Después de muchos años reclamándolo sus seguidores de todo el mundo, Deep Purple por fin entró en el Rock And Roll Hall Of Fame (Salón de la fama del R’N’R) en 2016.

Se le ha preguntado ahora al batería Ian Paice qué importancia le da al hecho:

«No creo que para los músicos realmente marque mucha diferencia estar o no estar. Creo que es más importante para los seguidores de esos músicos, ya que refuerza su creencia en esos artistas y en la música que han hecho para que ellos la disfruten. En ese sentido sí me parece algo muy bonito cuando sucede. Pero el Rock and Roll no es Hollywood. Los premios a lo Hollywood que se dan cada año y esas palmaditas en la espalda por haber hecho un buen trabajo… Es un poco sensiblero, ¿no? El Rock and Roll es todo lo contrario. Por haber llevado cierto tiempo en la carrera y haber tenido unos cuantos discos de éxito, nosotros no necesitamos palmadas en la espalda de nadie. Yo sé lo que he hecho, estoy muy orgulloso de ello y nuestros seguidores nos lo hacen saber. Así que suficiente, no puede haber nada mejor.»

Todos los músicos de las tres primeras alineaciones de Deep Purple fueron homenajeados el año pasado en el Salón de la Fama; a saber: Ritchie Blackmore, David Coverdale, Rod Evans, Ian Gillan, Roger Glover, Glenn Hughes, Ian Paice y el fallecido Jon Lord. Respecto al reconocimiento por igual a algunos de sus excompañeros, Paice ha dicho:

«Ningún problema. Ya se han dicho y hecho demasiadas cosas en el pasado. En retrospectiva, podríamos decir que nueve de cada diez cosas que hicimos fueron estupideces y no debieron haber ocurrido, pero así es la vida. Si tomáramos siempre la decisión correcta y con lógica, la vida no sería esta misma de hoy, la que vivimos. Glenn Hughes y David Coverdale estuvieron allí y estuvo bien. Nos juntamos, nos tomamos una copa, echamos unas risas sobre algunas cosas que recordamos del pasado, y la noche siguió adelante.»