Seguimos conociendo por testimonios directos y reales el proceso de grabación de un disco en un estudio profesional, de la mano de un grupo aún incógnito. Uno de sus músicos confiesa lo vivido día a día en este esfuerzo creativo colectivo, en el que la inseguridad inicial se mezcla con la euforia por el resultado positivo. La banda protagonista efectúa un parón en el trabajo hasta dentro de unas semanas, pero antes de este receso nos llegan los apuntes de lo ocurrido en las dos jornadas finales de esta primera parte de la grabación.

 


 

Miércoles, 21 de febrero de 2018

¡¡ESTE CHAVAL ES UNA MAKINA!!

El batería lo ha conseguido. Los dos temas que faltaban los ha liquidado. Es un monstruo. En poco más de seis horas se ha hecho la batería de los ochos temas. Ayer se le veía agotado y no podía acabarlos, pero hoy sí, hoy los terminó con una normalidad absoluta. ¡¡Qué grande es este chaval!!

Hoy queríamos terminar dos temas con el bajo y se ha conseguido. También han venido los becarios que ayer no vinieron. Hemos configurado el bajo y ha habido que buscar sonido: que si pinchar el sam sam, en fin… Hoy se ha conseguido empezar a grabar los bajos y hemos terminado dos temas. Aunque hay que decir que hemos sufrido, porque este disco es más complicado, con riffs más complejos y temas más rápidos que el anterior. Encima, el técnico nos da ideas y algunas nos gustan, por lo que debemos modificar ciertas partes. Esto ha sido lo más mencionable del día de hoy.

Mañana volveremos y tenemos intención de grabar los bajos de cinco temas, además de una colaboración de un amigo al bajo. O sea, que mañana seis temas y habremos terminado baterías y bajos en cuatro días. Un trabajo que… “tela”, cableando, configurando y grabando bajos y batería. Impresionante.

Hoy ha sido un día muy normal y tendría que reseñar la estupenda labor del batería. Mañana volveremos a ello.

 


 

Jueves, 22 de febrero de 2018

 ¡¡¡SOMOS UNOS BESTIAS!!! HEMOS TERMINADO TODOS LOS BAJOS EN ESTA TARDE

 

LA CURIOSIDAD

El tema curioso de la tarde es que soy compositor y también compongo la línea de los bajos. Pero soy guitarra y no bajista, y por ello comento errores. Por ejemplo, en un tema para el que había compuesto una intro acústica muy melódica y romántica antes de entrar a lo bruto. El técnico ha dicho “¡Eh! Ni de coña”. Me la ha mandado a la basura y he tenido que componer en el momento, sobre la marcha; la verdad, ha quedado un tema muy bonito.

 

Hemos tenido la visita de un amigo que va a colaborar con un tema. Tenía ganas de su colaboración por la amistad y su calidad como músico, ya que es un gran bajista y nuestro lutier. Su tendencia es más hacia el jazz y cuando ha venido con el tema compuesto ha habido un par de desajustes, pero por su calidad se ha solucionado en un momento y ha salido genial. En definitiva, que hemos terminado los bajos.

 

Me quedo sorprendido por el trabajo realizado en cuatro tardes de cuatro horas. Llegar a un estudio vacío, montar batería, cableado y grabar batería y bajos de ocho temas. Increíble el trabajo y con la pena de este parón hasta el 12 de marzo que volvamos.

 

PRIMERAS OPINIONES

Cuando hemos terminado y ya relajados, aprovecho un momento para preguntar al técnico cuál es su opinión sobre lo que está escuchando. “Tengo que escuchar voces y guitarra, pero si todo va como pinta, va a ser la…. Porque aunque es más “burro” que el anterior, sigue teniendo mucha melodía y guarda la esencia de la banda y eso no es fácil conseguirlo. Tengo que escuchar las voces”.

 

“Conclusión: disco más duro, pero no es “caña burra” por “caña burra” sin ningún sentido”. Me siento satisfecho por su comentario. No es persona a la que le guste regalar palabras bonitas a los oídos. De hecho, si no le gusta algo -como hoy mismo en el caso del bajo-, me lo dice y se modifica.