La madrileña sala We Rock cerrará sus puertas el próximo mes de junio, tras una etapa no demasiado larga en su nueva ubicación en el barrio de Chamberí. La noticia era la más comentada en la cola del concierto celebrado en otro local de actuaciones de la capital -Cool Stage-, donde el pasado sábado 23 de marzo se presentaron dos grupos afines al Heavy Metal con inspiración Folk: Lándevir y Salduie.

Cabe recordar que We Rock fue en su momento la gran esperanza del rockerío madrileño, al estar situada en pleno centro de la ciudad y contar con unas instalaciones dignísimas, amén de una decoración muy adecuada para el tipo de público que la frecuentaba. En ella vimos conciertos, asistimos a presentaciones de discos y bailamos en su pista como hacía años que no sacudíamos el cuerpo al ritmo de nuestra música.

Su clausura vino condicionado de algún modo por la oferta del vecino Café Berlín -lugar emblemático para los aficionados al Jazz y el Soul-, que tras el cierre de su sede de la calle Jacometrezo cayó en ciernes sobre la discoteca rockera, tan cercana y tentadora que se hacía irresistible. Sin embargo, una reciente visita al Berlín nos arrancó una sensación de cierta amargura y frustración, al comprobar que el local ha empeorado respecto a como lo dejamos sus antiguos clientes. En las puertas de los baños siguen los rostros de La Abuela Rockera y Lemmy -ni siquiera eso lo han cambiado -, mientras que en las paredes del salón de baile encontramos trozos de molduras pegadas cual restauración deficiente, cables pelados y enchufes desvencijados, manchas de pintura en el techo que no han sido cubiertas y en general una sensación de desidia y descuido que en absoluto se merece este emplazamiento.

En cuanto a We Rock 2.0, se trata de un experimento de ocio nocturno que se ubica en la calle José Abascal, en un local donde ya vimos conciertos de Pop en los años 90. Nunca ha sido el lugar más indicado para actuaciones en vivo, principalmente por hallarse ubicado en una zona de relativa sombra logística para el Metro y sus transbordos. Justo antes de su función como discoteca Heavy este local acogió, también si excesiva suerte, la recuperación de Rockola como nuevo templo de los sonidos más Pop y veteranos. Su fracaso dejó las puertas abiertas al desembarco de los gerentes de la We Rock, aunque obviamente algunos de los problemas inherentes al local continuaron dificultando el negocio.

Nuestros compañeros de Tele Sur Madrid andaban por los exteriores de Cool Stage encuestando a los presentes sobre su opinión al respecto y tuvieron la deferencia de dedicar unos minutos a nuestro redactor José Ramón Nieto «Kema Púas». Fue un detalle a valorar, ya que es prácticamente inédito que los medios especializados colaboren entre sí. A raíz de la pregunta se suscitó un debate mucho mayor sobre la situación del Hard y el Heavy en España entre nuestro compañero y el presentador de Tele Sur, Alejandro Mangas.

También LosMejoresRock.com recabó la participación de dos personas que quisieron aportar su punto de vista al debate generado entre profesionales. En este caso quisimos ampliar el círculo de opinión con otras cuestiones relativas a la salud de la música dura en dos ciudades tan distintas como Madrid y Sevilla. Queremos agradecer a Daniel Blas y Ana Doblado su testimonio personal, que inauguran nuestras entrevistas a los principales activos del mundo de la música: los seguidores de a pie, que apoyan la escena con su asistencia a los conciertos y sus proverbiales y constantes demostraciones de entrega y entusiasmo. Son los grandes ignorados, pero al mismo tiempo también las verdaderas columnas de este movimiento cultural y artístico. Hay que escucharles para saber en qué «estado de la nación» metalera nos encontramos. Vamos a ello…

Leo Cebrián Sanz