Imagen de portada: Recover (Rodrigo Trigo)


PUNK PANTHER + CARDINAL + BÁSICO

LUGAR: Anfiteatro Egaleo
CIUDAD: Leganés (Madrid)
FECHA: 1 de julio de 2011

El pasado mes de julio se abría la temporada rockera que cada año se realiza en el anfiteatro de Leganés bajo el nombre de Las lunas del Egaleo, y para comenzar, Coda Producciones nos preparó un concierto en el que no pudimos dejar de disfrutar.

Para abrir, Punk Phanter, una banda de puro Punk a la que le faltó primero afluencia de personal y después algo de mejor sonido, ya que su música, muy ruidosa y rápida, precisaba de un mejor acoplamiento final.

Los siguientes en aparecer en escena serían los locales Cardinal. La actuación fue sobresaliente y demostraron que son una formación sólida y con un sonido muy peculiar, con temas muy enrevesados en composición y una puesta en escena que, si bien podría mejorar en algunos aspectos como en el movimiento, dejan claro que poseen una fuerza y una calidad sonora de las mejores en la actualidad si de bandas “noveles” hablamos. Dejaron caer temas como ‘Tomorrow never comes’, de una calidad absoluta, la genial ‘Oblivion’ o la enrevesada y a la vez perfecta ‘Cell XIII’. ‘Out of paradise’ y ‘Lost’ también se dejaron escuchar esa noche, y ‘Desengaged’ se llevó la palma, con una soltura por parte de sus guitarras bestial. La banda estuvo a un nivel perfecto y es que cada vez que les veo en vivo me sorprenden más y más. Enhorabuena, chicos.

Para finalizar teníamos la oportunidad de presenciar a una banda que siempre (y repito: siempre) suena de lujo en directo, los madrileños Básico, quienes con su Rock’n’Roll desenfadado supieron mantener a los cerca de mil asistentes en volandas en toda su actuación con temas como ‘Si pudiera’, ‘Nada sin ti’, ‘Sin mirar atrás’ o la siempre divertida ‘El rey’, donde los presentes colaboran con Arturo de manera perfecta y donde se puede sentir la unión de la banda con sus fans. Más temas en sonar esa noche fueron la divertida ‘Viajo sin maletas’ o la gran versión que la banda se marca del clasicazo de la Creedence C. R. ‘Have you ever seen the rain’ para dejarnos más que satisfechos cuando suena el tema principal de la serie Benny Hill, la cual anuncia el final de sus shows.

Una gran noche de Rock en Leganés, que esperemos siga ofreciéndonos esta serie de actuaciones por mucho más tiempo.

Miguel Egun


PUNTO DE MIRA + FÜEL + HARAKIRI + WEB ONES

LUGAR: Caracol
CIUDAD: Madrid
FECHA: 2 de julio de 2011

“Póker de ases”. Seguramente no haya un calificativo mejor para definir al elenco de artistas que se dieron cita en la madrileña sala. Y es que con las letras de los nombres de los componentes de los grupos se escriben el pasado, el presente, pero sobre todo el futuro del Rock de este país.

Pasaban quince minutos de las nueve de la noche cuando Web Ones ilusionaban descargando su repertorio más salvaje en una sala que, aunque no completó su aforo, los que asistimos al evento arropamos a los grupos con el cuerpo y con el alma. Canciones tan llenas de fuerza como ‘Picadura de escorpión’, la preciosa y comercial ‘Duele’ o ‘Nitroglicerina’, con la que pusieron punto y final a su media hora de actuación (incluso se atrevieron a versionar al maestro Neil Young y su ‘Rockin’ in the free world’), que sorprendieron muy gratamente al respetable. Paco Santolaya y compañía dejaron con su actuación un buen sabor de boca y mejor de oído.

Harakiri, proyecto personal del guitarrista Miguel A. López (quien ha prestado su talento a grupos como Pánzer, Coz o Bella Bestia, por citar algunos), liderado esta vez por Tony León, quién fuera cantante y guitarrista de los míticos Rosa Negra, hizo que temas como ‘Ser el mejor’ o la improvisada introducción del tema ‘Espejo del agujero’, rescatado del primer disco homónimo de Rosa Negra, condujeran al respetable hacia el deleite.

Füel es el grupo liderado por Paco Ramos, ex Pánzer, que para la ocasión nos presentaba a su nuevo fichaje: Carlos Pina, quien sin haber rodado todavía con la banda, cumplió con profesionalidad su nuevo reto. ‘Siervos de plástico’, ‘Sálvame’, o ‘Una noche más’, todas ellas muy pegadizas, conforman un buen repertorio con potencial que con más ensayo vocal llegarán al estatus que se merecen.

