En una nueva entrevista, el guitarrista George Lynch (Lynch Mob) ha hablado sobre la ruptura en 1989 de la formación clásica de Dokken: “El asunto es —y lo he dicho muchas muchas veces y no lo digo de forma despectiva ni nada por el estilo— que Don [Dokken, cantante] quería controlarlo todo y llevarse la mayor parte del dinero. Todo se redujo a eso, de verdad, y además nos lo hizo saber. Consiguió su propio representante por separado y luego tuvo su propio contrato discográfico por separado. Estaba intentando despedirnos a los demás músicos, pero no podía, no podía porque todos éramos propietarios del grupo. Así que disolvió la banda, se marchó o lo que fuera, como lo quieras llamar. Empezó con lo suyo y luego nos demandó. Así que nosotros lo demandamos de vuelta y el resultado final fue… nada. Cada uno se fue por su lado. Pero en realidad todos perdimos, todos.”
Ha seguido contando George: “Todos hemos hecho cosas estupendas desde entonces, muy satisfactorias y gratificantes musicalmente. Pero lo que sacrificamos fue la apuesta segura, aquello por lo que habíamos trabajado: hicimos la construcción paso a paso, lo hicimos bien con la ayuda de nuestra increíble agencia de representación, Q Prime —que llevaba a Queensryche, Metallica e incluso a The Rolling Stones y otras bandas enormes de la época-, teníamos el poder de toda esa máquina guiándonos, hicimos los discos adecuados en el momento adecuado, la sincronía era perfecta y, en el terreno empresarial, todo estaba listo para que diéramos el gran salto. Eso es lo que todo músico profesional desea: llegar al punto en el que tienes ese poder de negociación con los sellos, los promotores y otros, y tener tú la palanca para conseguir un contrato para muchos años y subir de nivel —económico y de seguridad musical-. En aquel momento estábamos a punto de todo eso, de firmar ese gran contrato con Warner Brothers/ Elektra.”
Lynch ha dado más detalles: “Habíamos insistido durante toda la carrera del grupo, cuando estábamos intactos, en que fuésemos cuatro para uno y uno para cuatro, dividirlo todo en cuatro partes, sin importar quién compusiera qué, sin importar nada. Yo compuse la mayor parte de la música y fui el que más perdió por ello, si quieres llamarlo perder, pero fui quien más cedió. Pero, aun así, creía en aquello porque pensaba que así se obtenían los mejores resultados. De este modo no fuerzas a los que componen peor a que se sientan obligados a aportar música que va a ser peor, a que lo hagan sólo para ganar dinero. Mejor que se queden en casa y ganen lo mismo”.
Ha continuado el guitarrista: “Llevábamos diez años partiéndonos el culo. Todos salimos del mismo sitio, todos tocamos juntos en garajes, en fiestas con barriles de cerveza y en bailes cutres, todos dimos nuestro tiempo… Así que ese sistema me parecía justo y cómodo, pero a Don (Dokken) no. Y ese fue nuestro problema, ese fue su problema conmigo. Cuando llegó la hora del gran día de pago, por el que todos habíamos trabajado, él quiso quedárselo todo y dejarnos a un lado. Eso no lo hacen las buenas personas, ¿sabes lo que te digo? Así que perdí todo el respeto por él y luché por mi carrera, y aquí estamos.”
Para concluir, ha dicho George Lynch: “Dokken podría haber sido una banda mucho más grande, podría haber estado al nivel de Motley Crue o Bon Jovi, que es otro nivel completamente diferente. Todos habríamos quedado bien servidos para toda la vida. Y eso nos lo robaron porque él (Don Dokken) lo dio todo y se la jugó para quedárselo todo él solo.”
