No sólo de Ikea vive Teruel. Cuatro de sus vecinos vuelven a poner su nombre en el mapa de las propuestas más innovadoras del Rock fuerte con estética poderosa gracias a este conjunto fundado por Alberto Arnau, voz y guitarrista al que ya conocíamos por su trayectoria junto a Visitantes. Este estreno se plantea ambicioso, ya que sus debutantes «Canciones Satánicas» han sido editadas por Maldito Records y cuentan con la producción del siempre infalible Iker Piedrafita.

Estas ocho primeras composiciones de la banda -«sólo aptas para mentes inquietas y amantes del Rock and Roll», advierten sus responsables- entran de lleno en el Rock Gótico en su expresión menos fundamentalista. Sus autores e intérpretes proponen una «música sin prejuicios», de «canciones sin etiquetas, extrañas en algún caso e incómodas en otros, pero siempre sinceras». En definitiva, «un proyecto hecho exclusivamente para disfrutar de la música».

Abismo ha armado muy bien todo un universo referencial para que el oyente se deje llevar por esta nana tenebrosa que bucea en el alma humana mediante «historias de corazones desgarrados y vidas al límite, la melancolía y rebeldía como único camino a la redención; sonidos que te adentran en una luminosa oscuridad que te acaba atrapando sin remedio».

El single y videoclip de Abismo ha sido «Me dice Satán», otro título de pura inspiración gótica, al estilo de su hermanado «Amor vampiro». El grupo también ha incluido una inesperada y muy personal versión de Los Suaves, «Viajando al fin de la noche», con la que certifican un cierto eclecticismo que también podemos encontrar en piezas más rítmicas – incluso bailables- como «Los zombies de la cripta». Los coros femeninos destacan en «Belleza apedreada» y apoyan con discreción en «Vivir».

La imagen de Abismo se intuye atractiva, ya que se trata de una formación mixta con sombras en los ojos y labios pintados de negro, brujas blancas que hacen conjuros con sus guitarras y una letanía percusiva introspectiva con la que disfrutar de una bronca velada de intimidad y claroscuros. Rocío Alonso toca la guitarra, Vega Molina el bajo y David Pascual golpea la batería con sus baquetas.

¿Serán aceptados por la selectiva escena siniestra o se moverán entre el rockerío más proclive a escuchar nuevos desafíos? Lo veremos… La banda debutó en Valencia -un día después de la fiesta de Todos los Santos y en una de las ciudades que mejor puede entender su registro artístico, todo muy propio- y ya ha actuado en Zaragoza. Hoy lo hace en Ciudad Real y pronto los tendremos por los escenarios de su ciudad natal y la madrileña sala La Mala.

Leo Cebrián Sanz