Menudo cachondeo se traen estos malagueños con nuestra querida actriz Concha Velasco. Seguro que a la veterana artista no le molestará en absoluto haber inspirado tan divertido nombre para un grupo, aunque no diríamos lo mismo de los autores de «Mamá, quiero ser artista», una de las obras de teatro musical más populares de la vallisoletana. De una forma muy parecida se titula el primer disco de esta formación «rompepelotas»: «¡Mamá, Quiero Zé Artista!».

Los cinco díscolos admiradores de bandas como Skindred, Def Con Dos o Rage Against The Machine comenzaron en 2018 su particular cruzada contra la música sin sentido del humor. La suya lo tiene por doquier, pero no por ello descuidan la crudeza y pegada con la que transmiten sus mensajes a la humanidad. Para ubicarles en un lugar que todos podamos reconocerles, cabe recordar que su primer concierto lo dieron como teloneros de los sevillanos Narco.

Títulos como «Mi abuela se ha hecho Tinder» o su primer single «Gatillazo» son perfectamente compatibles con otros de naturaleza más comprometida, en los que abordan asuntos como la crisis migratoria de «Siria» o la corrupción política en «Imputados». El Punk y el Hardcore se unen al Rap para meter potencia y velocidad a unas rudas composiciones que por momentos meten sus pies en el Metal. Los estribillos y los riffs juegan al gato y el ratón de perseguirse y atraparse, mientras dos voces se alternan en una rueda de aplastante Funk bastardo.

Los propios Loncha Velasco parecen postularse para cerrar festivales a esas horas intempestivas tan frecuentemente dadas a la fiesta, sabedores de su capacidad para mover los culos de quienes asisten a sus conciertos. Han tocado en Málaga capital -Antequera y Torremolinos en la provincia-, Chiclana, Sevilla (capital y Marinaleda) y Albacete.

Leo Cebrián Sanz