FESTIVAL KALAKORIKOS

CIUDAD: Calahorra (La Rioja)
LUGAR: Plaza de Toros
FECHA: 29 y 30 de julio de 2005

 

VIERNES.- Por Jon Marin

Se está convirtiendo en costumbre el buen trato que los organizadores de los festivales nos ofrecen a Los+Mejores cuando vamos a cubrirlos, así que en años venideros habrá que saltarse estas líneas; no obstante, esta vez sí toca porque ha sido el estreno de uno más y hay, por fuerza y con sinceridad, que mandar nuestra gratitud a Álvaro, José y todo el equipo responsable del festival Kalakorikos, al que deseamos mucho futuro. Si así es, repetiremos, no lo dudéis.

Gracias al gran favor de Luis, David y Mayte que, cual ambulancia, me trasladaron de Puertollano a Madrid, el autobús de L+M se encamina el viernes por la mañana hacia Calahorra cargado de buenísima gente -de lo mejorcito que ha viajado con nosotros- y caras ya conocidas que repiten (por algo será): Marta, Santi, Blanca, Juli… y, bueno, a pesar de los pesares, Olga también. A las amigas de Rivas, besos; a los amigos de la parte de atrás (únicos rockeros como servidor luchando contra ‘punkies’), abrazos. A todos en general. ¡Hala, qué bien he quedado!

A por la música: Como sabréis, el jueves 28 hubo fiesta de presentación con The Noise, Esta Noche No, Meridiam, En Blanco, Peta-Z y Fe de Ratas… mas no podemos estar en dos partes a la vez; aquello del don de la ubicuidad que, parece ser, se lo ha reservado un listo para él solito.

El viernes abrió Ethos, le siguió Flyin’ Freak y, todavía con un sol de justicia y menos personas en la plaza que ‘heavies’ en un concierto de Bisbal, le tocó torear a Ars Amandi. Una lástima que una banda de tan alta calidad tenga que enfrentarse a estas condiciones. Lo dieron todo, sonaron bien y sus pegadizos, pero también duros, temas nos hicieron dar los primeros botes de las dos jornadas. Dani (cantante) es una estrella en ciernes… o lo es ya. Luego llegó ‘el toque Sober’ con Savia y servidor se fue a comprar ropa interior.

Me dice el compañero David Carabias que Silencio Absoluto estuvieron divertidos y, como siempre en directo, ‘fiesteros’; tuvieron gran aceptación entre su público ya que son riojanos. También que, aunque todavía el calor apretaba sobre el albero, Porretas ya consiguieron congregar mucha gente con su clásico repertorio. Koma, para variar, desplegaron un sonido brutal (y fantástico para nuestro David, quien añade que Brigi es un monstruo a la guitarra y la voz). Fue un concierto muy animado.

Tierra Santa es a estas alturas una banda con una madurez impresionante sobre las tablas. Sin histrionismos, sin abusar de clichés ‘jevilongos’, cada día más melódicos y reposados, desgranan sus grandes temas y, sí, la plaza ya tiene un lleno considerable y se les sigue con pasión en su tierra. Hamlet comenzó con “Antes y después”, argumento suficiente para que me guste un concierto suyo. Al igual que cuando no lo tocan les cae una bronca del que escribe, esta vez se lo agradecí a Luis (guitarrista). Saben mover a la gente y acaban sonando de forma bestial (¿es algo nuevo esto?). Warcry desgranó su Power Metal con la habitual sobriedad y, quizás, demasiada seriedad sobre el escenario.

Llega el gran momento de la noche: Barricada. Otra vez más geniales. Nos hemos tragado un buen puñado de conciertos a lo largo de las últimas horas, hemos viajado, estamos cansados y, sin embargo, no queremos que su show se acabe. Sus clásicos, los no tanto… todos suenan de forma genial, animan a la gente; los músicos lo dan todo, lo viven a la par que tú, etc. ¿Qué más se puede pedir? ¡Ah! Carabias quiere añadir algo: «Verdaderos jefes y triunfadores de la noche, regalaron un repertorio muy bien seleccionado, siendo el grupo que más gente atrajo hacia el escenario. Acabaron con temazos como “No hay tregua” o “Blanco y negro”.

