Tras la edición de su primer disco, ‘Cantando en la lucha’, nos juntamos con tres de los componentes de Entretiempo.

En la primera parte de esta entrevista nos hablaron de lo rápido que ha pasado el tiempo entre su nacimiento como grupo y la salida del CD, sus gustos musicales, lo directa y resolutiva que es su producción… ¡Vamos a por más!


por Jon Marin


¿Cómo trabajáis cuando componéis? ¿Qué importancia tienen música y letras si contrapesamos?

Nacho París (cantante y guitarrista): Solemos trabajar siempre de la misma manera. Hasta ahora, cuando he tenido la idea de una canción pasaba el boceto al resto de los integrantes y, salvo que un instrumento por la razón que fuera ya estuviera muy definido, cada uno trabajaba el suyo, componía sus líneas y traía las aportaciones que creía convenientes, y después entre todos veíamos lo que se quedaba y lo que no, o lo que más nos gustaba para terminar de darle forma a la canción. En cuanto a las letras, es curioso, pero suelo inspirarme viendo las noticias. ¡Será que le ponen a uno de muy buen humor!

¿Cómo surgió el nombre del grupo y el título del disco?

Adrián León (guitarrista): El nombre del grupo se lo puse al cabo de dos meses, más o menos, de quedar por primera vez con Nacho para tocar. Me acuerdo de que tuve varias ideas que tenían que ver con nosotros y que todas de alguna forma se podían explicar y estaban relacionadas con un concepto de entretiempo, que hice un poco nuestro. Así que lo escribí todo y se lo enseñé a Nacho. Yo creo que a partir de ese momento pensamos ambos: «Bueno, pues parece que esto empieza a ser una banda». En cuanto al título del disco, nos juntamos un día en el local sólo para ello. En medio de una lluvia de ideas, Pepe Tesoro, nuestro exbajista, lanzó el título y creímos que era el que más fielmente representaba la idea del disco. Sin lugar a dudas, un acierto.

Definid vuestro directo.

Adrián: Somos enérgicos. Buscamos que la gente se divierta y por ello preparamos los conciertos con mucho esmero. Al final se nota cuando se ha trabajado un directo, y en los nuestros se baila, salta y canta. El público se espabila rápido, ¿tal vez como después de una ducha de agua fría?

Nos comentan que están cerrando fechas para tocar antes de que acabe el año y después, y que habrá conciertos tanto en Madrid como en otras ciudades. Mientras tanto…

Adrián: Ahora mismo la prioridad es intentar tocar lo máximo posible para darnos a conocer. Para ello sería fundamental hacer planes con otras bandas y cerrar buenos bolos pero, como decimos, estamos en ello. Confiamos ciegamente en las canciones y en nuestro directo: solo necesitamos llegar a oídos nuevos.

¿Cómo veis el panorama del Rock nacional?

Mario Junquera (teclista): Está malito, tiene fiebre y con pocas oportunidades para los grupos que intentamos darnos a conocer. El nivel es altísimo y hay muchísima calidad, de eso no dudamos, pero creemos también que, por su parte, la gente tiene que estar más predispuesta a favorecer un cambio generacional. Hace falta más colaboración y voluntad por parte de las propias bandas, las discográficas, los promotores y el público. Es un problema complejo.

Vamos a algo más divertido: Contadnos una anécdota graciosa que os haya ocurrido en la carretera, un escenario, el estudio, el local…

Nacho: Pues una muy reciente, yendo a tocar a León, que me ocurrió estando con Adri en el coche. Llevaríamos más de dos horas de viaje, por la noche, cansadísimos de haber currado durante el día y después de haber montado todo el equipo, cuando me doy cuenta de que me había dejado algo en el local… Algo casi insignificante, sin importancia… «¡Adri!» —le digo—, «liadón«. «¡Va, no será tan grave!» —me contesta. «¡Mi guitarra!» Así es, cogí mi ampli y, por supuesto, mi pie de guitarra, pero no se me ocurrió coger ¡la guitarra!, que se había quedado en el local y que estaba junto al pie y el ampli. Un despiste lo tiene cualquiera… Y otra muy buena tuvo lugar cuando Adri se fue al servicio mientras estábamos haciendo una prueba con un batería y volvió al local literalmente en calzones. ¡Se había caído en una fosa de cemento líquido recientemente rellenada que estaba al lado del servicio! Tuvo que hacer el resto de la prueba prácticamente desnudo y después volver así a casa. Ahora entiendo aquel refrán que decía que la curiosidad mataba al gato… ¡Vaya con nuestro León!

Cuando les pido que para acabar digan lo que quieran, que es pregunta y respuesta libre, Mario sigue haciendo gala del buen humor que tienen estos chicos:

-Libres queremos ser. Y que el próximo disco nos lo pague el rey.