Quien nace para ser escritor, con el tiempo se convertirá en el mejor escritor. Al igual que el que nace para interpretar, será con el tiempo el mejor actor. Eso es lo que le sucede a Javier Mira, líder y guitarrista de Punto de Mira, un tipo muy peculiar que vive y siente la música de la manera que la sienten los que han nacido para ser músicos. Desde que estuviera en Tritón hasta ahora, que parece vivir una segunda juventud, sus poses, pero sobre todo sus dedos, recorren un escenario y un mástil que la mayoría de las veces se le queda muy corto.

La hora y media que Punto de Mira estuvieron encima del escenario dejaron muy buena impresión y sus canciones –‘Es por ti’, ‘Noviembre’ o ‘Puerta de salida’, entre otras- se han convertido en verdaderos himnos del Rock de este país. Llamativa la presencia de Isa, una bellísima rubia invitada a subir al escenario para “promocionar” con sus sensuales movimientos una de sus canciones. Aunque teniendo a la guitarra a Mira y a la voz a Crístofer Hernández, el grupo puede prescindir de esta curiosa pero innecesaria parafernalia. No pierdan la oportunidad de ver a Punto de Mira en directo. Descubrirán a un grupo muy consolidado, con un sonido muy compacto y una puesta en escena envidiable.

Después del sorteo de una bonita guitarra firmada por los todos grupos que animaron la velada, algunos de sus componentes (a modo de macro banda) homenajearon a Jimi Hendrix con la interpretación de su éxito ‘Hey Joe’. Un apoteósico final que los asistentes agradecimos como si el genio de Seattle estuviera entre ellos. Gracias a todos por vuestra música porque ella nos ha hecho como somos. Póker de ases; repóker de feeling.

Amado Storni


SONISPHERE FESTIVAL

LUGAR: Polígono Industrial Los Olivos
CIUDAD: Getafe (Madrid)
FECHA: 15 y 16 de julio de 2011

Llegó el festival veraniego madrileño. Gusta tener algo así a menos de quince kilómetros de casa pero seguimos sin dar con el recinto perfecto. Bullet abre la primera jornada, el viernes 15. Tras ellos Angelus Apatrida, de lo poco nacional en un festi que gusta de lo guiri. ¿Por qué no inauguramos los escenarios a las once la mañana para que muestren su valor grupos de aquí? El calor será el mismo, esto es julio, esto es Madrid.

Tras Valient Thorr y Gojira, llega Sober (Se me acaba de joder la tecla del “sombrerito”, o sea, acento circunflejo.) La propuesta de los madrileños ya no es tan sorprendente como antes del paréntesis Skizoo-Savia. ¿Alguien se sabe los nuevos temas? El público se queja de los precios de las consumiciones. A saber, litro de cerveza en vaso de plástico (8 e.) más bocadillo de panceta a la plancha (6 e.) quiere decir que un tentempié cutre me ha salido por más de dos mil de las antiguas pesetas. Difícil asumirlo en tiempo de crisis. ¡Lo malo es que tengo sed otra vez!

No me gusta el sonido cuando comienza Arch Enemy, luego se va arreglando y nos damos cuenta del valor de Angela Gossow. Sin esta bella “mula”, el grupo sería bueno, pero uno más de tantos. Llega lo mejor de la noche: Slash, que basa la mitad o más de su repertorio en Guns N’ Roses le guste o no. Nosotros encantados. Nadie bailaba temas de su cosecha solitaria o Velvet Revolver, mientras que la masa se volvía loca con ‘Nightrain’, ‘Rocket queen’, ‘Civil War’, ‘My Michelle’, “Sweet child O’mine’ y ‘Paradise city’. Un gran acierto contar con Myles Kennedy como cantante, un tío de voz poderosa, elegante (también sus maneras) y sabiendo asumir que el gran protagonista no es él, sino el guitarrista del sombrero, que no se mueve mucho ni hace de Yngwie, ¿pero cuándo fue diferente? Mucho mejor esta opción que ver a Axl y su banda. Gran sabor de boca, a los hardrockeros ya empezaban a subirnos las burbujitas a la cabeza después de aguantar tanta caña bruta previamente.

Lo de The Darkness es fiesta pura, mas nos damos cuenta de que el grupo funciona mejor en una sala que en un gran recinto. Muchos se han marchado tras ver a Slash pero los fiesteros queremos bailar con los agudos chirriantes de Justin Hawkins quien, tras limpiarse el cuerpo, recuperarse y sin nada en la nariz, no es el mismo loco de antaño sobre las tablas. Ha perdido esa locura de maricona-glamera-setentera que tanto nos agradaba. Eso no quita que grandes éxitos como ‘Growing on me’, ‘Get your hands off my woman’, ‘One way ticket’ o ‘I believe in a thing call love’ (ojo, conseguidos con sólo dos discos) nos manden a casa felices y con la marcha metida en el cuerpo. Pues, mira, va a ser que me voy a un bar ¡y que espere la cama!