El remate a este gran día ‘kalakorikoriano’ (premio al que lo lea sin trabarse) lo dio Barón Rojo. Habíamos visto al grupo dos noches antes en Puertollano y en tierra calagurritana, por fortuna, no tuvieron tantos problemas de sonido. Fue un buen recital en el que nos relajamos un poco y disfrutamos de manera más pausada de las maestras notas que nos llegaban mientras apurábamos, degustándolo de forma muy especial, el penúltimo güisqui de la noche. Por Janis, Lennon…

Foto «El autobús de «Los+Mejores»: Santi.

 


 

¿Qué ?, ¿no os ha parecido la típica crónica de festival de Jon? Ahí vamos:

+Los mejores momentos se vivieron en el camerino de Tierra Santa, les vacilé con aquello de “¡vaya coñazo!, me toca veros dos días seguidos a más de seiscientos kilómetros de distancia” (ellos saben que es un placer), paliaron mi sed a ratos y, gracias a su ‘road-manager’, también el hambre; o sea, lo mejor del festival fue… ¡el pollazo de Sonia!

+Y lo mejor de la segunda noche (sólo la segunda, ¿eh?) fue el encuentro con Miguel del Crisis Rock y Fobia Social (que no Taquicardia). Muchas gracias, tronco.

+Tonino de MaCarraDa me quitó un paquete de Marlboro recién comprado con encendedor incluido. Fue el día del ¡pierde-mecheros’.

+Montañés de Zirrosis contó a David sus hazañas en México mientras giraban con Vantroi y, a ambos, las de sus viaje por Europa (‘esquius mi, aim chorri’). Este tío es la bomba, siempre hay risas con él. Miguel, también de la banda de Aranda, consiguió tranquilizarme (la ‘contra’).

+La camiseta de la portada de Los+Mejores con Doro Pesch tuvo éxito con la guapa.

+Alberto y Domingo –‘bus-drivers’- sufrieron en silencio (casi absoluto) a ‘la kalakorika’.

+”¡Que os vengáis al hotel!, aunque ya no me quedan más gracias, ya no doy más de sí.” Por cierto, gracias al Hotel Chef Nino y a su taxista particular.

+¿Y tú por qué eres tan alta?

+Saludos al compañero Ñako de Kerrang!, a sus colaboradores (a los que trata con más ‘respeto’ que yo a los míos) y a Singla, que no se movió pero curró a su manera. Puestos en saludos, también a las señoritas de la ‘taquillería’ (¿o era de los billetes?) y a Toño del mesón Bebricio, que nos dio bien de cenar. Impresionante el flan de la abuela.

+Un beso a Alicia, su tropezón, su toalla y su conversación.

+La compra reseñada párrafos arriba dice mucho de una persona aunque, en realidad, es lo primero de lo que deseas desprenderte en los mejores momentos.

+Dos veces me preguntaron en qué grupo tocaba y, si fuera poco, la de la camiseta de Hamlet estaba empeñada en que ya había hecho mi concierto, me había visto. Claro, claro…

+Alfredo de Barricada sigue, erre que erre, en que me corte el pelo, está pasado de moda. ¡Qué gran tío es!

+¿Qué tal las fotos de Barricada?

+Sorpresa: El gran Evaristo (Gatillazo) se acordó de mi. Más sorprendente (aunque se agradece) fue el abrazo de Fernando de Reincidentes.

+No sé por qué pero también hay que poner: ‘pin’ y ‘monitor’.

+Capítulo especial para Luis Punk, un clásico de este mundillo, que viajó con nosotros, casi no llega a tiempo para hacer su trabajo de jefe de escenario (‘stage-manager’ dicen algunos) pero cuando se puso… ¡se puso! ¡Vaya profesional! Los llevó a todos rectos y los horarios a rajatabla. Y es que Luis es ¡grande, grande, ‘grandeee’! Dice David que te transmita aquello de: encantado de tenerte otra vez con (entre) nosotros.

