¿Qué cómo conocimos a Caravana? Pues fue exactamente en un vagón del Metro de la línea 4 en Madrid, al que subimos en Diego de León en dirección a la Avenida de América. Bastó una sola estación para escuchar el final de una rockera canción con la que un músico callejero animaba el trayecto.

Su música sonaba bien, muy «rollinga» argentina, y como buen natural del país albiceleste el tipo no cesó de repetir el nombre de su proyecto, «Caravana Rock», animando a los pasajeros a quedarnos con el nombre. Rogó encarecidamente que le buscáramos en las redes sociales… y aquí estamos.

Por lo que hemos averiguado en ellas, la banda forma parte de ese magma maravilloso de veteranos músicos castizos que cantan a las penas y alegrías de sus conciudadanos, con un estilo a caballo del Folk de cantautor «dylaniano» y un Rock latino similar al de la escuela Los Rodríguez-Calamaro.

Guille Silveti (guitarra y voz) está al mando del grupo, en el que comparte micro e instrumento con Javier Litterini, mientras que el bajo lo toca Isaac González, Pedro Navarro hace lo propio con la batería y Jairo Martín se ocupa del teclado sintetizador. Todos ellos hacen coros.

La formación cuenta nada menos que con cinco discos, los tres primeros bajo la denominación de Los Bueyes Perdidos: un primer lanzamiento independiente que data de 2002, otro segundo publicado por Several Records en el que colaboró Ariel Rot y el tercero de 2011, que dispuso de la producción de José María Rosillo (Amaral, Fito y los Fitipaldis, Sunday Drivers, etc.) y el concurso de luminarias como Sergio Makaroff o José María Guzmán.

El cuarto apareció el pasado año ya como Caravana y se tituló «Todas las flores». Para su reedición volvió a recurrir a su amigo Ariel Rot, que sorprendentemente recuperó una de las canciones de su etapa más desconocida, la inmediatamente posterior a Tequila. También pasó por el estudio el gran Claudio Gabis, «jefe» hispano-argentino de toda aquella diáspora que vino de Buenos Aires a mediados de los años 70.

La quinta entrega de la discografía de este combo tan singular responde al título de «Ciencia ficción» y quizás uno de los temas que cantó Guille en el subterráneo corresponda a ese último repertorio. Habrá que averiguarlo viéndoles en directo en alguna de las actuaciones que suelen realizar en el circuito de salas de la capital.

Leo Cebrián Sanz