El pasado viernes 17 de diciembre culminó la gira promocional en Madrid de los autores de “El Bar de Jo”, el libro que resume el devenir del bar rockero más famoso de Almería. El miércoles de la misma semana se celebró un acto más oficial en la Librería La Central de Callao y un día después el escenario del acto de presentación fue el Irons Café Racer. Esta gran obra dedicada al legendario bar de ambiente musical y motero del Cabo de Gata ha sido editada por Los Libros de Mondo Brutto, la heredera editorial del prestigioso fanzine del mismo nombre.

Durante veinticinco años, El Bar de Jo generó una auténtica leyenda de lugar único en Andalucía, una especie de oasis para la vida nocturna más creativa y libertaria. Su fundador fue un motero francés que se enamoró del desierto almeriense… y que allí se quedó. La iniciativa hostelera de este amante de las grandes cilindradas fue llamando poco a poco la atención de los músicos de la provincia. A ellos se sumaron los curiosos viajeros que querían conocer lo que escondía este chiringuito del pueblo de San José.

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El libro en cuestión es un volumen de lujo de 260 páginas, con 600 fotos que documentan lo ocurrido en tan singular emplazamiento. Nuestro colaborador en la provincia, Miguel Carrasco Ramo, lo visitó en persona hace unos días y comprobó que ya se trabaja en un intento de reapertura. La fiesta de presentación de este ensayo fotográfico fue el motivo del reencuentro de los clientes y sus anfitriones hosteleros, y el punto de partida del esfuerzo colectivo por recuperar un espacio tan cargado de buen recuerdo.

Este impulso lo corroboraron en Madrid los propios autores de este lujoso volumen de tapa dura, que con su trabajo de varios años han tratado de poner en valor el encanto alternativo y atractivo cultural que Joe y su gente aportaron a quienes visitaban su establecimiento.

Entre los numerosos músicos que actuaron en El Bar de Jo o se tomaron unos bebedizos en su barra destaca por encima de todos Joe Strummer, vocalista de The Clash. El británico asentó su relación de amor por Almería en este epicentro de lo ácrata y casi clandestino –“la vida pirata, la vida mejor”-, donde encontró un refugio que hizo compatibles su deseo de anonimato y la diversión innata al ocio cultural del rockerío y el «golferío» artístico.

Joe ya no puede evocar aquellas noches de “inspiración y locura” -como el título del disco de Pata Negra-, pero sí lo han hecho las decenas de personas que han sido entrevistadas para llenar de jugosas anécdotas y evocaciones su nostalgia por “El Joe”.  

Leo Cebrián Sanz