“Diabulus in Opera” supone un documento muy especial para Mägo de Oz. Su concierto el 6 de mayo de 2017 en el “Arena CDMX” de México junto a la orquesta Sinfonietta -y bajo dirección de José Luis López Antón- supuso una celebración. Una celebración de 30 años de las andanzas de la bruja de Oz que, para estar a la altura de tal conmemoración, desató todos sus trucos y su magia en un show en mayúsculas y en un total disfrute para los fans de la banda madrileña.

La premisa del concierto era única: aunar algunos de los temas más exitosos de la banda y su interpretación con una orquesta sinfónica (coro incluido). El resultado fue único y quedó recogido en un doble CD y un DVD con dos horas y pico de duración: el concierto en su totalidad.

Uno de los puntos más positivos de esta grabación es que se consigue captar la pasión y la efusividad del público mejicano ante el espectáculo de grandes dimensiones como era el que se les ofrecía aquella noche, siendo muy frecuente (y positivo) escuchar a todo el respetable cantando a viva voz y coreando todos y cada uno de los temas del set. Tanto la banda como todo el recinto lo dieron todo ese día, y eso está perfectamente captado. El director Mario Ruiz y la producción y mezcla de Alberto Searra “Flor” hicieron un magnífico trabajo y fueron capaces de captar todo.

Antes de ir desgranando poco a poco los temas de este “Diabulus in Opera”, es necesario indicar que la mayoría pertenecen a la aclamada trilogía de “Gaia” (para muchos, los mejores trabajos de la banda), aunque también hay espacio para “Hechizos, Pócimas y Brujería”, “Ilussia”, “Finisterra” e incluso un par de versiones. En definitiva, un set de temas que un fan va a disfrutar desde el principio hasta el fin.

Un principio marcado por la obertura del concierto: “Sinfonia”, con unas imágenes en blanco y negro que ayudan al espectador a meterse en el contexto del concierto, con una voz en off encarnada nada más y nada menos que por el presentador del concurso “Pasapalabra” (y declarado fan de la banda) Christian Gálvez. Eél se encarga de anunciar lo que se va a avecinar y que da lugar a “Dies Irae”, con un Zeta apareciendo por un pequeña trampilla que hace que el público comience a lanzar los primeros gritos de júbilo de la noche y los primeros toques de acompañamiento de la orquesta, como los imponentes coros de los cantantes de la misma, que dotan al oscuro tema de un gran poderío.

Al poco de empezar el tema sale toda la banda a darlo todo: Txus a la batería, Fernando Mainer al bajo, Javi Díez a los teclados -y en ocasiones guitarra adicional-, Carlitos y Frank a las guitarras, Josema Pizarro a la flauta y una impecable Patricia Tapia también a la voz. Al poco tiempo de comenzar el concierto los despliegues audiovisuales son innumerables: a un imponente escenario se le une una pantalla superior, situada por encima de la banda y otra inferior, por las cuales se proyectan ilustraciones diversas para ilustrar los temas. Las ilustraciones fueron creadas expresamente para la ocasión por Victoria Francés, una conocida ilustradora valenciana especializada en la realización de dibujos de imaginería gótica y de seres místicos de diversos folclores.

“Dies Irae” da paso a otro gran éxito de la banda: “Diabulus in Música”, cuyas primeras notas de teclado son suficientes para generar el éxtasis entre el público. El tema, contenido en “Gaia II”, se enriquece mucho gracias a los arreglos orquestales, que resaltan tanto los matices oscuros de la canción como los aspectos sinfónicos de la misma. Mención aparte resultan los potentes coros del inicio del tema y la gran fuerza del público al cantar, acompañando a un gran Zeta en todo momento, que defiende -y con muy buena nota- muchos de los temas que años atrás eran interpretados por José Andrea. Los violines sientan genial al tema, ofreciendo al fan la posibilidad de escuchar muchos de las canciones, sobre todos las de “Gaia”, tal y como fueron concebidas en el estudio, incluso mejor. Para cerrar, son increíbles los falsetes de Patricia en la recta final del tema y la gran labor vocal que desempeñan los dos cantantes de Mägo.

