TAKO, por Cihuatl Zúñiga & Jon Marin

Un disco de Tako es un valor seguro. Tras el tantas veces reclamado trabajo en directo, llega otra incursión más al estudio para regalarnos nuevas composiciones, más joyas que sumar a la prolífica carrera musical de los aragoneses. Nos reunimos con Mariano Gil (cantante y guitarrista) en «El Taller De Los Caprichos».

                                                                                                            

Dicen que un nuevo disco es como un hijo, pero con quince no vamos a hacer el símil porque no habría ayuda social que os hiciera el caldo gordo. ¿Qué ofrecéis, qué esperáis y qué deseáis del «El Taller De Los Caprichos»?

Ofrecemos un disco sincero lleno de canciones que respiran Rock and Roll por los cuatro costados y, creo sinceramente, que es el más maduro hasta la fecha, con un sonido más cercano a lo que somos en directo con respecto al resto de los discos. Esperamos que a la gente le guste y que el mensaje que lleva cada canción llegue a ella. Y deseamos seguir en la carretera, aunque la verdad es que nunca nos hemos planteado las metas a largo plazo.

 

¿Os ha costado -más, menos, lo mismo- componer estos temas, grabarlos, etc. que los de otros trabajos?

Nos cuesta siempre lo mismo. Somos una banda que no deja de componer; de hecho, podríamos estar grabando otro disco ahora. La verdad es que grabarlo con Dani Alcover es una gozada, ya que entiende lo que queremos en cada momento perfectamente.

Lo del «taller» nos queda claro pero lo de los «caprichos» no. ¿Qué se cumplió o quién fue el que se encaprichó y en qué?

Ni se cumplió nada ni se encaprichó alguien en nada. «El Taller De Los Caprichos» hace alusión, tal y como se ve en la portada, a que las grandes ciudades están llenas de todos los caprichos del mundo que muy pocos pueden comprar. De ahí la portada con la ciudad vacía. Es paradójico que en estos tiempos de crisis sigan intentando que seamos la sociedad de consumo por excelencia.

Pasáis de la caña en ‘Ruedas de ratón’ a la nostalgia y armonía de ‘La tormenta’, pero en general los matices entre tema y tema son muy sutiles. ¿Estás de acuerdo en que habéis conseguido un sonido equilibrado y coherente? ¿Está presente en los nuevos temas el sello de Tako, según tu parecer? ¿Dirías que hay algo novedoso?

El hecho de que las canciones, más o menos, mantengan una línea homogénea en el disco ha sido casual. Había más de veinticinco temas para elegir y elegimos estos doce junto al productor. Creemos que cada canción, más allá de si es más cañera o, como decís, más nostálgica, tiene un tratamiento especial. El hecho de que nos haya sido muy difícil elegir un single demuestra que no hay dos o tres temas que destaquen sobre el resto, sino que todo el disco tiene algo que aportar, y eso para nosotros es importante.

‘Sólo le pido a Dios’ es la versión del CD. Sería interesante conocer la opinión de León Gieco sobre una revisión tan dura en donde parece que le pedís a Dios, pero que sea de prisa. ¿Por qué elegisteis este tema?

Esta canción, en realidad, no iba a ir en este disco. Nos la pidieron para un recopilatorio de León Gieco desde Argentina, hace ya un año, y aprovechamos estar metidos en el estudio para grabarla y mandarla para allá. Y una vez grabada, decidimos meterla en el disco como bonus track, pero finalmente la metimos en el CD como una canción más del mismo.

 

Intentamos que “Rones” nos hable de su tema favorito de «El Taller De Los Caprichos» pero, como nos ocurre continuamente, no se decide por ninguno de sus frutos.

Le tenemos cariño a todos los temas. Cada uno tiene su historia y solemos coincidir en la elección de los temas para el set-list.

 

Habéis grabado en Vicálvaro, Madrid. ¿Qué tal la experiencia en los estudios ReviRock?

La verdad es que estuvo genial. Quiero agradecer desde aquí a Pablo Revilla el cariño con el que nos trató. Tanto los locales como el estudio y todas sus instalaciones están de puta madre y es muy cómodo y fácil trabajar allí.

En todas las familias se cuecen habas. De esta decimoquinta experiencia, ¿algo inconfesable que nos puedas contar? -Pues la verdad es que sí se cuecen, otra cosa es que os lo cuente… Más que nada por no tener un lío con las autoridades. (Risas)

Habéis estado recientemente tocando cerca de Madrid, en TAF, pero ¿cuándo y en dónde se realizarán la presentaciones oficiales del disco?

La gira de la presentación de este disco comienza en enero y pasaremos por quince ciudades españolas. Madrid creo que toca para el 5 de marzo. De todos modos, en breve os lo notificaremos y pondremos en la web todas las fechas de los conciertos.

 

Sabemos que tenéis planeado girar no sólo en España sino en otros países europeos…

Cuando acabemos la presentación del disco por España, tenemos previsto hacer una serie de conciertos por Francia, Alemania, Suiza y Suecia, así como algunos festivales aquí que ya están cerrados como, por ejemplo, Leyendas del Rock y Aúpa Lumbreiras. De todo se está encargando Ánder -de RompeRecords-, que está haciendo una labor más que encomiable.

 

¿Y América?

De momento este año no pensamos ir para allá. Vamos a centrarnos en la promoción de nuestro último disco y en los conciertos de España y del resto de Europa.

 

En tantos años en la carretera, ¿habéis notado cambios en vuestro público?

En nuestro caso siempre se ha ido renovando. Es curioso cómo, en nuestros conciertos, en las primeras filas siempre hay público de menos de 20 años. No hemos notado ni en nuestro público, ni sobre todo en nosotros, je, je… el paso de los años.

 

La situación es complicada para vender discos. ¿Qué se te ocurre decir, en nombre de Tako, para animar al público a que adquiera «El Taller de los Caprichos»?

Por un cubata y medio menos en un mes, puedes tener un disco de Rock and Roll cojonudo cuyos efectos serán infinitamente más prolongados que el cubata y medio.

 

¿Algo más para vuestros fanáticos que ya tienen el disco?

Esperamos que la gente que se lo haya comprado, o la que lo va a comprar, lo escuche con la misma ilusión con la que nosotros lo hemos hecho y que siga apostando por el Rock and Roll.