El sábado 16 algo me agarra al mueble mencionado, la sábana no puede ser… porque no la hay, ¡qué calor! Salimos hacia el recinto a la hora estipulada y no me ha dado ni tiempo a comer. Por lo menos Kike ha tenido tiempo para un gazpacho fresquito. Toca otra vez gastarse lo mismo de ayer. Con eso me hubiera zampado dos menús de la casa en cualquier bar del barrio. Irene, que se había comprado entrada para sólo el día actual –no el abono- está indignadísima porque le han hecho pagar diez euros más para salir del recinto. Vuelven las injusticias, ¿cómo se puede encerrar a la gente para obligarla a consumir sólo aquí y a estos precios? Ahí fuera hay varios tíos que venden la lata de birra a un euro; merece la pena. Ahí dentro, bajo un sol de justicia y sin decirnos gran cosa, van actuando Hammerfall y Mastodon.

Los violonchelos de Apocalyptica se derriten, “el Lorenzo” sigue azotando, Cihua se empeña en echarnos crema, otros nos alivian con las pistolas de agua que hemos adquirido con el fin de ir entrenando para la Batalla naval vallecana y Ángela hace lo propio con su “flus-flus” (como diría tu madre). Lo mejor recibido de los finlandeses siguen siendo las versiones de Metallica y se agradece cuando sale el cantante a darle más color a las interpretaciones.

Llevo toda la tarde moviéndome de un lado a otro y el sonido no me llega con fuerza, ¿qué coño pasa? Se levanta mucho polvo, sale Dream Theater y lo hace tan bien como de costumbre, pero no es la hora ni el momento para atender excelencias de grandes músicos. Hay gente que se protege con mascarillas de la polvareda, la canícula se ceba, las zonas de microclima o como haya que nombrar a esos ventiladores que echan agua (¿heavy-shower-zone?) no funcionan. Tengo calor, la cerveza no baja de precio, me acerco a la zona de prensa y, aparte de compañeros, mesas, sillas y un dispensador de Red Bull sin latas, ¡sólo encuentro botellas de agua que están calientes! Mandamos a las féminas de la pandilla a por los minis; pocas barras para tanta gente en muchos momentos y a ellas las atienden antes.

Dice Silver a algunos: “Os habéis perdido lo mejor del festival”, y ríe. Se refiere a Glass of Glory, una charanga cuyos miembros, pelucones en ristre y mezclados entre el público, a ritmo de acordeón, acústica, clarinete, tambor, trombón, etc. interpretan de manera divertida éxitos del Rock.

Ni los baños se libraron de su visita. No me cebaré con Iron Maiden por el respeto a tantas cabezas que veía cómo alucinaban con ellos, pero en Madrid en verano, a las nueve y pico, todavía es de día y así se presentan, sin la espectacularidad que las luces dan en noche cerrada, otra vez con un montaje que no es para volverse loco y el sonido sigue sin ser poderoso ni potente. No me llega, no me transmiten, como un torero caduco. El final, como últimamente, lo mejor: ‘The number of the beast’, ‘Hallowed be Thy name’ y ‘Running free’. Salir tras Maiden, sonar más fuerte, enganchar más… parece labor imposible.

Pues, señores, déjenselo a Twisted Sister, esos macarras neoyorquinos que, años ha, se citaron con los de Manowar para darse de hostias. Los triunfadores del festival, sin pinturas, nos encandilaron con ‘You can´t stop Rock´n´Roll’, ‘Come out and play’, ‘I wanna Rock’ o el querido ‘We’re not gonna take it’. Tras su normal interpretación, Dee Snider -inmenso- pregunta cómo lo cantamos en español y hay “huevos con aceite” para todos. Una fiesta de verdad.

Son muchos los que se retiran tras este bombardeo de alegría y no ven la actuación de Uriah Heep, unos clásicos que sustituyen a Alice Cooper (una desgracia para muchos como yo su caída del cartel; insustituible). Sobrios, intentan mantener el tipo hasta la descarga de su conocido ‘Easy livin´’.

El carpetazo lo da Lacuna Coil que, me dicen, saludan con un “buenos días”. Nos cuentan que asistieron 30.000 personas el primer día y 40.000 el segundo. Queda claro que la crisis azota a los heavies cuando tocan tres grupos nacionales y la entrada cuesta siete euros, pero no si se le añade un cero a la cifra y vienen sus majestades los Maiden o los emperadores Priest.

