El pasado jueves 5 de marzo se celebró en el Auditori de Girona la entrega anual de los Premis Enderrock 2020, los galardones que impulsa la revista musical Enderrock. Esta publicación es un importantísimo activo de la cultura autóctona y siempre se ha editado en catalán. Nadie como sus redactores y lectores para recordar la figura de Martín Rodríguez, batería del grupo Sangtraït, fallecido el pasado 3 de enero. La noticia nos cogió de sorpresa en plenas fiestas navideñas y preferimos reservar el recuerdo del músico para una ocasión más propicia. El motivo no puede ser ahora más propicio, ya que se trata del primer reconocimiento público que la escena local dedica a uno de sus artistas más veteranos.

El músico, que contaba con 64 años, era un tipo singular que no pasaba desapercibido, tanto por su forma de tocar la batería como por su imagen y personalidad. Su obra con Sangtraït es historia pura del Rock Catalá más cercano a los sonidos duros, que siguió defendiendo junto a Los Guardians del Pont, la banda en la que compartía escenario con Quim Mandado, bajista y cantante de Sangtraït, y Joan Cardoner, de Rockson.

Hemos querido contar con la opinión del gran biógrafo de Sangträit, el periodista y compañero Iván Allué, quien hace unos años publicó un completísimo ensayo sobre el grupo de La Jonquera, uno de los grandes nombres del Rock Catalá junto a Sopa de Cabra, Sau y Els Pets. Agradecemos la intervención de Iván, redactor de la web Metalcry y responsable de otros libros como el dedicado a Ktulu, ya que pocos especialistas como él pueden valorar en su justa medida la relevancia artística del instrumentista.

El autor de ‘Sangtraït: Vint Anys Empreyant Els Veins’ (Quarentena Ediciones, 2013) hace un completo recorrido por la carrera de Martín, al que ya se pudo ver tras los parches en Rockson, una de las primeras referencias del Heavy Metal hecho en Cataluña, en este caso en castellano. Martín había nacido en Cumbres Mayores (Huelva), pero su familia emigró a Figueres cuando él contaba con 14 años. Una vez allí ejerció de maestro pastelero y trabajó de camionero -su oficio fuera de la música-, ingresando en la formación que le daría la fama en 1985 y grabando su primer disco tres años después. Su proyecto más reciente era Barbablanca, un nombre fácilmente identificable con su propia imagen, siempre tan particular y vinculada a la cultura motera. Allué glosa así a un personaje irrepetible, cuya obra y legado también merecen la atención y el recuerdo de todo ese público rockero que desconoce esta parte de la historia de nuestra música en Cataluña.

 

 

 

El homenaje de Enderrock se desarrolló durante la apertura misma del acto, ya que el tema más conocido de Sangtraït, ‘El vol de l’home ocell’, fue interpretado por la orquesta Sinfónica de Cuerda y Cobla de Cataluña. El tenor Roger Padullés cantó su letra y a la batería estuvo Martín Rodríguez Jr., hijo del músico tributado. Él mismo fue quien invitó de manera espontánea a subir al escenario a los compañeros de banda de su padre -con la guitarrista Lupe Villar a la cabeza-, que durante unos minutos no pudieron contener la emoción del momento y devolvieron con sus aplausos las ovaciones del público presente en la sala. No hubo palabras, ya que no estaba prevista intervención alguna, pero sí un intenso intercambio de abrazos entre los músicos y familiares de Martín.

Leo Cebrián Sanz