Alabado sea el Rock fronterizo y levemente mestizo de Palabras Necias, una formación de la madrileña ciudad de Leganés, que acaba de publicar su segundo disco, al que han llamado «Noche de Walpurgis». Para quienes crean recordar el título, cabe apuntar que coincide con el de una película española dirigida por Leon Klimovsky e interpretada por Paul Naschy en el año 1972.

También se trata de una celebración pagana centroeuropea conocida como la «noche de las brujas», pero nosotros preferimos vincular el concepto al gran clásico del fantaterror nacional. Investigando un poco nos percatamos enseguida de que su edición ha coincidido con la fecha en cuestión (30 de abril), con lo cual queda bastante claro el motivo del nombre elegido, con independencia de lo implícito de ese recuerdo al legado de Jacinto Molina, el «hombre lobo» de nuestro cine.

Más allá del significado de su denominación genérica, esta nueva entrega de Palabras Necias apuntala y mejora los postulados de su anterior obra: «Nunca nadie hizo tan poco en tanto tiempo», que vio la luz en 2015. La variedad se hace presente en el coqueteo con el Psychobilly de «Jóvenes ocultos» -la canción que motiva la referencia a Walpurgis- o la instrumental e hipnótica «Distopía dominical». La cosa se vuelve más sureña y grasienta cuando se arrancan por ZZ Top en la descripción de «Este bar».

También hay ecos al registro sureño de los cántabros Los Del Tonos en la inicial «Llanuras».  Siguiendo por las rutas en castellano, la voz de su cantante Jesús Cabañas «Ketchup» nos recuerda a la de  Mariano Gil, vocalista de los aragoneses Tako, en su segunda y quinta pista -«Nuevo gurú del rock & roll» y «Anquilosado», respectivamente-.

Cabañas es el corazón de Palabras Necias, ya que suyas son todas las letras y músicas de esta intensa media hora de música firmada junto a  sus compañeros  Iván López «Zipo» (guitarra y coros), Víctor Marina «Peluca» (bajo) y Juanjo Sanz «Sonson» (batería y percusión). Además de la autoría Jesús también se ha ocupado de los arreglos, con la excepción de «El principio del fin», tema que en ese aspecto comparte con Sergio Sánchez (coros y diseño artístico del álbum) y el resto de su banda. «Ketchup» es además un colega en las lides del periodismo musical y su firma es habitual de varias publicaciones y webs especializadas.

Pese a nuestro atrevimiento en comparar aquí y allá, Palabras Necias tiene un sonido propio muy apetecible y con pocos similares en el panorama del Rock español. Su inercia como grupo pide a gritos un tercera grabación que incluya un mayor número de composiciones y goce de una producción de gran estudio -sin que por ello desmerezca la labor de su último ingeniero: Javier Salas «Nadye»-.

Leo Cebrián Sanz