Parece mentira que los grandes medios no hayan ido más allá en su análisis del fenómeno de los payasos terroríficos, la última y estúpida moda que anida en las mentes más perturbadas del mundo occidental, especialmente durante estas fechas de Halloween.

Nosotros no podemos evitar acordarnos del grupo Slipknot cada vez que se refieren a este asunto, y más concretamente de Michael Shawn Crahan, uno de los dos percusionistas y también apoyo en los coros de la banda de Iowa. Durante su trayectoria en la formación que él mismo creó ha portado máscaras de muy distinto signo, pero la que más  le ha identificado ha sido la de payaso en sus distintas versiones.

Durante la entrega de los premios Grammy en 2014, el loco batería tuvo los arrestos de presentarse vestido de etiqueta a la  gala, pero llevando sobre su cabeza la grotesca imagen del payaso.

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Hace unos días, el músico anunció que renunciaba momentáneamente a su apelativo de Clown mientras espera con resignación que baje cuanto antes la intensidad de esta tormenta viral. Según declaró su compañero (y vocalista de Slipknot) Corey Taylor a una emisora radiofónica británica, “incluso nuestro querido ‘Clown’ se ha degradado a sí mismo a Mimo, para distanciarse de estas copias hedonistas hasta que la costa esté despejada”.

Demos pues la bienvenida a Mimo y olvidémonos de su habitual y siempre desagradable caracterización, que no está el panorama para acusar a Slipknot de instigadores de una desviación social de tan pésimo gusto.

Leo Cebrián Sanz