Esto ya empieza a resultar preocupante, aunque tremendamente divertido. Primero fue María, la ex-esposa de Fortu, luego llegó el turno de un querido compañero de la prensa especializada al que le está yendo muy bien tras el desafío amoroso (saludos, Estrella), más adelante llegó el impacto de la cita a ciegas de Armando de Castro y hoy ha sido la sorpresa de encontrarse en el plató de ‘First Dates’ a Fernando Díaz-Valdés, el bajista histórico de Pánzer.

El músico fue presentado como componente de un grupo de los ochenta y el anfitrión Carlos Sobera le mostró algunas imágenes de su pasado con Pánzer. Bajo la etiqueta de «rockero y austero», el músico y actual restaurador con residencia en la provincia de Toledo ha tenido su oportunidad de romance con una pretendienta llamada Dolores, cocinera valenciana de 59 años -separada y con dos hijos-, con la que ha empatizado al punto de acordar un segundo encuentro. A esta cita parecen haber seguido otras, según se deduce de la frase con la que los redactores del programa han definido su situación actual: «quisieron seguir sorprendiéndose».

Dolores es una rockera que continúa yendo a conciertos -Viñarock incluido-, con una personalidad muy interesante y libre, que en principio parecía no encajar con el carácter introvertido y esquivo de García-Valdés. Entre sus grupos y artistas favoritos ha citado a Extremoduro y el poeta Manolo Chinato, con quien Robe y Fito formaron Extrechinato y Tú.

Sus puntos en común con el bajista eran obviamente su gusto por una misma música, pero ha sido ella quien únicamente ha brillado en este «algoritmo del amor» que es el espacio de Cuatro. Simpática y con sentido del humor, Dolores se ha encontrado a un Fernando torpe y plano en sus comentarios («tú eres más radicalilla, no?») y muy poco o nada dotado para la seducción.

En un momento dado, el antiguo componente de Pánzer ha hecho gala de sus ideas políticas, decían algunos que cercanas a la ultraderecha, y que parecen confirmarse con expresiones como las vertidas a una estupefacta Dolores, que ha tenido que escuchar frases como «Te lo voy a lanzar para discutir. ¿No serás de Podemos?» o un aterrador «Yo soy simpatizante de cualquier partido u organización que diga: «Los españoles, primero»».

Preferimos no hacer sangre con estas lamentables declaraciones y optar por la misma indiferencia con la que ha reaccionado su compañera de mesa, de una educación exquisita y que ha preferido continuar con la cena como si no hubiera escuchado una afirmación tan impropia del momento. El bajista incluso pareció ofenderse cuando Dolores calificó a Jesucristo como «el primer comunista», un comentario que él confrontó con un desconcertante «Si Jesucristo lo era, pues igual Franco también», que afortunadamente se guardó para sus declaraciones en el set de invitados.

Hacia el final del encuentro se ha producido una conversación en torno a quién pagaba la cena de la noche. Fernando ha salido más airoso que su colega «ochentero» Armando de Castro, ya que pretendía ser él quien invitara a «la dama». La productora debía estar buscando un nuevo momento «bochorno», pero esta vez no ha podido salirse con la suya, pese a las curiosas disquisiciones machismo-feminismo del muy tradicional «caballero» Díaz-Valdés.

¿Quién será el próximo de los nuestros que veamos en Cuatro a las diez de la noche? Toquemos madera. En fin, al menos han puesto canciones de Pánzer como fondo musical…

Leo Cebrián Sanz