Abismo tiene nuevo disco, “Esperando al ángel negro”. Nos ponemos en contacto con Alberto Arnau, cantante y guitarrista, quien ya había señalado que este disco, y por tanto el grupo, “nos lleva a lugares de ensueño y mundos oscuros en los que predominan las frecuencias del Rock, sin ningún tipo de atadura ni convencionalismo”. Nuestro compañero Leo Cebrián ha señalado que “sus letras son poéticas y simbólicas, pero perfectamente asumibles por cualquiera con un mínimo de sensibilidad para la lírica escrita”.


por Jon Marin


Alberto, ya nos conocíamos gracias a tu banda de toda la vida, Visitantes. Permíteme que comience por ahí. ¿Ha quedado aparcado este grupo por un tiempo o ya se ha cerrado su carrera?

-Bueno, de momento estamos en stand by, pero nunca se sabe. La verdad es que un grupo necesita mucho tiempo y dedicación. Personalmente no puedo estar a tope estando en dos bandas y prefiero centrarme exclusivamente en un solo proyecto. Por otra parte, Visitantes es una parte muy importante de mi vida y ninguno de los tres miembros cerramos la puerta a volver a hacer algo cuando nuestros otros proyectos lo permitan.

No tuvimos la oportunidad de hablar cuando salió el primer disco de Abismo, así que ahora te pregunto: ¿Qué te movió a crear este nuevo proyecto?

-La necesidad de sacar a la luz unas canciones que compuse en un descanso de Visitantes y que no hubieran encajado de ninguna manera en esa banda por temática, estilo y sonoridad. Creía en esas canciones y me decidí a grabarlas y posteriormente montar la banda.

¿Y el nombre del grupo, de dónde salió?

-Las canciones que componían el primer disco, “Canciones satánicas”, eran muy oscuras, tanto musicalmente como en la parte de las letras. ¡No podíamos llamarnos Los Happys, ja, ja…! El nombre ‘Abismo’ venía al pelo para este proyecto, era como asomarte al infierno, como entrar en lo más oscuro que todos llevamos dentro y diseccionarlo.

El eslogan de Abismo en redes sociales da para mucho: “Canciones satánicas, sólo aptas para mentes inquietas y amantes del rock and roll”. ¿Lo dejamos así o te gustaría matizar algo?

-Sí, básicamente lo que intentamos hacer es no acomodarnos en un estilo. Tenemos un montón de influencias e inquietudes musicales, por lo que no nos ponemos ningún tipo de cortapisas a la hora de componer los temas, dejamos que fluyan y nos lleven a sitios inesperados. Pienso que el rock’n’roll es hacer lo que te dé la gana, y en eso estamos.

Vuestro primer disco se lanzó en 2018 y se tituló, como has dicho, “Canciones satánicas”. ¿Cómo funcionó, qué respuesta tuvo por parte de medios y seguidores?

-La verdad es que nos sorprendió que un disco tan extraño, por llamarlo de alguna manera, ja, ja…, tuviera tanta aceptación entre el público y los medios. Tuvimos críticas y reseñas bastante positivas, algunas muy buenas, y en directo funcionó bastante bien.

Con el segundo lanzamiento –“Esperando al ángel negro”- en la calle, ¿qué diferencias resaltas entre un disco y otro?

-El primero, como te he dicho, era mucho más oscuro, fruto del estado de ánimo en el que estaba cuando hice las canciones. Era como un túnel muy oscuro con un resquicio de luz al fondo, muy atmosférico y opresivo. Salió así y así es como está bien. En este nuevo disco todo ha cambiado, los estados de ánimo eran diferentes y eso se nota en las canciones. El sonido Abismo sigue estando ahí en toda su oscuridad, pero también está la parte luminosa; la variedad entre los temas es mucho más amplia y aquí se notan mucho más todas nuestras influencias, puedes encontrar ramalazos de hard rock, country, gótico, surf e incluso un vals. Todas las facetas de Abismo están presentes en este disco, todo salió de forma natural sin forzar nada y la verdad es que nos encanta el resultado.

A continuación Alberto nos cuenta ciertas dificultades que se presentaron justo cuando la grabación iba a comenzar…

-Hubo una desbandada poco antes de entrar a grabar y nos quedamos solos ante el peligro Vega (Venom, guitarrista) y yo, pero la verdad es que lo teníamos tan claro que nos dio igual y nos liamos la manta a la cabeza. Entre nosotros dos e Iker grabamos el disco. Vega y yo grabamos las guitarras, metí las voces, Pilar Collados grabó unos coros maravillosos y, bueno, como Iker ya había escuchado las maquetas y sabía por dónde iba la cosa, con su maestría habitual se ocupó del bajo, batería y teclados, además de la producción. Después de todo esto, volví a activar la banda dando con la gente adecuada en la que creo que es la formación definitiva.

La cual es…

-Alberto Abismo, guitarra y voz; Iván La Perra, guitarra, voces e instrumentos varios; Vega Venom, guitarra; Imanol Mictlán, bajo y coros; David Empalador, batería y Dani Mazmorras, teclado.

(Continuará).