Desde que empezasteis a usar recursos como compresores, limitadores, ecualizadores, etc., ¿cambió drásticamente la mezcla?

No, no se cambió. De hecho, por eso estuvimos tanto tiempo buscando un estudio. No sólo para mezclar, sino también para masterizar. Y era por confiar plenamente en ellos. Igual que soy muy sibarita con el sonido de las guitarras y las he grabado yo, a mí no me gusta meterme en el trabajo de los demás. Si lo hago intento ser muy prudente, porque tampoco me gusta que se metan en el mío. A ver… opinar puede opinar todo el mundo; vale, eso es libre, pero no en aspectos técnicos.

Yo no soy quién para ir a decirle al técnico: «en vez de usar este compresor, usa este otro». Por eso también elegimos ese estudio. Les dimos las pistas y les dejamos trabajar libremente; al cabo de una semana, cuando escuchamos el resultado, nos dimos cuenta de que habíamos acertado y tenían el sonido. Obviamente luego había que hacer pequeños retoques y demás, pero eran pequeños.

 

¿Qué material (guitarras, amplis…) usasteis a la hora de grabar?

Buff… entre lo que me acuerdo, que fue hace ya tiempo, pues cantidad de material. Las dos guitarras usaban el mismo cabezal: un Bogner Ecstasy. Ambos son el modelo 101B, pero son distintos. El mío para guitarra solista está ligeramente modificado. Tiene un doble master, así que modificamos los potenciómetros para que el previo alzase la ganancia con más velocidad y por eso el mío es un poco más macarra. Pero luego son muy muy distintos. Son «amplis» muy flexibles, que suenan de muchas formas diferentes. Y de pantallas usamos Orange con conos Vintage 30. El disco lo grabé entero con una guitarra Gibson Les Paul Custom y los limpios con una Ibanez -la del mástil, la del diapasón de arce-. Lo hice precisamente por el brillo.

Buscaba ese brillo un poco más Fender, más vintage, y me sonaba mejor. La Gibson era como un elefante en una cacharrería en los limpios, lo saturaba todo. Álex grabó con una Warmoth, Les Paul también, creo recordar que con las mismas pastillas 490 y 498. Y luego de pedales, pues hubo screamers, cry babies y poco más. Nosotros no usamos efectos, salvo algunos arreglos; luego, en el estudio, algún delay, reverb… Además, los técnicos se quejan mucho: «es que esto no me va a cuadrar tiempos»… o cosas así.

Evitamos ponérselo difícil a ellos, porque eso también es ponérnoslo difícil a nosotros mismos y terminar pagando más. Para los bajos… no recuerdo bien, pero creo que usamos un cabezal Amper, un SVT. La pantalla creo que fue el completo de Amper. Y las baterías, ahí es donde más me pierdo… Sé que tuvimos muchísimos problemas con la caja; de hecho, llevamos tres cajas distintas. Nos pasamos una mañana entera afinando cajas y cambiando parches de cajas hasta que conseguimos el sonido que más nos gustó. Lo más curioso es que cuanto peor sonaba, mejor lo hacía por los micros fuera.

Esa es la magia y la condena del estudio. Tú pones un micro a dos centímetros de la caja y recoge un sonido que no tiene nada que ver con el sonido que tú oyes. Y la batería creo recordar que fue una Gretsch Catalina. Luego ha cambiado de batería un par de veces y me pierdo un poco más.

A la hora de componer, ¿de dónde surgen las ideas? De un riff, de una melodía…

Pues de ambas cosas. Es verdad que todo el Rock está centrado en un riff de guitarra, pero también que a veces se te ocurre una frase; de ahí, la propia letra te sugiere una melodía y ésta te da una progresión de acordes o un riff. Ha habido un poco de todo, pero en mayor medida quizás es un riff y a partir de ahí vamos construyendo algo. Pongamos por caso ‘Just fight’ -que es uno de los singles que fuimos sacando-. La melodía y la letra de ese tema se me ocurrieron a mí estando entre dos clases en la escuela. Luego lo armonicé con unos acordes y a partir de ahí empecé a construirlo. Pero luego, pues hay un poco de todo.

 

Con el último LP os habéis recorrido toda la península compartiendo escenario con grandes bandas nacionales e internacionales ¿Qué momentos son los que más os han llenado como músicos?