+Está claro que se olvidan anécdotas, pero diez minutos antes de salir hacia Madrid no os podéis imaginar lo que nos encontramos a los pies de la cama. Esto sí que es Punk (femenino singular y con botella de whisky en la mano). La historia continúa en ‘Pans&Company’ y el Dr.Jekyll con Pablo.

 


 

SÁBADO.- Por David Carabias

El último día de esta primera edición del Kalakorikos festival estaba dedicado en exclusiva al buen Punk-Rock nacional. A eso de las dos de la tarde comenzaban los bolos, siendo los riojanos Zapatrús los encargados de abrir la fiesta. El calor apretaba bastante y aún no había mucha gente en el ruedo; mientras, pudimos escuchar varios de los temas de su mini-CD “Sudando tinto”. Esta gente apunta buenas maneras sobre el escenario y habrá que tenerlos en cuenta para el futuro.

Tras ellos fue el turno de los alaveses Disturbio (no confundir con los extintos vigueses Disturbio 77). El sonido se fue ajustando y sonaron compactos y potentes. En su formación pudimos ver a Txiki (guitarra de Gatillazo y ex de la última etapa de La Polla). Los que hemos mamado a bandas como Barricada y Cicatriz disfrutamos mucho con su estilo y su “Pólvora”. Más tarde les tocó a Zirrosis defender su música en la plaza de Calahorra. Hicieron un ‘set’ corto pero entretenido y borrachón, como nos tienen bien acostumbrados. La peña iba entrando al recinto y cantando sus canciones, buen síntoma para los que esperamos impacientes el próximo disco de los de Aranda, que ya toca.

Los siguientes en actuar fueron Txapel o Txapelpunk para el que lo prefiera. Tras unos problemillas con el bajo, lograron enganchar al público más ‘punkarra’, con el sol fuera aún. Sonaron temas de sus tres discos y su cantante íñigo es un verdadero ‘showman’ digno de ver en directo. Después subieron al escenario Kaótiko, desde Agurain. Están en un buen momento de forma con ese quinto disco “En directo”, tocando un repertorio con canciones de Kaos Etíliko muy deseadas en vivo y añoradas por todo el público asistente. Su pose y estética un tanto ‘guiri’ hace pensar que estamos ante una banda de Punk de masas.

Luego vinieron Macarrada, ofreciendo Punk-R´n´R del bueno, con melodías pegadizas y letras aguerridas. También sonaron varios temas de M.C.D para el disfrute del respetable. En el capítulo de colaboraciones contaron con la ayuda del señor Manolo Kabezabolo para hacer su peculiar versión del “My way”, aquí “Entre borrachos”.

Tras ellos serían los ‘gasteiztarras’ Segismundo Toxicómano los que acaparasen la atención del público, que comenzaba a llenar el redondel y dar color a las gradas. Arrasaron, actualmente son una de las bandas de Punk con mejor directo, con un Placi enorme al bajo y voz. Empezaron con “Patrones” y fueron empalmando tema tras tema sin darnos respiro. Echaron uno nuevo, “Rebelión”, que seguro entrará en su próxima quinta obra. Cerraron con “Euskadi” acompañados por Luis Punk y Tonino (Macarrada) en el escenario.

Más tarde continuaba la juerga con los veteranos Parabellum, toda una institución y referencia básica del mal llamado “Rock Radikal Vasko”. Iosu, Lino y compañía asaltaban Calahorra con temas clásicos como “La locura” o “Hipócritas”, que han marcado época para distintas generaciones amantes del Punk por todo el país, especialmente en el norte. El sonido fue bueno, la pega: que echamos en falta alguna canción como “Victoria”, versión de los Toy Dolls.

Evaristo (Gatillazo). Foto: David Carabias

 

Después era el turno del incombustible Evaristo y su actual proyecto: Gatillazo. Presentaron casi a la totalidad su nuevo CD homónimo, que ya es pieza clave en la discoteca personal de cualquier Punk. Acompañaron su show con temas antiguos de La Polla, que fueron el clímax para el público, que en esos momentos rozaba el máximo aforo. Evaristo estuvo en su línea: activo, dinámico, sonriente y acertado. Una mezcla explosiva junto a Xavi, Tripi, Osorón y Txiki. Otra vez Manolo Kabezabolo subió a cantarse el “Cara al culo”, creando una estampa inolvidable.

