Nuestros compañeros del proyecto «Ellas son eléctricas» siguen su trabajo de arqueología musical y esta semana nos sorprenden con una nueva reseña de un grupo muy poco conocido dentro de la escena de nuestro Rock femenino. Saday apenas cuenta con un single editado y su ámbito de actuación se circunscribió a Cataluña, aunque llegaron a tocar en directo en el sur de Francia. Uno de los grandes valores de esta banda es que estuvo compuesta exclusivamente por mujeres durante gran parte de su trayectoria, en un caso parecido al de las vitorianas Pléyade, que finalmente también incluyeron a un componente masculino.

Ha sido posible contactar con cuatro de las antiguas componentes de Saday gracias a la gestión fundamental de Albert Solé, investigador musical y autor de la obra «La Cataluña Metálica – El Heavy Metal en Cataluña», sobre cuya primera entrega publicamos un artículo ayer mismo. Vicky, Merche, Dolores y Encarna han escrito y supervisado de manera colectiva su propia biografía, tras reunirse para recordar los buenos tiempos de su aventura musical y darla a conocer a quienes están siguiendo con interés las distintas reseñas de este futuro documental musical -y vinilo recopilatorio en apenas unos días-. He aquí el relato de las propias Saday:

«Saday fue un grupo de Heavy Metal femenino, creado en Terrassa a finales de los años 80. Las fundadoras fueron Encarna Prados y Vicky Ruiz cuando rondaban los 15 años de edad, en la época en que tomaban clases de guitarra. Ambas eran guitarra rítmica y guitarra solista respectivamente. En esa etapa inicial se incorporó, aportando mucho apoyo y una gran dosis de ilusión, la madrileña Pilar Severiano, bajista del grupo, dando origen a la primera formación de Saday.

En esa primera formación no había vocalista, sino que eran Encarna y Vicky las que se turnaban para poner voz a los temas que iban componiendo. Pero llegó un momento en que decidieron que necesitaban una cantante que pusiese voz a las canciones. Así fue como apareció Merche Martínez y con ella también Dolores Melchor, las dos de Sant Boi de Llobregat, a las que conocieron después de una actuación en una discoteca de la citada localidad. Hubo química y Merche se incorporó al grupo como vocalista y Dolores lo hizo como batería.

La banda disponía en un principio de un repertorio musical breve y simple, hasta que conocieron al gran Ricard Dick, cantante de ADN. Éste compuso diversos temas para la formación, aportando piezas más trabajadas y con un toque más glam. Merche puso letras a diversos temas -comenzando por «Sueños rotos»-, letras que posteriormente iría incorporando a otras canciones.

La formación se reunía los fines de semana para ensayar en un local de Terrassa, con suma ilusión y dando el cien por cien en cada ensayo. Eran debutantes, como tantos otros grupos, pero con la diferencia de ser mujeres, en una época en la que el mundo del Heavy Metal era especialmente machista. Sus referencias musicales eran el Heavy en todas sus vertientes. Al haber diversidad de géneros, se fue aportando una buena dosis de criterio musical, chispa y ganas de salir en directo.

Poco a poco fueron creando temas propios y comenzaron a grabar maquetas y algún vídeo promocional, que les dio un pequeño empujón. Cuando consideraron que tenían material suficiente para hacer un directo potente, empezaron a llegar ofertas. Fueron contratadas en diversos festivales de barrio y salas de música, con llenos por la curiosidad. Ellas sabían que les quedaba mucho por aprender, pero siempre fueron conscientes de que también así empezaron los grandes.

En el año 1990 grabaron el single «La última noche», con dos temas de promoción que no vieron la luz hasta 1991. El single no fue grabado con la esencia que ellas hubieran deseado, sino que se hizo con cierta coacción, lo que restó frescura al producto final. Parte de lo que significaba Saday sí estaba presente, pero lo cierto es que se hizo con una gran proyección de cara a las discográficas de renombre que se interesaban por el grupo.

Merche y Dolores fueron a varias entrevistas con discográficas, pero aún eran muy jóvenes para entender cómo funcionaban algunas. Hasta les llegaron a ofrecer temas hechos por otros compositores para que fueran éxito seguro. Vicky y Encarna también iban teniendo contacto con discográficas que se manejaban de modo similar. El grupo habló de ello pero decidió ir poco a poco, aprender día a día juntas. Había creatividad, mucha voluntad, buen ambiente y compañerismo.

En noviembre del 91, después de un concierto con muy buenas críticas celebrado el día de la Dona en Sant Boi, Merche y Dolores decidieron darse un descanso del grupo para crear su propio repertorio, que consideraron que debía tener más contundencia. Saday quedó entonces sin vocalista y sin batería por lo que, en una nueva búsqueda, aparecieron tanto Pedro como la británica Connie Lynch. Fue así como a la formación se incorporó por primera vez un chico, que sería el batería durante algún tiempo. Connie fue quien tomó el relevo en la voz durante algo más de un año. En esa etapa se grabó ‘Never again’, versión en inglés del tema «La última noche”, del que se realizó un vídeo de estudio.

La nueva formación duró algo más de un año hasta que un buen día, después de una prometedora oferta, el grupo decidió aceptar el management de unos representantes. Éstos realizaron poco más que una mala gestión y fue entonces cuando se acabó desmembrando el grupo. Algún tiempo después las guitarristas del grupo, Encarna y Vicky, decidieron volver a recomponer Saday incorporando nuevos miembros. Ahí se creó la que sería la última formación de Saday, integrada por las dos guitarristas de la formación inicial, y dos chicos: Javi como bajista y «Juanillo» como batería. Al grupo también se incorporó una cantante barcelonesa llamada Bady.

Durante los dos años que duró aproximadamente esa formación se crearon y grabaron algunos nuevos temas como «La libertad es mi motor» y el tema «Saday», además de realizarse varias entrevistas en radios y televisiones locales. También dieron varios conciertos en salas como Tangaroa y un concierto al aire libre en la ciudad francesa de Pamies, que sería el último del grupo Saday antes de disolverse definitivamente en 1994″.