Tras unas primeras entregas de «Diario de una grabación» -interrumpidas más tarde por ser unas sesiones atípicas y muy distanciadas-, después de morderme la lengua hasta casi seccionarla por lo que iba descubriendo de la banda, ha llegado el momento de desvelar el producto final de lo que será -dadlo por seguro- si no el mejor disco del año, uno de los mejores.

‘Evil Mind Pieces’ es el título del último disco de la banda gaditana Scape Land. Este segundo trabajo, editado hace tan sólo unos días, pisa la calle con unas ínfulas más que justificadas, con las que parecen decir: «Hemos llegado para apostar por un Metal fusión». Se trata de un trabajo en el que desde el primer momento se descubre una evolución brutal respecto a lo que fue su primer trabajo homónimo: ‘Scape Land’.

Recuerdo hace exactamente tres años, cuando conocí a esta formación. En mi ansia por descubrir nuevas bandas, inconformista y cansado de escuchar siempre los mismos sonidos, llegué a lo que era el lanzamiento de su primer disco. ‘Scape Land’ fue un trabajo muy limpio y realizado con mucha ambición. Un trabajo atemporal que, aun después de tres años, sigue siendo un disco que escucho habitualmente. Un disco que no cansa y que da oxígeno a lo que habitualmente escuchamos los fanáticos de los sonidos más duros. Con detalles muy cuidados como es su portada, creada por J. Jesús Fernández, ilustrador reconocido profesionalmente como «JJFez», que da forma a la figura reconocible de la banda, a la que han denominado ‘Insane King’.

Este trabajo, de difícil catalogación por no responder a los cánones establecidos y acostumbrados a poner etiquetas- fue señalado como uno de los mejores discos de 2015 en webs como Metalcry y Subterráneo Rock, entre otras. Scape Land siguió cosechando logros como ganadores de XI Concurso Nacional Radio Utopía (Madrid, 2015), además de ser semifinalistas del prestigioso certamen Wacken Metal Battle Spain (Madrid, 2016), subcampeones del Rock In Nilo 2016 y finalistas de los I Premios Metal Wild en 2017. Coincidiendo con la grabación de este segundo trabajo, ya en este 2018 fueron seleccionados finalistas de la Wacken Metal Battle Spain celebrada en Barcelona, de donde volvieron con excelentes críticas de su directo.

Y ya pasada la resaca de todos esos momentos vividos con gran intensidad, sale al mundo metalero este ‘Evil Mind Pieces’, con un sonido que… Además, repiten ilustrador con una maravillosa portada que da un valor añadido en unos tiempos en los que desde el declive del vinilo se va perdiendo el espíritu de las portadas potentes.

‘Go!!’ fue la primera canción que pudimos escuchar del disco, antes de recibir toda una carga de potentes sonidos que se hacen densos desde el momento que entran en tu cerebro. Hay evolución en todos los sentidos. Además de la composición, destaca una letra muy elaborada por parte del guitarrista Diego Galindo, un genio que no sé hasta dónde podría llegar si viviera de la música y sólo se dedicara a componer y escribir. La batería llega de la mano de Adrián Ramos, que es donde puede que más se note la evolución en potencia: sin descontroles, con golpes secos que profundizan en tu mente. Por su parte, muy buen ritmo del bajista José Manuel Núñez a la hora de dar forma a esa potencia. Y la voz de Iván, por supuesto, que siempre me sorprenderá por sus cambios de registro. Increíbles esos cambios y esos guturales que no cansan, sin que como pasa en muchas bandas se conviertan en un suplicio llevados por la moda. Iván Corpas pone la belleza de estos nueve cortes, pero lo que hace Diego Galindo es la culminación para una delicatessen de disco.

Un trabajo redondo, en el que no sobra ninguna canción, incluso desde el primer corte -‘Evil’-, que ya sin prepararte te deja claro lo que será el disco. ‘Don’t know what this guy’s looking, don’t know what’s wrong with him’ es parte de la letra de una composición tan densa como la atmósfera creada entre la víctima y su verdugo en tu mente suicida. Un tema que sin saber de qué trata la letra te recrea esa ansiedad que acongoja y casi te quita la respiración. Un thriller musical que muy pocas bandas son capaces de recrear. Al final, una agónica rendición hacia el ejecutor en un solo magistral que te hace descansar tras cinco minutos agónicos: ‘Now your time is over. It’s my time to submit you, and I’ll prevail’.

Y tras escuchar muchísimas veces el disco, la sensación es la misma: una atmósfera casi irrespirable que te ahoga y la visión gótica de una mente bipolar y que no deja resquicio para la claridad. Tras los cortes séptimo y octavo -titulados respectivamente ‘Breathe’ y ‘Alive’-, el álbum vuelve a caer en la demencia con ‘Mind pieces’.

Creo que la obra maestra está en ‘I am’, tan técnica en su composición como intensa en su letra. Pero esto es algo a lo que debemos acostumbrarnos al escuchar este disco. Lo demuestra la composición del quinto corte -‘God’s love’-, en el que no hay una estructura concreta y que es la composición teatral más barroca que haya podido escuchar de un tema duro. ‘Breathe’ es puro respiro, un tema instrumental con alguna parte técnicamente compleja. Como un vórtice que te absorbe y te expulsa, para dejarte arrastrado y afrontar así el final del disco. Un perfecto final para una «mente insana».

En definitiva, un disco para escuchar muchísimas veces e ir descubriendo su esencia. Una obra maestra al alcance de muy pocos, inclusive maestros líderes del olimpo metalero.

Aitor Poyorock