Ya sabemos lo que es el Groove Metal, pero esta palabra inglesa de tan difícil traducción directa siempre estuvo más relacionada con el Funk y los sonidos bailables. Para algunos el Groove es como el Flow, ese punto artístico que dota de personalidad a los estilos más relacionados con el ritmo y el baile. Sea como sea, cada vez que el Funk y el Rock hacen mezcla, el resultado es diversión asegurada y desentumecimiento inmediato de caderas. Como los rockeros bailamos de arriba a abajo y no de un lado a otro, recomendamos fervientemente una primera clase de contacto este próximo jueves a partir de las 21:30 en la madrileña sala Intruso, donde actuará el grupo El Mal de Fruk.

Este quinteto formado por Sara Súnico (voz), Alberto Fernández y Néstor Villa (guitarras), Rubén Pérez (bajo) y Rod Diazetti (batería) llevan gestando desde 2009 su batidora de Pop, Rock, Funk, Soul e incluso Blues según algunos, desde que Alberto y Néstor optaron por dar un giro de 180º a su común peripecia musical. Entre sus influencias declaradas hay algunos clásicos -como Earth Wind & Fire o incluso el más contemporáneo Jamiroquai-, sin desdeñar a nuestros propios referentes -la huella de O’funkillo cada vez es más grande- o nombres aparentemente «menores» a apuntar en la lista -caso de los locales Cosmosoul o Garaje Jack-.

La segunda formación de El Mal de Fruk comenzó a rodar en directo como tal en mayo de 2014, aunque dos años después se produjo la salida del bajista Rafa. Le sustituyo Rubén, al que habrá quien seguramente recuerde de San Blas Posee. Junto a él añadieron cuatro nuevos temas de estudio al repertorio grabado con el que ya contaban. El primero en ser registrado fue «Pasan las horas» -a comienzos de 2015-, mientras que en abril de ese año se estrenó su videoclip «Esta noche». Pronto estuvieron listas otras composiciones como «Clandestinos» -también en imágenes- y «Manos contra la pared». Más adelante llegó el clip de «Calles» y, por fin, un CD completo de diez canciones, titulado como la propia banda. En este lanzamiento de 2018 se incluyeron varias de las ya citadas.

Repasando el Facebook de El Mal de Fruk, uno se queda sorprendido de lo mucho que se han movido por la Comunidad de Madrid. Atentos a la ruta, digna de la pareja de ciclistas que recorre el territorio en ese programa cicloturista de Telemadrid llamado «El punto sobre la historia»: Bustarviejo, Colmenar Viejo -casi una segunda casa-, Coslada, Leganés, Lozoya, Majadahonda, Manzanares El Real, Navalafuente, San Sebastián de los Reyes, Soto del Real y Tres Cantos.

En la capital también han puesto su chincheta en el mapa de casi todos los distritos de la noche cultural madrileña, con actuaciones en bares musicales como Alive, BarCo – otra segunda casa, pero esta vez en la «almendra central»-, BlackBird, Caravan, La Cocina, The Copernico Cavern, Entre Darts, Fun House, Hebe, La Mala, La Nueva Década -antes La Nueva Dicha-, Rock & Pop o Starving. Fuera de la metrópoli y su provincia han actuado en Salamanca, Segovia (Aldeanueva de la Serrezuela) y Pedro Muñoz (Ciudad Real).

Todo es eso ha sucedido durante un periodo de tiempo cercano a los ocho años, lo que revela su esfuerzo por mantener cierta continuidad en los directos y una trayectoria artística coherente. Pocas formaciones parecen haber tocado más y con mayor regularidad en el competido circuito de las salas de medio aforo de la ciudad y su Comunidad. Incluso Alberto y Sara han hecho conciertos acústicos del repertorio de El Mal de Fruk. Como colectivo han participado en algún evento solidario y colaborado con asociaciones culturales que apoyan la música en directo.

Leo Cebrián Sanz