Hace unos días nos desayunábamos con la buena mala de que el Metal era tendencia en el mundo de la moda y la ropa urbana, y hoy vemos que el enemigo sigue acechando en torno a nuestro campamento de resistentes. La polémica del día tiene tanto de desconcierto como de indignación, ya que el principal festival de música independiente del país ha roto la baraja de los grandes acontecimientos de este tipo y se instala de lleno en la competencia desleal.

El Primavera Sound, que se celebra en Barcelona desde hace más de quince años, entra como un elefante en la cacharrería para hurtar a otras citas especializadas de nombres fundamentales del Metal internacional. Adiós a Slayer y bandas de primer nivel en el Leyendas del Rock, el Rock Fest, el Resurrection o cualquier otro evento multitudinario y al aire libre mientras el dinero del Pop se muestre dispuesto a hacer compatibles en un mismo cartel a Arcade Fire, Teenage Fanclub, Van Morrison… ¡o incluso la diva discotequera Grace Jones!

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El disparate se venía venir desde que en su día los responsables de este macroevento decidiesen contratar a Motörhead para alegrar su triste cartel de música electrónica, pop lánguido y autocomplacencia indie. Lemmy les puso las pilas como ninguna otra formación, tal y como reflejaron las crónicas de aquella edición de 2006. Justo una década después el Primavera Sound volvió a las andadas con la inesperada subida a los altares de la independencia de Los Chichos, el emblemático conjunto que hizo popular la rumba canalla. Ni siquiera en eso fueron originales, ya que un año antes había sido el Viñarock el festival que les había recuperado para un público rockero mucho más afín.

Todavía recordamos la polvareda que levantó la contratación de Julieta Venegas para Benicassim 2011, por lo que imaginamos que la controversia que se va a producir en los próximos días va a estar a la altura de la amplificación a la que tocan Tom Araya y sus compañeros. Tampoco a los creadores de ‘Reign in blood’ parece importarles mucho ante qué  tipo de público se ganan los garbanzos. Suponemos que habrán visto que los hipsters españoles también lucen ahora pobladas barbas… «y a pastar», como dicen los adolescentes de la ESO.

Atentos a esta tendencia durante los próximos años, porque el Primavera Sound marca la senda y por detrás llegan otros festivales de similar inspiración. No se trata precisamente de una anécdota, como lo demuestra que también haya incluido en su propuesta a otros ganchos como Gojira, Converge, Berri Txarrak y en menor medida algunos nombres del Rock alternativo más accesible, como The Afghan Wings, Descendents, Jardín De La Croix, Rebuig, Skinny Puppy o Sleep.

Para que los clientes de los gastrobares de moda puedan hacer compatible su repentino interés por Slayer con el consumo de slow food, he aquí un vídeo del cuarteto con el que poder lucir adecuado «postureo» aka impostura cuando toquen este tema en Barcelona, en fecha aún indefinida entre el 31 de mayo y el 4 de junio de 2017. Hay que ver con la fusión, el eclecticismo y el «todo vale»… Ganas dan de volver a los años 80 y su guerra de tribus.

Leo Cebrián Sanz