El Rock and Roll clásico nunca falla y menos si se le ha actualizado con un buen baño de Punk-Rock y Rhythm & Blues. Lo sabe bien Crazy Stacey, voz y guitarrista de un proyecto al que habitualmente acompañan D. ‘Rooster’ LaMontagne (bajo de seis cuerdas), Sarah ‘Tomcat’ Sanders (batería) y el saxo tenor David P. ‘Brown Queen’.

En noviembre de 2018 publicó cuatro canciones para su EP ‘Scream and Shout’, en aquella ocasión con la compañía de Serge LaTesta (bajo), Soli P. Smith (batería) y David P. White (saxo tenor). Aquellas entregas fueron ‘Baby you crazy’, ‘Pyscho’, ‘Leavin’ here’ y ‘The girl can’t dance’. Su formación actual es la ya encontramos en ‘First Class Hypocondriac’ (2019), primer álbum completo gracias a sus ocho canciones, con ‘An introduction to Crazy Stacey and the Customs’ incluida y la ya conocida ‘You can’t complain’. Su single fue ’62 Impala’.

En el presente 2020, Crazy Stacey ha reunido a más amigos en torno a las tres canciones de ‘You can’t complain’, como el saxo barítono ‘Doc’ Diushi Keri, el teclista Sege ‘Hltsville’, el contrabajo de ‘Magic’ Manoo Leveque y los baterías George ‘Tats’ Langstrom y Edwin ‘Easy’ Drummond. Ha vuelto a confiar en Álvaro Escribano -o sea, él mismo- y sus estudios La Chulona para aportar un poco de la alegría del Rock and Roll 50’s al sombrío panorama actual del post-confinamiento.

Su ‘Quarentine Rock’ le ha hecho cantar y tocar la guitarra, el bajo y la percusión, dejando el piano para su bajista y recurriendo esta vez a Edwin para las baquetas. Por encima de tanto nombre propio, Stacey proporciona soberanas raciones de entretenimiento con influencias tan distintas como las de Chuck Berry, Little Richard, Wilson Pickett, Slade, The Clash, Dead Kennedys, Jim Jones Revue, Bad Religion, Rancid, Social Distortion, Stray Cats, Fountains of Wayne o ese Nick Curran al que ha versionado, del mismo modo que algunos otros de los citados. Como pueden comprobar, ¡hay para elegir en la bodega!

Los invitados a este verbena del pasado 15 de mayo, fiesta del patrón madrileño San Isidro, desfilan por su videoclip con el atavío propio del Madrid más castizo. Fue una de las alegrías de esta primavera que tanto demandaba un poco de aire fresco en las casas cerradas.

A Álvari /Crazy Stacey y su gente les han escuchado en vivo en la toledana localidad de Talavera de la Reina, Gadía, Pedreguer, Málaga (Estepona y capital), su amada Madrid. Giraron con The Zeros

Leo Cebrián Sanz