El pasado mes de junio recibimos en nuestro correo electrónico una inusual pero generosa invitación a ser partícipes de la grabación de un disco en los madrileños Metropol Studios. «Habrá guitarra, batería, bajo, piano de cola, cuarteto de cuerda, saxofón, flauta y voz», añadía el que habría de ser nuestro anfitrión: Miguel Isaías Vivo. Este joven artista de apenas 23 años llega desde Úbeda, en Jaén, un polo geográfico que en los últimos tiempos se está significando por la riqueza y variedad creativa de sus autores.

En aquellas sesiones de lo que pronto habría de ser su primer disco oficial estuvieron presentes algunos valiosos colaboradores: Candelas Pañeda (voces), Eva Valdelomar (piano), Ismael Marco (saxofón), Ane Monzón (flauta travesera), David Grande (cello), Alejandro Ballestrino (viola) y Javier Domínguez y Fabiola Saglimbeni a los violines. Como podemos apreciar, todo un equipo para dar aún más brillo a «El Origen», su disco de debut publicado en 2020. Sus diez composiciones suman cuarenta y dos minutos y medio de un estilo que cuesta enmarcar con facilidad. Podemos hablar de Metal Progresivo con evocación de paisajes y ambientes diversos, entre los que sorprenden algunos retazos de Rock, Post-Rock, Jazz, instrumentación experimental y de New Age e incluso balada flamenca y música clásica.

Conceptualmente, el argumento del álbum se basa en «una historia de amor-odio entre el protagonista y un romance encontrado en el mundo de los sueños», lo que da pie a un libreto que narra la historia de una forma mas visual. Cada canción se plasma en su propia ilustración musical, buscando con ello «una profundidad emocional única».

Argedis es además un creador casi renacentista, ya que poco después de su grabación sonora se estrenó también en la poesía con un libro titulado “El Beso Infinito”. Otras facetas literarias son las que dan vida a su blog Palabras de un Perdido Saber (http://palabrasdeunperdidosaber.blogspot.com/), en el que encontramos su producción de «Versos Perdidos, fragmentos rotos de una lírica despedazada» escritos entre 2014 y 2019.

Leo Cebrián Sanz