Cada vez que Paul Gillman se pronuncia sobre los más  diversos temas, salta la polémica. El roquero venezolano, verdadero precursor y sostén de la escena rockera en su país, evolucionó políticamente hacia el chavismo más militante, y ahí sigue. Su reciente comparecencia ante los micrófonos del programa «Sepa más» de RT y la interlocución de Érika Ortega Sanoja está trayendo más cola que nunca.

La obra de Gillman al frente de formaciones como Arkangel o la que denominó con su propio apellido es historia viva del Rock Duro latinoamericano. Su trayectoria artística ha pasado por todo tipo de peripecias, que abarcan desde la práctica clandestinidad hasta una aceptación popular casi masiva. En todos estos años de lucha y resistencia Gillman ha estado proscrito como enemigo cultural de la patria, pero también logró formar parte del poder político revolucionario, que lo acogió como estandarte y adalid.

En su más reciente charla Gillman ha hecho declaraciones de todo signo, destacando algunas que recomendamos por su interés y carácter de polémica pura. Una de las más curiosas es su confesión de que el comandante Chávez lloró delante suyo, cuando le contó una historia que éste desconocía respecto al apoyo recibido en tiempos de oposición en la sombra: «Le conté que en una plaza, que se llama Prego de Valencia, él estaba preso y nosotros cantábamos «Levántate y pelea», que no es más que narrar lo que iba a pasar a él ocho años después».

Otra de las aportaciones de Gillman se refiere a su teoría de la conspiración respecto a las muertes de los iconos del rock más representativos de los Estados Unidos: «¿Quién derrota la guerra de Vietnam? No la derrotan  los aviones norteamericanos ni el napalm, fue el propio pueblo vietnamita con palos, con trampas… y el rock. Porque el rock hizo su trabajo en los festivales». El cantante acusa al gobierno de Washington de estar detrás de la desaparición de los líderes artísticos que más pusieron en cuestión el principio de autoridad de sus dirigentes, incluyendo la aportación disidente del británico John Lennon («Es uno de los grandes artífices de que se parara una guerra y nunca tuvo un arma en la mano, era la música»).

La entrevista al completo resulta muy interesante y provocadora, por cuanto el cantante y líder carismático demuestra una enorme facilidad para la argumentación y el recurso de la memoria histórica. Se podrá estar de acuerdo o no con él, pero escuchar a Paul Gillman es aprender de la verdadera naturaleza del rock en la cultura popular de un continente. Los 26 minutos de interviú no tienen desperdicio, por lo que esta vez recomendamos su visionado íntegro:

https://actualidad.rt.com/programas/entrevista/222471-musico-paul-gillman-revela-llorar-chavez

Leo Cebrián Sanz