Tras un periodo de descanso en el proceso de grabación de su nuevo disco, esta banda anónima -que no imaginaria- vuelve al estudio para continuar con su duro trabajo entre las paredes insonorizadas. Ya queda menos para saber de qué grupo se trata, pero lo realmente importante de esta serie es conocer de primera mano lo que experimenta un músico a la hora de la verdad, cuando se trata de plasmar sus canciones de la manera más profesional posible. Vamos pues con una página más de este «Diario de una grabación»:

«Reincorporación al estudio y con una tarde un poco complicada.  Este es el día de grabación del disco que menos me agrada y también lo pasé en el anterior. Lo primero que hay que hacer es cablear pantalla, monitores, micrófonos, etc., para después empezar a buscar el sonido de la guitarra. Como cualquier otro guitarrista, tengo mis paranoias. Quiero una cosa concreta y no es como el bajo, que lo pasas por línea y le metes los efectos de forma digital. No, no, el sonido que recojas es el que suena y las distorsiones y los efectos tienes que meterlos para que suenen.

Es decir, los toques de manos, los armónicos, todos los detalles y los arreglos que haces dependen de la sonorización directa y por eso ésta debe de ser perfecta. Esto significa que hemos estado dos horas dando forma al sonido, desde las 16:00 hasta las 18:00, que hemos dado con lo que buscábamos. Hemos tenido problemas con algún micrófono y como estoy buscando una cosa concreta, el técnico -que tiene recursos cantidad-, ha sugerido que fuéramos a su casa a por un micro que da un sonido muy grave y específico.

Una vez hecho esto, hemos empezado a grabar utilizando un pedal Ibanez de distorsión muy guapo, para meter un efecto y así engordar el sonido. Pero al terminar de grabar un tema nos hemos dado cuenta de que la fuente de alimentación de ese pedal ha fallado. Hemos analizado las pistas grabadas y algunas iban con el pedal y otras sin él, porque la fuente de alimentación saltaba.  Ha habido que borrar el tema completo y hacerlo otra vez. Esto te llega a minar, porque la concentración es absoluta cuando pretendes que el sonido sea perfecto; por un momento, estas cosas te descentran.

Para completar la tarde hemos recibido la noticia de que esta semana se reduce a tres días y esto ha significado que me enchufe con la situación. Me he puesto las pilas y he conseguido grabar los canales de distorsión tanto derecho como izquierdo -no acústicos ni solos-, de cinco de los temas. Una pasada, porque al final hemos logrado un día muy provechoso con cinco temas grabados en ambos canales. No suele ser habitual y espero que mañana acabemos con los tres temas que restan, seguidos por lo menos de los acústicos. El miércoles le meteríamos mano a los solos, que son técnicos y requieren su tiempo.

Ahora mismo tengo la muñeca de la mano izquierda abierta y me duele. Espero que cuando se enfrié no me duela de verdad y no pueda tocar».