Para quien esto escribe, Sexy Zebras es esa banda que metía tanta «tralla» en el escenario pequeño de la última edición del Viñarock, que con su volumen y potencia consiguió opacar los esfuerzos de todo un Tote King por convencer a su nutrida audiencia de su propuesta en solitario. La energía y contundencia que le faltó al rapero zaragozano la estaban poniendo estos tres madrileños desde unos cientos de metros, lo que hizo que algunos nos girásemos para ver de dónde venía toda esa «bronca».

La cosa es que Sexy Zebras está de moda. Este combo formado por José Luna, Gabriel Montes y Samuel Río ha participado este curso en unos cuantos festivales masivos (entre ellos Mad Cool, Arenal Sound o Sonorama Ribera), ante un público muy diverso y heterogéneo, como diversa y heterogénea es su forma de encarar al música. Hipsters, rockeros y hasta pijos saltan con sus ritmos de Funk-Rock de imaginería latina, que han ido perfeccionando desde su inicial «Volvamos a la selva» (2013). Más adelante llegó el concluyente saludo de «Hola, somos los putos Sexy Zebras» (2015), por si a alguien le quedaban dudas. «La Polla» es su última producción, que apenas cuenta con un par de meses de vida o juegos preliminares.

El Post-Rock humorístico de la banda ha tenido sobre todo una acogida muy positiva en México, país en el que han desarrollado un par de giras de agitación-presentación. De hecho, en 2016 grabaron un tema junto a Randy, componente de Molotov, con quien entonaron un sonoro «Hijo de puta». La rendición definitiva al país hermano se produjo con  «The Culeras K-Caras Wey Barbacue», disco que incluía la «colabo» ya citada… y otras de similar naturaleza con artistas locales.

Los tres miembros de Sexy Zebras están un poquito obsesionados con la temática sexual, como lo prueban los explícitos títulos de «Quiero follar contigo» o «Soy un semental». Esta mezcla de los Red Hot Chilli Peppers y Primus más divertidos e irreverentes con los hirientes Bersuit Vergarabat de «Señor Cobranza» o «Se viene» lo han podido escuchar ya en Estados Unidos, territorio al que han inquietado con su música mestiza bañada en un tequila de locura y diversión imprevisible.

Leo Cebrián Sanz