Lo dijeron durante la rueda de prensa de presentación de su último disco y así ha sido: «Vamos a actuar muy pocas veces». ‘The Soul’s Sentence’ se publicó a finales del pasado año, aunque ha sido este 2019 cuando de verdad ha empezado a funcionar entre los seguidores del Metal Contemporáneo de raíces más clásicas. No lo llamaremos Power Metal porque Arwen defiende su etiqueta de Modern Rock, pero sea como sea nos encontramos ante el que debería ser considerado uno de los mejores álbumes del curso. El hecho de que saliera a la calle en las fechas que lo hizo les excluyó de las clásicas listas de «lo mejor de», por lo que en ese sentido no obtuvo el reconocimiento crítico que se merecía.

La banda madrileña, a la que hasta ahora no habíamos tenido la oportunidad de agradecer el detalle de incluir a dos de nuestros colaboradores en los créditos del álbum físico, actúa hoy sábado 11 de mayo en Madrid en la sala Cool Stage. Para la ocasión ha prometido «un show audiovisual exclusivo para este día, que estará lleno de grandes sorpresas junto a un potente e impactante repertorio».

Cabe recordar que el regreso a la actividad de Arwen ha sido una de las grandes sorpresas de los últimos meses. Muchos la consideraban una banda disuelta a todos los efectos, pero por fortuna la causa de su silencio se debía al siempre deseado exceso de trabajo de alguno de sus componentes. José Garrido, su vocalista y guitarrista, dirige uno de los estudios de grabación más solicitados desde hace unos años, los A New Life, en cuya planificación y colaboración con bandas ajenas también participan ocasionalmente varios de sus actuales compañeros: el guitarrista Gonzalo Alfageme, el bajista  Daniel Melián (también coros en ‘The Soul’s Sentence’), el batería Nacho Arriaga y el teclista Javi Díez.

Para la generación anterior a los millennials, Arwen es una formación muy ligada a la transición que une el final de los años 90 con el nuevo siglo, cuando reinaron con su Power de letras inspiradas en argumentos de fantasía. Su primera demo la grabaron en 1999 bajo el título de ‘At the End…’ y en los siguientes años fueron uno de los nombres emblemáticos del sello Arise, con discos como ‘Memories of a Dream’ (2003) e ‘Illusions’ (2005). Garrido siempre estuvo ahí, compartiendo con Luis Hernández la vitola de fundador del proyecto artístico que Arwen aportó a la escena metalera nacional e internacional.

La verdad es que por las filas de Arwen ha pasado un elevado número de músicos afines al estilo, cual si de una academia especializada se tratara. El propio Garrido fue pieza importante de Dark Moor, mientras que a Luisma le conoce todo el mundo como el tipo de la bandana que toca en Obús, pero también formó parte de los extintos Sacramento y ha acompañado en directo a Jorge Salán y Jero Ramiro en sus respectivas aventuras en solitario. En ese árbol genealógico del pasado de Arwen también ha habido sitio destacado para, entre otros, Nacho Ruiz (guitarrista y cantante con currículo en Santelmo, Biosfear, Perfect Smile y Gauntlet), además del teclista Roberto Peña, que ha seguido una línea muy similar en referentes del Metal más preciosista y elaborado como los recurrentes Dark Moor, Dreamaker y Ebony Ark.

Precisamente de esta última formación proceden dos de los actuales compañeros de Garrido: el bajista Daniel Melián y el ubicuo teclista Javier Díez, al que tan pronto hemos visto con Mägo de Oz como junto a Txus en Burdel King, en Biosfear y Wayland, junto al citado Salán o como músico complementario del directo de Sôber. Valga esta sobreabundancia de datos sobre la trayectoria de los músicos de Arwen para poner en valor el carácter de «escuela» de vocalistas e instrumentistas que ha tenido la errática carrera de la banda. Quienes quieran poner en la cadena del ADN del Metal más sofisticado hecho en nuestro país a un eslabón demasiadas veces perdido, que aprovechen hoy para comprobar sus excelencias en directo. Arwen no se prodigan mucho, al estilo de Dark Moor o Easy Rider, así que… «yo que tú no me lo perdería, forastero».

Leo Cebrián Sanz