Nos resistimos a escribir esta noticia como si de un obituario se tratara, porque el impacto del posible cierre del Hebe plantea muchos asuntos que merecen una reflexión seria. Desde el papel de la Junta de Distrito de Puente de Vallecas y el Ayuntamiento de Ahora Madrid -a los que como a su «amado líder» parece gustar más el Hip-Hop que el Rock- a la responsabilidad del propio público rockero, que ha cambiado el ocio en los bares de música por el botellón en el parque. Mientras se cierran garitos, sus hermanos mayores o padres consumen horas y horas enganchados a Netflix, el nuevo enemigo mediático de la diversión nocturna en las ciudades…

La sala vallekana más legendaria, aquella que vio nacer a colectivos como Hijos del Agobio o que sembró las raíces del festival Vallecas Rock, acaba de anunciar desde su Facebook el fin de su actividad…., salvo que un milagro administrativo lo evite. La medida viene motivada por las obras de aislamiento acústico que el Ayuntamiento de Madrid exige a los propietarios del bar, tal y como se hizo público en una nota informativa el pasado 8 de mayo:

«Hola.

Lamentamos comunicaros que tenemos que suspender todos los conciertos de la sala de los próximos tres meses. El motivo es que el Área de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid nos ha obligado a instalar un limitador. Esto es completamente incompatible con las actuaciones.

A pesar de haber llevado a cabo una obra de insonorización en el vestíbulo, nos siguen poniendo problemas. Estamos atravesando una etapa difícil. Por eso, os pedimos perdón a los grupos que teníais previstos conciertos y comprensión a toda-os la clientela.

Confiamos en tener solucionado todo pronto. Me gustaría acabar este comunicado con un grito ya mítico: «Larga vida al Hebe»».

El texto oficial en el que actualizan la información sobre el problema y anuncian el amargo adiós es el siguiente:

«Hola, queremos informaros que hemos tomado la decisión de cerrar el Hebe. Esperamos que esto sea una medida provisional, pero es difícil. Esto se está alargando muchísimo y lo de no poder hacer conciertos nos supone unas perdidas económicas que no podemos soportar, sobre todo viendo que en los próximos meses no vamos a poder solucionar nada.

Esta decision es dolorosa después de más de 38 años de vida. Nos duele sobre todo por los grupos, porque sabemos las dificultades que tienen para encontrar locales donde tocar, pero no tenemos más remedio. El 26 de mayo será el último día que abriremos.

Ha sido un honor estar toda una vida con vosotr@s. Un saludo. 😣😣».

Lo cierto es que Vallekas, el refugio durante años del ambiente más rockero de la capital y casi diríamos que de toda España y buena parte de Europa, perdería con el Hebe el tercer lugar emblemático de la que en su día fue una auténtica ruta de la noche metalera. Tras la conversión del Excálibur y La Urbe del Kas en sendas discotecas de música latina, la desaparición del Hebe certificaría el final de toda una época de divertida socialización y ocio creativo, a la que por cierto no fue ajeno el bar Rock & Tacos, que regentaba nuestro director Jon Marin.

Leo Cebrián Sanz