El pasado miércoles 15 de junio falleció en Barcelona el locutor musical Mateo Fortuny, quien protagonizó un impresionante fenómeno radiofónico popular con su programa “Fans”. El espacio se emitió en Radio Juventud desde la capital catalana a finales de los 70 y comienzos de los 80, siendo durante un tiempo uno de los sucesos indiscutibles de Radio Cadena Española. La revolución que estaba experimentando el medio con el fin de la censura y el aire nuevo de la democracia se plasmaba en formatos como éste, que fueron recibidos con entusiasmo por una generación ávida de voces amigas y cordiales. Mientras sus padres y madres escuchaban «Hora 25», ellos preferían esta versión radiofónica del televisivo «Aplauso».

En sus 75 años de vida, Fortuny pasó por diferentes actividades profesionales, siendo una de las más relevantes su posterior condición de animador de la noche barcelonesa en calidad de relaciones públicas de varias discotecas. En su trayectoria también figura su trabajo como promotor en la discográfica Ekipo y una editorial de revistas que publicó Top Magazine. “Fans” fue asimismo una revista del mismo nombre, promovida en este caso por Popular 1, durante aquellos años de la transición en que los artistas para adolescentes arrasaban las listas de éxitos.

Su saludo “Buenas noches, paparritas” daba paso cada noche a un programa muy ágil y divertido, bastante naif e incluso ingenuo, en el que la participación de los oyentes resultaba fundamental. La estructura del espectáculo radiofónico se basaba en la información de artistas como Miguel Bosé, Pecos o Pedro Marín, mientras el locutor daba paso a los “radioescuchas” y animaba la noche con una divertida verborrea llena de guiños a sus seguidores (motes exclusivos, la sección de dedicatorias “Un ramito de flores”…), cuñas humorísticas, publicidad «a lo Encarna Sánchez» -directa, testimonial…- y un optimismo a raudales.

El programa tenía incluso su momento peligroso e imprevisible, cuando un tal “Señor Roca” llamaba indignado para protestar ante lo que estaba escuchando y las formas y fondos de semejante ejercicio de libertad en las ondas. Nunca supimos si se trataba de un auténtico saboteador o un personaje creado al efecto, pero su indeseada intervención era el reflejo de esa España ceniza que semana a semana quedaba más y más sumida en el oprobio del olvido.   

La popularidad del locutor fue tal que Mateo Fortuny llegó a grabar dos singles: “Tan solo tú/”Viva la gente top” (Ariola, 1976), y “Hoy volvería a comenzar”/”Morir en tus brazos” (Hispavox, 1977). Incluso el propio programa tuvo su reflejo en vinilo con un single de Juan Pradera y los Charangueros titulado, como no podía ser menos, “Buenas noches paparrita” (Auvi). Fortuny también hizo un cameo en la película “Las aventuras de Zipi y Zape”, realizada en 1982 por Enrique Guevara.

Mateo no fue un “pincha” o DJ rockero, aunque sí apoyo a bandas como Tequila o Burning, los locales La BEPS o los posteriormente reconvertidos Tebeo -la banda de José Antonio Manzano y David Biosca, futuros Banzai- y Mabel -la experiencia post-adolescente de Mike Tramp, vocalista de White Lion-.

En el mundo de la radio juvenil y musical Fortuny podría ser perfectamente el polo opuesto a todo un Mariskal Romero, pero ambos son necesarios para entender el papel tan importante que llegó a alcanzar la radio española tras la muerte de Franco. Buena parte de nuestra educación sentimental se la debemos a las bondades del medio, cuando el transistor era una ventana sorprendente de nuevas emociones y estímulos.

Leo Cebrián Sanz