Boikot fueron los siguientes en pisar el escenario. Estos madrileños tuvieron una gran aceptación y salieron triunfales con los temas del “Tus problemas crecen”. El momento álgido se vivió con la pedazo de versión del “Kualkier día”, de Piperrak, pues contaron con la colaboración de su cantante original: Josetxo. El público flipaba al volver a ver a este gran hombre subido a las tablas interpretando canciones como ésta… ¿quién no la ha cantado alguna vez de borrachera?

El penúltimo grupo era Reincidentes, desde Sevilla. Nos tienen acostumbrados a su Punk-Rock reivindicativo, con letras sociales y de denuncia. No fueron menos en directo, además sonaron algunas canciones del reciente “El comercio del dolor”. También ayudó Josetxo de Piperrak en otro momento creando la algazara entre el público.

Para cerrar quedaban los vigueses Siniestro Total. Estos locos presentaban su nueva obra “Popular, democrático y científico”, con un sonidazo espectacular y un ambiente de gala. No dejaron de sonar clasicazos como “Ayatolah” o “Bailaré sobre tu tumba”, que pusieron el broche final a un festival que esperemos crezca y mejore con los años, como el buen vino riojano.

 


 

III FESTIVAL CARABAÑA ROCK

CIUDAD: Carabaña (Madrid)
FECHA: 16 de julio de 2005

Aún recuerdo que me preguntaba en 2003, en el primer certamen de este festival, si seguiría adelante. Entonces sólo había presupuesto para un presentador de poca monta llamado Jon Marin y grupos buenísimos pero a los que, en aquel tiempo, todos llamaban ‘maqueteros’, léase Opium Relax, Ebony Ark, Blind Panic, Sadie’s Action… Llegó el segundo con Obús a la cabeza y ha arribado el tercero con cartel de lujo. Nuestra enhorabuena a Ismael, Juancar y todo el equipo de la Concejalía de Juventud porque, seguro, habrá cuarto Carabaña Rock, y mejor si cabe.

Encendió el fuego Vértice, un grupo local, para dar paso a los veteranos Viga, ahora reconvertidos en quinteto. Tuve el placer de presentar su actuación y dije algo así: “Alguien dijo que el Rock And Roll ni se compra ni se vende, y la respuesta la tiene Viga: el R&R se construye, sin prisas, con pasos firmes y seguros”. Pues la traducción a notas rockeras de esta charla fue su concierto. Genial desde que empezaron con “Sin perdón” hasta “Extraña detención” pasando por títulos como “Loco peligroso” o “Borracho” (¿alusiones a alguien?) e incluso un estreno: “El suelo que pisamos”, que se incluirá en el disco que ya comienzan a grabar.

También solté desde el escenario unas palabras de aliento para Amalgama, ya que habían viajado desde Alicante y no me parecía nada correcto que el público les diese la espalda mientras esperaba a las estrellas. La impresión es que en directo es un grupo mucho más interesante que en disco, más duro, más dinámico, con más energía y gancho. Estupendos estos chicos con temas como “Despierta”, “Mártir”, una curiosa versión de Héroes del Silencio que me animó mucho (“Decadencia”) o “Púrpura profunda”.

Es curioso, Viga y Amalgama se quedaron sin tiempo para probar y, mira por dónde, fueron los que más me gustaron esa noche. Luego vinieron dos tramos de espera que se hicieron eternos justo antes de Ebony Ark y también de Saratoga. Tanto tiempo para probar… y los problemas técnicos no se acababan. Total que, como podéis imaginar, cuando ambos ya pisaron las tablas hicieron la noche suya y que los muchos asistentes (sorprendente en un pequeñísimo pueblo a más de 50 kms. de Madrid) disfrutaran de lo lindo. Nos vemos el próximo julio en Carabaña… ¿con algún grupo ‘guiri’ en el cartel?

Jon Marin