Tras el fin de este oscuro tema de “Gaia II”, Zeta se dirige al público mexicano, agradeciéndole todo el apoyo que ha demostrado durante todos esos años y su asistencia a esa noche especial de la banda: “Hoy Mägo de Oz no son ni Txus, ni Mägo, ni Carlitos. Hoy Mägo de Oz, sois vosotros”. Unas palabras perfectas y un bonito gesto que despejaban las dudas acerca de si era realmente importante el público esa noche y que enlazan directamente con “Alma”, en la que el público cantó con toda su alma y donde de nuevo destacan los coros y la parte final. “Sueños dormidos” es la siguiente en caer y se convierte en uno de los momentos más emotivos de la noche.

El tema, compuesto por Txus y dedicado a su abuelo (que padecía de Alzheimer) se llena de un sentimiento mucho mayor gracias al apoyo orquestal. El aire, con temas de flamenco, cuenta además con los dos primeros invitados de la noche: por un lado el guitarrista Manuel Seoane, y por otro el batería Anono, ocupándose respectivamente de la guitarra española y el cajón flamenco. En mi opinión, este es uno de los temas en los que mejor se complementan la orquesta con la banda. Este tema supone también por primera vez el primer solo de Javi Díez a la guitarra eléctrica.

“Siempre” es otro de los temas más aplaudidos por el público, que corea hasta la extenuación la melodía de piano inicial. En este tema también se aprecia un toque de escenografía muy efectivo: la caída de copos blancos simulando copos de nieve, que comienzan a poblar el escenario. Supone un bonito y efectivo espectáculo visual, que complementa un ostentoso y grandilocuente estribillo que aumenta con la orquesta. Tras este tema llega el turno de la primera versión de la noche: “Mercedes Benz”, compuesta originalmente por Janis Joplin y que es interpretada por una increíble Patricia Tapia, que hace gala de una grandísima voz y que la convierte en una de las grandes cantantes del país (esos falsetes son oro puro).

El aire rockero y el protagonismo de Patricia siguen en el siguiente tema: “No pares (de oír RnR)”, que además de contar con Patricia en la voz principal, cuenta con Anono a la batería. La banda interpreta un corte más alejado del neoclasicismo y el goticismo hasta el momento, centrándose en un tema distinto y que a un servidor le pareció muy acertado, ya que demuestra diversidad en el set-list.

Esta sorpresa se mantuvo en la instrumental “A Costa da Morte”, que contó con un grupo de danza celta, Luna Celta, que hicieron una coreografía mientras se sucedían las notas de esta pieza de “Finisterra”. Fue un disco que supuso un punto de inflexión en la historia de la bruja y que contribuyó a llevarles a poder contar con un concierto así en tierras sudamericanas.

Otro punto de inflexión fue su disco “Gaia” y dicho tema cuenta en “Diabulus in Opera” con uno de los mayores despliegues audiovisuales del concierto. Un tema impecablemente recibido por el público, que manifiesta lo especial que es. Más aún cuando Zeta aparece por la trampilla que le vio aparecer al inicio del concierto, pero esta vez atado a una silla eléctrica, acompañado de humo y de un mono naranja, simulando a un reo que está a punto de morir. Además, por si fuera poco, el tema cuenta con pirotecnia y a un Zeta muy entregado, que demuestra que no tiene nada que envidiar a José Andrea, como intentando acabar con el aparente debate eterno acerca de quién es mejor cantante.

Precisamente Zeta acabará ajusticiado al final de la canción y su epitafio será escrito por los aplausos y los efusivos gritos del público. La resurrección del vocalista se plasma con una cabeza de un payaso loco. Es hora de “Ilussia”, el segundo larga duración del vocalista y la nueva canción del set, un tema en el que destaca la mezcla entre los coristas y los grandes falsetes de Patricia. Es uno de los álbumes más queridos de la banda y es de agradecer que lo incluyeran de alguna forma en el concierto.

