Hace poco descubrimos un nuevo proyecto llamado Caravana Underground gracias a un EP de seis temas –“De carne y hueso”- que rápidamente llamó la atención de los componentes de esta redacción. Además del líder a la voz, Mariano Gómez -un viejo conocido de quien firma esta entrevista-, hay nombres de alto rango musical como Chus León (voces), Juan Olmos, que canta, protagoniza los teclados y la producción; Nacho Ortiz a la guitarra y Mac Hernández al bajo. El CD en sí contiene música propia, una versión del clásico Moris y tres de los temas recogen letras del gran poeta Miguel Hernández. Demasiados datos interesantes como para pasar por alto una extensa charla con Mariano y descubrir, además, que es un excelente conversador.


por Jon Marin


 

-Mariano, en tu biografía leemos estos datos: “Pinchadiscos de madrugada, organizador de conciertos, promotor de bandas y solistas, compositor de canciones, realizador de programas en los albores de la radio independiente, colaborador en revistas culturales con poesías y entrevistas o montando su propio grupo fantasma…” Desgrana poco a poco, por favor.

Mariano Gómez: -Pues si quieres, empiezo por el principio de verdad…

-Usted manda.

-Nací y viví buena parte de mi vida en el barrio madrileño de Carabanchel, más concretamente en una de sus zonas calientes, Caño Roto. Era como estar en Jerez, un barrio de artistas. En los años setenta por sus calles o en sus alrededores se cocía el Rock & Roll. En cualquier momento te podías topar con algunos de tus héroes que, con unos años más, andaban en lo mismo que nosotros; ya te imaginas. Las pintas del personal eran curiosas. No era raro ver a los Chorbos, a los Ñu, a los Leño… No era una moda, era que todos íbamos así, tanto los gitanos como los payos. No se nos distinguía mucho. Incluso había otros que vivían cerca, y te enterabas después, como Chino, el frontman de la primera formación de Banzai, en el Barrio del Lucero o Johnny de Burning, del barrio Campamento. Del grupo amplio de amigos había miembros de bandas como Dosis -que luego fueron Sobredosis- o Curva Peligrosa. Tuve la suerte de haber sobrevivido en un barrio divertido, perfecto para el Rock & Roll y el Flamenco, aunque había que andar con los ojos muy abiertos…

-Supongo.                                   

-Seguramente soy una persona con un perfil atípico. Escribo poesía desde hace décadas, también he realizado un trabajo de investigación sobre Miguel Hernández y una antología de su obra poética. Casi todo este trabajo permanece inédito.

¿Respecto a tus labores en radio, revistas, como representante, promotor, etc.?

-En los ochenta tenía un programa de radio –“Caminando por la senda peligrosa”- en una emisora libre de Madrid, Radio Negra. Es la emisora que pervive hoy en el mismo local con el nombre de Onda Latina. He sido mánager personal para la música en vivo y la publicidad del grupo Ausentes y de Chus León. Me hizo mucha ilusión, por ejemplo, organizar un homenaje a la faceta poética de Jimi Hendrix en la sala El Sol de Madrid. También he pinchado discos en clubes de Rock -Amonal y Manivela- en horarios muy diferentes a los que hoy se han establecido como normales.

¿Me explicas?

-Por ejemplo, Amonal abría a las tres, o más tarde, de la mañana -madrugada-, y a las diez me iba a casa agotado. La gente seguía pidiendo a AC/DC, a Leño… pero ya no me aguantaba el cuerpo. Y con mi amigo Manuel García Blázquez, un periodista de raza, fundamos la revista cultural “Brisa” en Lavapiés. Allí se refugiaban muchas iniciativas de poesía popular que, de otro modo, se hubiesen perdido.

Impresionante, amigo. Cuéntame ahora sobre aquello que llamasteis Licor, Bombones y Rosas, y ahora sí entramos en la faceta puramente musical. Creo que fue entonces cuando nos conocimos.

Licor, Bombones y Rosas fue una corta aventura con espíritu Punk, cuando ya el mundo iba por otro lado. En 1999 junté a dos amigos, Mac Hernández y Star Mafia Boy, para una sesión de grabación en el Rock Palace de Madrid. El día anterior a la grabación les enseñé una canción durante diez minutos en los locales de ensayo de Tablada…

-En Tetuán. Antes hablabas de tu barrio, ahora del mío, je, je…

-Así es. Recuerdo que Star Mafia Boy tenía prisa y dijo: “Chicos, es sólo un Rock and Roll”. Al día siguiente nos fuimos a grabar dos temas: “Listen our shot”, que saldría firmado por Licor, Bombones y Rosas, y “Born to lose” de M-99. Está claro que la segunda tampoco necesitaba de mucho ensayo. Los M-99 era una banda que resultó efímera, integrada por El Pollo (Larsen, Comando 9mm, Corazones Negros…), Ixma (Broma de Ssatán, Corazones Negros…), Star Mafia Boy (Ausentes, Guitar Mafia…) y un pintor que tocaba la batería que era Dani “Capitán Furillo”. Dani grabó también para nosotros (Licor, Bombones y Rosas) la batería.

-¿Sabes? He dejado que lo expliques de cara a los lectores, porque si recuerdas, ¡yo era el mánager de M-99!, ja, ja…

Mariano sigue explicando: -De aquello creo que se editaron doscientas copias en un sencillo independiente de dos canciones que todavía sigue viéndose en el mercado de segunda mano. De autores se recaudaron unas 60.000 pesetas de entonces. ¡No todos los días se edita un disco en el que tu nombre aparece al lado del de Johnny Thunders en los créditos! Estoy pensando meterlo en YouTube.

-Ya estás tardando…

(Continuará).