Los payasos, esa eterna fuente de inspiración icónica… Uno ya no sabe si los clowns fueron alguna vez simpáticos y divertidos, porque entre las novelas de Stephen King, las máscaras de Slipknot y los retratos a lo Charlie Rivel que pueblan las casas españolas, la diversión del circo ha pasado a convertirse en terror y sensación de peligro inminente.

En esta indagación de su propia naturaleza andan los componentes de Whipping the Clown («Azotando al Payaso») con su Thrash Metal de velocidad contenida, que muestra cierta preferencia por los estribillos moderados y las líneas melódicas no invasivas. Nada se desboca en esta medida ejecución que evita los trazos gruesos instrumentales, lo que permite dar cancha a la pericia técnica de sus cinco componentes actuales: Christian Tapia (voces), César Pérez (guitarra), Marc Puig (guitarra rítmica), Joel Cuesta (bajo) y Joan Puigvert (batería). Hay Power y Heavy Metal de buen tonelaje como sustento de una entidad fuertemente asentada en un sonido bien armado y de un desarrollo cada vez más intrincado y trabajado.

Aunque oficialmente nacieron en 2008, su primer disco data de 2015 e incluyó un total de doce pistas, incluyendo su ‘Intro’ inicial y el ‘Fader’ final. Su primer videoclip fue ‘Shattered feelings’ y posteriormente llegaría ‘Goodbye letter’, siendo ‘Extreme Metal for kids’ su última producción para esa gran pantalla al mundo que es YouTube.

Han tocado mucho en Callela y su también natal Tossa de Mar, que es decir la pura Costa Brava, territorio catalán del que procede la formación. Como corresponde a una banda de Gerona que sabe reconocer la labor de sus mayores, en febrero de 2015 Whipping the Clown fueron los orgullosos teloneros de sus paisanos Aspid, con motivo de su regreso para un concierto en el que éstos interpretaron su disco «Imágenes de Dolor». Un año después telonearon a los polacos Materia.

Recientemente han formado parte de la Festa Roig en Blanes y meses atrás participaron del II Festival Almizarock en la localidad almeriense de Cuevas de Almanzora y el VI KLarma Metal Fest de Oviedo, además de otra fecha en Santander. También hay que sumar a su lista de actuaciones destacadas la del Old Skull Fest en Castellón en 2018. En este «carretera y manta» de kilómetros el premio se lo llevan el II Festival Entrebateas, en A Pobra do Caramiñal (La Coruña), una fecha más en Vigo (Pontevedra) y otra en Maliño (Cantabria). Más cercan queda Leganés (Madrid), Mislata (Valencia) y, por supuesto, su recurrente Barcelona (I Metal Fest Jokers House y sala Monasterio en la capital), que es su segunda plaza fuerte tras la puramente local. En la vecina Mollet del Vallés agitaron las cabezas en la final del Devilfest 2017.

Leo Cebrián Sanz