Llega la melancólica y tranquila “La rosa de los vientos”, con un Txus abandonando el kit de batería y sumándose a la parte vocal junto a Zeta. Fueron apoyados por unas líneas de violines, violas y contrabajos, que quedan de lujo y que son acompañados a viva voz por todos los asistentes. Le sigue “Hechizos, pócimas y brujería”, uno de los temas más aclamados de ese primer álbum con Zeta y el nuevo comienzo de otra etapa para Mägo, demostrando una selección de temas del pasado y del presente de la banda, y con grandes vistas hacia el futuro.

Se apagan las luces y se escucha al coro enunciando una serie de demonios. El público se vuelve loco. Es el turno de “La cantata del diablo”, uno de los mejores temas (y más largos) de Txus y compañía y, para mí, el mejor momento de la noche. Un tema épico que cuenta con un despliegue a la altura de las circunstancias: unos arreglos muy bien implementados, cuatro actores que encarnaban a dos ángeles y dos ángeles negros, y la participación tanto de Leo Jiménez como de Manuel Seoane a una de las guitarras eléctricas.

Leo es el encargado de abrir el tema, al igual que hizo en la versión original del álbum “Gaia II”, acompañado de un público fascinado a ver hacer acto de presencia al cantante oriundo de Fuenlabrada. Una sorpresa mayúscula para todos los allí congregados, que acompañan al unísono la voz de Leo, hasta que la canción rompe y le pasa el testigo a Zeta. Éste defiende con saña tanto la parte que en la grabación original tenía Víctor García (Warcry) como la de José Andrea.

Creo que en este tema la banda se encumbró y lo dieron todo, no escatimando en medios. Incluso en la parte intermedia de las gaitas salió a escena un grupo de gaiteros: los Gaiteros de la Asociación Cultural de Galicia en México A.C. que suplieron esa parte con creces y que daban paso a otro gran momento del concierto: los solos de guitarra de Manuel y Carlitos -a cada cual más técnico-, así como el punteo neoclásico conjunto entre los antes mencionados y Frank, dejando así una estampa para el recuerdo. También lo fue la de Patricia, Zeta y Leo cantando a coro e impecablemente. Fue tal la entrega del público en este tema, que incluso recitaron los versos finales del epílogo de la canción. Esto demuestra que México ese día fue un público de 10.

El alto nivel de la “cantata” marcaba la recta final del concierto, en el que hubo espacio para otra demostración de la fuerza de Patricia en “Revolución”, una versión de su banda Khy, y para otro retorno a “Gaia” con la reivindicativa (y coreada) “La costa del silencio”. El fin de fiesta llegó con la clásica “Fiesta pagana”, con todos los músicos participantes en el escenario, confeti volando, un público entregado y otro elemento icónico de la banda… el “superpene”.

Resulta curioso que un tema tan fundamental de su carrera como lo es “Fiesta pagana”, que les lanzó a un público más amplio, sea el que cierre el show. Fue su forma de mandar un mensaje, diciendo a su público que están de celebración, que han cumplido 30 años, que han llenado un recinto y han tocado con orquesta, y que aún les queda mucha guerra que dar.

En definitiva, “Diabulus in Opera” es un documento que todo fan de Mägo de Oz tiene que tener, ya que ofrece temas fundamentales de su discografía, renovados por la orquesta y que son la delicia para todo seguidor de la bruja, que encontrará sorpresas y un despliegue audiovisual sin precedentes. Además, disfrutar de temas como “La cantata del diablo” o “Gaia” con una orquesta, igualando -e incluso superando- el nivel de las grabaciones originales, es una oportunidad que no se puede dejar pasar y que cierra una etapa en la vida de la bruja, una bruja que ya lleva 30 años de trucos y magia y a la que, sin duda alguna, le quedan muchos trucos nuevos aún por mostrar.

Miguel Ángel Dávila Prieto