Qué bonito es el silencio… y cómo nos gusta quebrarlo. Silenciados tiene mucho que ver con ese otro Silencio Absoluto que tanto juego dio desde la localidad de Fuenmayor, en La Rioja. Los cinco componentes de esta versión 2.0 son Txinín (voz), Joselito Apaleao (bajo), Alfonso Herce y Txiki Nalda (guitarras) y Tano Santolín (batería). Los dos primeros fueron parte importante de la formación de referencia, e incluso han heredado su dominio en Internet e identifican su antigua discografía como parte de la nueva andadura. Todo esto suena un poco a lo sucedido en su día con Rulo y La Fuga, pero no vamos a entrar en polémicas nominales y preferimos centrarnos en la obra artística. 

Los invitados ilustres de este nuevo repertorio de diez canciones son Pablo y Pepo, de Desakato («Cultura irracional», como el título del CD), Juankar «Boikot» («La conjura de los necios») y «A veces», precisamente con Rulo y La Contrabanda. Otros que también apoyan el regreso de los compañeros músicos son y Juan Zagalaz (Alhandal) y Juanan San Martín (Sátira en la década de los 80, Tierra Santa en los últimos años… y siempre, siempre, uno de los mejores ingenieros de sonido del país), que aportan su ayuda con el piano, el órgano Hammond y la guitarra acústica. Juanan también firma la producción, realizada en los estudios Sonido XXI de la ciudad navarra de Esparza de Galar. Como podemos comprobar, se trata de reafirmar la misma línea de trabajo que la iniciada con su anterior encarnación desde el segundo álbum y hasta el último de los cinco editados entre 2000 y 2012, con el intervalo de su proyecto Trece Forajidos (2005-2011).

El álbum comienza «A contracorriente» y desgranan otros títulos como los ya citados y «Nunca más», «La ruleta rusa», «A trancas y barrancas», «Con el humo dibujando calaveras», «Entre alfileres» y «Borracho en mi cuna». Imaginen ustedes a El Último Ke Zierre con una voz mucho más armónica y agradable y por ahí encontrarán ustedes a Silenciados, quienes por supuesto se diferencian de EUKZ en unas letras mucho más poéticas y no tan sociales o crispadas. Las semejanzas con Silencio Absoluto también son obvias, como corresponde a una parte fundamental de su entidad como proyecto artístico.

En los últimos meses de este año están presentando su único disco, editado hace un año por Rock Estatal Records, dentro de una pequeña gira en formato acústico que ha dado una nueva dimensión a sus partituras y letras.

Leo Cebrián Sanz