MÄGO DE OZ, por Paloma Barba Azcárate & Cihuatl Zúñiga

La actual gira de Mägo de Oz presentando su disco «La Ciudad de los Árboles» pisa por fin el lugar de origen del grupo. La cita es el 1 de noviembre en el Palacio de Vistalegre de Madrid. Nos juntamos con Frank (guitarrista) y Mohamed (violinista) para que nos cuenten.

 

En primavera estuvisteis en América. ¿Qué trato habéis recibido por parte de los fanáticos hispanoamericanos y los de EE.UU.? ¿Notasteis diferencias?

F: Sobre todo, es muy apasionado. Hay gente que a lo mejor se hace 500 kilómetros no sólo para venir al concierto sino para echar la noche de antes y dormir en la puerta del recinto para estar en primera fila. El público es como aquí pero más a lo bestia, no es al cien por cien metalero sino que van a ver un poco de todo. Aquí hay avalancha de grupos y de actuaciones, y allí no tienen mucho donde elegir, así que se llenan todos los conciertos, los pocos que hay. Esa gente, además, cobra muy poco y, aun así, ahorran para la entrada pues en un año igual sólo tienen para uno o dos conciertos.

M: El público disfruta muchísimo, está mucho más abierto a la música; hay muchas muestras de cariño desde el aeropuerto al hotel. Por ejemplo, en Ecuador había más gente que en cualquier concierto dándonos la bienvenida. Respecto a Estados Unidos, casi todo el público era latino. En noviembre vamos a hacer una gira por los House of Blues, que es una cadena del estilo del Hard Rock Café, a lo mejor ahí van habituales de esas salas y será más anglosajón, pero aun así nuestra base son los latinoamericanos.

 

También habéis estado en alguna ciudad europea, pero hay más conciertos previstos…

F: En diciembre hacemos dos en Italia y tres en Alemania. Nos parece suficiente, vamos a entrar tranquilamente. Hace poco estuvimos en Milán y, para ser nuestra primera actuación allí, la verdad que fue espectacular. Éramos cabezas de cartel y nos sorprendimos mucho.

 

¿Vuestros discos han llegado a estos países?

M: Sí, los han sacado tal cual como aquí, en español. Se puede ir a Europa cantando en español. Incluso fueron otros promotores interesados en nosotros a los conciertos.

 

¿Y qué hay de esa gira española que queríais hacer en salas pequeñas?

F: En invierno seguiremos con la gira normal, hay muchas ciudades en las que no hemos tocado todavía. Lo de las pequeñas salas será por abril o mayo aprovechando el vigésimo aniversario de Mägo.

Foto: Cihuatl Zúñiga

 

Hablemos por fin del concierto del 1 de noviembre en la capital. Por el cartel ya se deduce que va a ser un concierto muy completo pero ¿tenéis preparada alguna sorpresa o algo especial?

F: Madrid es Madrid, nosotros somos de aquí y va a haber más sorpresas tanto en los músicos que subirán como en lo musical, vamos a tocar canciones que no hemos hecho en esta gira.

M: Madrid siempre es especial y más esta vez por el lío que hemos tenido con el cambio de fecha. Será un concierto más agradable, más de pasarlo bien. La escenografía va a ser la misma pero, como hemos dicho, con más colaboraciones.

 

¿Fue el cambio de oficina de management lo que trastocó los planes?

F: Sí, el manager anterior era el que lo organizaba, así que hubo que cambiarlo todo y dar tiempo a los seguidores para que pudieran cambiar la entrada. Les estamos muy agradecidos por las molestias y el interés mostrado.

 

Los teloneros son Breed 77…

M: Nosotros estamos con ellos por su calidad humana y musical. Como hemos dicho, queremos que sea todo especial, y nos parece un grupo especial y espectacular.

 

Por último, ¿algún adelanto sobre el próximo disco?, que será «Gaia III».

M: No hay presiones ni prisas. En teoría deberíamos componer desde que empiece el año que viene y sacarlo para octubre o noviembre de 2009.

 

¿Volveréis a la sofisticación, a temas más elaborados en contra de la (relativa) sencillez de ‘La ciudad de los árboles’?

M: «Gaia III» será más elaborado, sí, pero eso no significa que lo sea tanto como «Gaia II» o un disco igual. Nosotros para un disco nos podemos tirar sólo en componer cinco meses, a ver cómo sale; va a ser la conclusión de la trilogía.

 

Nos vemos el 1 de noviembre, chicos.