Cada cierto tiempo, hay discos en el Rock Duro español que consiguen atraer a tal cantidad de nombres propios que de inmediato se convierten en instantáneas Polaroid del “quién es quién” del momento. Así a bote pronto recordamos el debut de Harakiri como uno de esos hitos. El retorno de Ago a los escenarios ha llegado acompañado de uno de esos álbumes que tanto nos hacen disfrutar a quienes abogamos por la unidad de la escena.

Tras una “Intro” cuyos caracteres griegos significan “Alfa y Omega” -primera y última letra del alfabeto griego-, el quinteto cordobés presenta en solitario sus dos primeras canciones de Heavy Metal sin fisuras: “Desolación” y “Engendro”, a las que de alguna forma acompañaría la séptima: “Ídolos del Rock”. Todos ellos se caracterizan por no contar con invitados, ya que por el resto del repertorio figura una lista de colaboradores que no nos resistimos a  dar en su totalidad: Alberto Rionda (Avalanch), Chino Banzai, Fran Vázquez (Cherokee), Kike García (Ciclón), Javi Gianno (Cyan Bloodbane), Pepe García Román y Maikel de la Riva (El Hombre Gancho), Pepe Maiden (Inmemorian), Javi Díez, Txus Di Fellatio y Patricia Tapia (Mägo de Oz), Manuel Ibáñez (Medina Azahara), Rocksa (Muro), Carlos Pina (Pánzer), Tete Novoa (Saratoga), Sherpa, Sílver e Ismael Filteau (Silver Fist), Isaac Palon (Universa y por cierto propietario de los estudios donde muchos de sus compañeros grabaron sus partes), Jorge Berceo (Zenobia) y Giovanni Tradardi (Zhenx). Todos participan en solitario o en compañía en uno de los temas, siendo Ibáñez “Medina” el único que aparece en dos de ellos.

No cabe duda que Ago se ha dado un merecido autohomenaje, ya que se trata de su primer disco, pese a a larguísima trayectoria de esta formación que comenzó su andadura en 1984, de la mano de Manuel Escudero (voz), Vicente y Enrique del Río -respectivamente guitarra y bajo-, Juan Diego Aguilar (batería) y Paco Ventura, guitarrista actual de Medina Azahara. Los cuatro primeros participan de este inesperado regreso, en el que también figura el guitarrista Miguel Ángel Leal.

La formación original de Ago registró en su día tres maquetas y un EP, tocando Metal Pesado en una época y región donde las cosas no eran nada fáciles para el género. Dejaron el intento en 1987, por lo que esta segunda parte iniciada en 2015 con un homónimo EP y la incorporación un año después de su nuevo compañero llega tras nada menos que 27 años de silencio. Manuel Escudero sí ha tenido una actividad artística muy notable en la última década, ya que formó parte de Sacramento y Santelmo.

El repertorio con el que Ago acomete esta nueva vida está conformado por composiciones inéditas, versiones de sus antiguos temas –sí, tranquilos, también está la coyuntural e indescriptible letra de “Metiéndola en Caliente”- y hasta una adaptación de “Sin ti”, original de Juan Pardo.

Leo Cebrián Sanz