inquietud de Armando, que aprovechaba fechas libres para actuar en pequeñas salas con interesantes bandas de versiones (Enrocke, La Crema, BlagDog o Rising). Ahora, la mayoría de los grupos se mueven al margen de apoyos financieros y tienen que autogestionar la grabación de sus discos. Armando está experimentando las dificultades de cualquier banda incipiente, amplificadas, si cabe, por su relevancia en la historia del rock español. “Los comienzos de un grupo, aunque esté un miembro de Barón Rojo en ella, no son nada fáciles. Confío en que la trayectoria sea larga y podamos hacer un buen número de discos”.

Un precedente de este primer disco de Armando Rock es ‘Arma Secreta’, un conjunto de canciones compuestas por el guitarrista madrileño que, por las dificultades mencionadas, fue editado bajo el nombre de Barón Rojo en el año 1996. Ahora, 21 años después, el pequeño de los hermanos de Castro se muestra orgulloso de una grabación que ha generado opiniones contrapuestas. “Me gusta como ha quedado el producto. Me encanta la labor que he hecho con los músicos que tengo”.

“La ventaja que teníamos entonces es que estaba el campo mucho más verde, estaba menos explotado todo”, comenta, comparando sus inicios en el mundo de la música con la dificultad de aquellos artistas minoritarios, que, ausentes de grandes festivales y presentaciones en recintos masivos, se ven obligados a recorrer el circuito de las pequeñas salas.

La intención de Armando ha sido evitar las comparaciones con Barón Rojo realizando una grabación que parte del Rock más setentero y busca un sonido de trío, debido a “la utilización de una sola guitarra, con la intención de ofrecer conciertos fieles a la grabación”.

Para reclutar a los componentes de su banda, Armando se valió de un casting secreto en el que, curiosamente, participaron muchas más mujeres que hombres. “Es gente muchísimo menos experta, pero añade un extra de ilusión y frescura, son músicos que no están quemados. Al hacer la selección, he tenido en cuenta elegir gente que no estuviera de vuelta de todo y evitar que se uniesen al proyecto músicos que sólo buscan algo de pelas”.

Uno de los elementos más originales del disco es el tándem vocal que forma con la vocalista Vanesa Gallego: “No es un diamante en bruto, pero la queda todavía un gran recorrido y puede acabar de destapar el frasco de las esencias. Estamos trabajando para sacarle todo el partido como cantante, aunque el resultado es ya muy bueno”.

“Yo he intentado sacar de ella algo que no sonara a la típica cantante chillona, gritona, histérica y estridente, sino resaltar sus registros un poquito más suaves para buscar nuestra personalidad”, añade sobre una cantante a la que define como “profesional”, a pesar de no haber logrado gran repercusión en el mundo del Rock.

La otra fémina de la banda es Carolina Blanco (bajista), a la que define como persona con la “cabeza muy despejada”. Su experiencia se ha centrado hasta la fecha en tocar la guitarra en grupos de Punk. “Le da al grupo un sonido especial, su personalidad está ahí”, subraya.

El apartado rítmico lo completa el batería Juan Pedro Lorite, “una persona en contacto con el mundo del rock, aunque no ha tenido nunca opciones de tocar con bandas de renombre debido a sus circunstancias personales”.

Como curiosidad, cabe señalar el solo de guitarra realizado por Armando de Castro Razola, hijo del protagonista del disco, en el tema ‘Mi especialidad’.

No podía dejar pasar la ocasión para invitar al músico a reflexionar sobre algunos aspectos relacionados con Barón Rojo. Armando reconoce que la frustración del fichaje del cuarteto por la multinacional EMI Odeon, cuando estaba en lo más alto de su carrera, tuvo especial influencia en el bajón creativo de la banda y la marcha en 1990 de Hermes Calabria y Sherpa, dos de sus miembros originales. “Trabajando con más medios y más tranquilidad, en la segunda parte de los 80, los discos no llegaban a la altura de los anteriores. Podían tener algún tema que destacara y mantuviera el disco pero hay que reconocer que la labor conjunta no era tan buena”, afirma con humildad.

Sea como sea, Armando asegura que a veces la intuición surgida durante el proceso creador es traicionera. “Una anécdota que he contado siempre. Mis sensaciones, cuando acabamos de grabar ‘Volumen Brutal’ es que ese disco nos iba a hundir”, reconoce. “Evidentemente fue el disco que nos consagró. Son diez temas que forman parte de la historia del rock español, sin duda”, añade el músico, que admite el déficit de productores de calidad que hubiesen realzado aún más los discos grabados por Barón rojo.

Asímismo considera que “mucha gente trató de cargarse al grupo”, aprovechando la escisión de finales de los 80. Sin embargo, Armando se siente plenamente feliz de la trayectoria con Barón Rojo: “Trato de no quejarme de las condiciones externas. Pienso que los grupos son responsables de la mayoría de las cosas que les ocurren, las buenas y las malas”.  En las últimas actuaciones, Armando Rock ha incluido “El blues del crítico”, un tema de Coz dedicado a la prensa musical, que según el músico, necesita un “relevo generacional”. “Los grandes dinosaurios del estilo están totalmente adocenados, vendidos a la pasta y realmente no les preocupa nada el panorama musical ni que el rock se mantenga sano”.

Mientras tanto, Armando de Castro sigue componiendo nuevas canciones para un segundo disco de su nuevo proyecto y confía que tras la gira americana pueda ver la luz un trabajo de Barón Rojo con canciones originales. Alentados por el éxito de sus conciertos en Hispanoamérica, los Barones caminan directo hacia su 40 Aniversario: “El público latino se ha dejado influenciar menos por todo este aluvión de críticas destructivas. Seguimos estando Carlos y yo que llevamos casi 40 años tirando del carro y nunca hemos defraudado”.

Si no te quieres perder detalle de la entrevista, puedes escuchar el audio que insertaremos en una próxima entrada en la sección «radio».

Texto y fotos: Javier del Valle