J.M


FESTIVAL CODA ROCK: Phase II Phase + Scarface + Recover + Mr. Rock + Atlas

LUGAR: Anfiteatro Egaleo
CIUDAD: Leganés (Madrid)
FECHA: 23 de julio de 2011

Era una calurosa tarde de julio en Leganés y el Egaleo gritaba frescor hardrockero con todas sus fuerzas. Primera edición del Coda Rock, un festival dedicado por entero al Hard Rock y al Metal en un anfiteatro. Muy buena idea ya que la propia estructura de la localización proporciona un sonido bastante potable y una visión privilegiada del escenario, por su forma de anfiteatro.

Phase II Phase dieron los primeros acordes a ritmo de un Heavy Rock muy clásico y melódico, a lo Scorpions, que nos dejó muy buen sabor de boca. Una de las características que me gustó mucho del grupo es que daba el protagonismo justo y necesario al teclado (no sobrecargaba las composiciones como ocurre en otras formaciones), dejando que las guitarras fuesen las encargadas de arrastrar al público, junto con la voz, claro está. Entre sus temas destacaron ‘Panic in the street’ y ‘Walking away’.

Scarface fueron los segundos en discordia con un estilo más agresivo y acorde con el Heavy de los años ochenta. Algo más animados, más crudos y sin tanta filigrana melódica, iban más al grano y metían más caña. Eso se notó en los espectadores respecto al grupo anterior, ya que se iban levantando de sus asientos para aproximarse a las vallas. Su canción ‘I wake up this mourning’ hizo las delicias de los presentes, los cuales agradecieron la actuación con una sonora ovación. (Sin haberlo preparado, me ha salido un pareado).

El tercer grupo de la noche mantuvo la llama rockera avivada a golpes de versiones y una divertida puesta en escena. Recover supo cuáles eran las indicadas para Leganés y su público mayoritariamente hardrockero y, por lo tanto, cayeron algunas como: ‘Only you can rock me’ de UFO, ‘Living after midnight’ de Judas Priest, ‘Born to be wild’ de Steppenwolf y ‘Highway star’ de Deep Purple. Terminaron con ésta última y acertaron enormemente. De hecho, muchos grupos de Hard Rock, como Patente de Corso, terminan con un cover de este tema, ya que es ideal para seguir con la fiesta. Al terminar la actuación eché un vistazo para ver cómo había ido el aforo. Allí había algo más de trescientas personas (nada mal para ser segunda quincena de julio).

Llegando a las once de la noche, Mr. Rock fue haciendo las delicias de los más clásicos con el primer tema: ‘Yo soy Rock‘n’Roll’. Fueron más tranquilos que todos sus predecesores en el festival y le dieron mucho protagonismo al teclado, pero calidad tenían a raudales y lo demostraron en canciones como ‘Revolución’ o ‘Cara de perro’. Los dos últimos temas fueron más animados y movidos, con más consistencia de los demás instrumentos en los solos de guitarra. ‘Larga vida al rey’ y ‘Unidos por el Rock’n’Roll’ fueron los elegidos para terminar su show y dar paso a los esperadísimos Atlas.

Para empezar, Atlas nos trajo dos sorpresas inesperadas. El cambio de su frontman Ignacio Prieto por su nuevo vocalista Rafa Suárez y la sustitución de su antiguo batería por Óscar Pérez. Al principio me mostré bastante escéptico con el cambio de cantante pero, canción a canción, me demostró que tiene una voz a la altura de su predecesor. Como puntilla añadiré que se recalca demasiado en los vibrators pero indudablemente pesa más lo bueno que lo menos bueno. Canciones como ‘Nosotros somos la revolución’ y ‘Condenado loco’ me reafirmaron en lo dicho y los asistentes ovacionaban satisfechos. Los hermanos Arias siguen con su puesta en escena trabajada por tantos años de conciertos, y eso se nota en el asentamiento de una banda en el escenario. Siguieron con temas tan conocidos como ‘Oveja negra’ y ‘Generación sin miedo a vivir’ con la gente agolpándose cerca del escenario, aplaudiendo y gritando. El punto melancólico lo puso ‘Si me faltas tú’, que el grupo dedicó a los recientemente fallecidos Rober de Porretas y José Adán, cuya esposa estaba en el recinto. Casi con el tiempo en el cuello, tocaron ‘Es verdad’.

Fue una noche de sorpresas, locura, melancolía y Hard Rock sin desperdicio.

Rodrigo Trigo