Hace unas semanas nos llegó de rebote logístico el último disco de Xuorum, una banda vasca a la que no imaginábamos con una carrera tan longeva y prolífica. La verdad es que no deja de sorprendernos la cantidad de formaciones que los fines de semana se suben a la furgoneta y reparten energía y ganas de combate en esas noches de viernes y sábados que animan las escenas rockeras locales. Mucho más si, como los vitorianos, su trayectoria suma ya casi quince años.

El primer disco de Xuorum se publicó en 2004 bajo el título de «Una noche más» y en él colaboraron Joni -de Kaótiko- y Kepa Leza -de Kaos Etílico-. En la práctica, dos significativos nombres y grupos con los que imaginarse sin miedo a equivocarse por dónde iban sus afinidades artísticas. Cuatro años más tarde llegó el turno de «X-Tragos», esta vez junto a Kutxi (Marea), Fernando (Reincidentes) y Víctor «El Moro», de los madrileños Censurados. Los dos segundos y el propio Joni volverán a aparecer juntos en «Involución», publicado en 2015 y producido por el mismo equipo que el anterior

«X-Tragos» lo masterizaron en Punta Paloma, en la otra punta de la península -Tarifa, Cádiz-, en una selección similar al directo de «La Cabeza Como un Bombo», grabado en el festival almeriense Rock Albox a finales de 2017, y cuya difusión se produjo justo un año después. Entre medias queda «Siempre Hay un Sentido», disco de 2012 en el que repitió «El Moro» y se sumó a la lista de amigos Placi, de Segismundo Toxicómano.

Los videoclips de «Mi corazón» o «Ya estoy despierto» son parte de una historia en la que brillan ese Power Pop y Punk Melódico de amplio espectro, que Xuorum han convertido en eficiente y contagiosa marca de la casa. Sus letras reflejan más vivencias personales que políticas, pero sin cerrar en ningún momento los ojos a la realidad inmediata.

De hecho, quizás fueron ellos de los primeros en dedicar una canción a las víctimas de la represión en su ciudad el «3 de marzo» de 1976, un suceso bochornoso de la «no tan modélica transición», que Soziedad Alkohólika reflejaron en su último disco en estudio.

«La Cabeza…» es importante porque refleja el trabajo en directo del ahora trío: Lánder (bajo y voz), Davo (guitarra) y Eneko (batería). Este EP de ocho temas ha servido de herramienta promocional para dar a conocer la existencia de una banda que nació en 2002 y parece haberse pateado todo el norte del país. Seguro que tanto entre su público más cercano como frente a quienes apenas les conocen ha sorprendido su versión de «Mil campanas», ese himno Pop de Alaska y Dinarama que siempre te sube la moral y la autoestima.

Leo Cebrián Sanz