Los festivales de nostalgia son un fenómeno que va a más, y cuyo éxito de audiencia resulta incuestionable. El pasado sábado LosMejoresRock.com fue invitado a una cita eminentemente «popera», pero en la que también hubo participación de artistas cercanos al Rock. «Yo fui a la EGB» iniciaba en el antiguo Palacio de los Deportes madrileño una gira dirigida a quienes rozan ahora los cincuenta años, que somos quienes disfrutamos del plan de estudios del que toma su nombre. El concepto nace de la web homónima, uno de los fenómenos más relevantes de la cultura popular en los últimos años.

La fiesta duró algo más de cuatro horas y fue presentada por el humorista Carlos Latre. El animador se convirtió por derecho propio en uno de los atractivos del cartel nada más comenzar el show. Lo hizo gracias a una particular versión de «Bienvenidos», de Miguel Ríos, que adaptó especialmente para la ocasión «ochentera». Suyo fue también el recuerdo para Bon Jovi y Europe, que fueron coreados por el «todo vendido» del Wizink Center como si de grandes éxitos de Hombres G o El Último de la Fila se tratara.

Las divertidas intervenciones e imitaciones de Latre sirvieron de respiro entre actuación y actuación, en un espectáculo que también contó con proyección de audiovisuales ad-hoc y un par de interludios de teatro musical inspirados en Michael Jackson y Queen.

La primera tanda de artistas y nombres invitados fue la más interesante a efectos musicales, ya que en el escenario se dispuso una banda base para las sucesivas presencias de Carlos Segarra -vocalista de Los Rebeldes, que interpretó «Mediterráneo», «Bajo la luz de la luna» y «Mescalina»-, Javier Andreu -cantante de La Frontera en los temas «El límite» y «Judas el miserable»-, y el Pop de Javier Ojeda (Danza Invisible) y Manuel España (La Guardia) -por cierto, «disfrazado» para la ocasión del personaje de Marty McFly en la película «Regreso al futuro»-.

La cosa se puso mucho más que melosa con la posterior serie de invitados, que comenzó con los Olé Olé de Vicky Larraz, el Pop blando de Modestia Aparte y el capítulo aparte de la presencia estelar de Sabrina. La italiana, que ha pasado a la historia de la televisión española por el incidente del «pezongate» de la Nochevieja de 1987, hizo un show de cuatro canciones, tres de ellas versiones. Además de su celebérrimo ‘Boys, boys, boys’, resultó chocante que se atreviera con ‘I love rock and roll’, el clásico de Joan Jett. No salió mal parada, aunque como es obvio en este caso los comentarios apuntaban más al óptimo estado físico de la exuberante vocalista, y no tanto a sus condiciones vocales.

Ana Torroja, la que fuera vocalista de Mecano, fue la auténtica reina de la noche, ya que contó con más tiempo y escenografía propia que cualquiera de sus compañeros de cartel. Aun a riesgo de equivocarnos, el guitarrista que la acompañaba bordaba los nuevos arreglos de las canciones clásicas de Mecano, por lo que creemos que semejante pericia sólo podía corresponder a Pedro Andrea. Este instrumentista, al que durante meses se ha podido ver en las madrugadas de alguna cadena de televisión al frente de su propio proyecto, es uno de los mejores y más fiables músicos de este país y suele acompañar a solistas de gran popularidad comercial.

Tras una desigual y fallida sesión de discoteca con Liz Mitchell, la única superviviente de Boney M, fueron los valencianos Seguridad Social quienes de verdad pusieron a bailar a los presentes al ritmo Ska de «Comerranas» y el toque cañí de «Mi rumba tarumba», «Quiero sentir tu presencia» y «Chiquilla». Tras encenderse las luces, todo el mundo a bailar ‘Saturday night’, de Whigfield, como mandan los cánones de estos guateques modernos en los que a veces nos colamos.

Leo Cebrián Sanz