Hemos tocado en festivales muy guays. Por ejemplo, el año pasado en Jerez en el Electric Rock Day Fest, con un cartel increíble y un gran nivel. Además, yo soy de allí y era muy importante para mí poder tocar en la ciudad, llevaba muchos años sin hacerlo. Hemos teloneado por ejemplo a Graham Bonnet, que a todos nos gustaba. Para mí era muy importante compartir escenario con Joey Tafolla y en ese sentido bastante bien. Pero lo que realmente nos ha llenado cómo músicos es el conjunto de todo lo que hemos hecho y ese reconocimiento al que llegas.

 

Vuestro directo es demoledor. Recuerdo cuando os conocí, en el Derry Irish Tavern -de Leganés (Madrid)-. Iba habiendo escuchado sólo un tema vuestro por Internet. Cuando llegué y vi que teníais allí un Bogner para tocar, pude intuir que se trataba de una banda con un exquisito gusto musical. Después os he visto en otras salas y siempre lo dais todo en el escenario. Reconozco que el concierto que más disfruté fue uno que disteis con Overloud, grupo que por cierto descubrí gracias a vosotros.

Bueno, eso de con Overloud, buff, hemos tocado no se sabe ni cuántas veces (risas). Es una banda con la que coincidimos en un «festi» hace diez años, llevábamos muy poquito tocando y desde entonces nos hemos hecho súper colegas. Hemos tocado siempre que hemos podido juntos y, si no vamos a vernos los unos a los otros, hablamos habitualmente. Me alegro mucho, ¿sabes?, porque hacemos buena pareja como bandas. En cuanto a de dónde sacamos ese sonido en directo, es cuestión de una confluencia de factores. Lo primero que tiene que haber son los temas y la suficiencia técnica como para desarrollarlos e interpretarlos bien.

En cuanto tengas esto, lo único que has de hacer es ensayar, ensayar y ensayar por muy bueno que seas. Yo toco en otra banda en la que no se ensaya… y eso que todos somos músicos profesionales. No se ensaya porque es materialmente imposible y aun así todo sale muy bien. Pero somos conscientes de que si ensayásemos, seguramente saldría todo mucho mejor, podríamos arriesgarnos más en directo e improvisar más cosas. Lo dicho, el truco está en ensayar hasta que conozcas al tío que está tocando al lado como si fuese una parte de ti. Y saber cuándo va a fallar, cómo va a fallar y por dónde va a salir. Y eso es súper importante para que, cuando veas ese directo, puedas decir: «ostras… parece que todo está en su sitio». Y digo parece porque errores siempre hay, pero no se perciben precisamente por eso.

Y luego subes al escenario y bueno… yo recuerdo una frase que tenía Bruce Springsteen encima de su camerino. Decía algo así como “Ya no es momento de estudiar. Lo que no te sepas ya no lo vas a aprender, ahora es momento de divertirse”. Y yo creo que ese es el concepto. En cuanto salimos al escenario, vamos en plan: «ya me da igual todo, vamos a arrasar».

¿Alguna anécdota que se pueda y te apetezca contar?

Puff, habría muchísimas, pero muchísimas. No sabría elegir una. Si te refieres encima del escenario, nos ha pasado de todo. Por ejemplo, una vez que yo llevaba dos guitarras y rompí una cuerda en cada una. Menos mal que había cambiado la cuerda de la primera guitarra y volví a salir (risas). Nos hemos caído. Yo que sé…

Yendo con los Overloud y The Poodles, la primera noche alguien le pegó una patada a un ventilador. Salió volando hacia la primera fila (risas), y encima se desmontó con las aspas por ahí y todo. En otra ocasión nos tuvieron esperando tanto tiempo después de una prueba de sonido que empezamos a beber y buah… A lo mejor para los demás no se notaba tanto, pero para nosotros fue lamentable. En fin, no podría elegir una, pero tenemos muchas.

 

¿Qué proyectos de futuro tiene la banda?

Ahora mismo básicamente estamos componiendo material y en negociaciones y búsqueda para ver cómo sacar un nuevo álbum. Todavía nos encontramos a mitad de proceso de composición. Y digo a mitad porque no te voy a engañar. Podríamos sacar el álbum mañana porque hay material de sobra, pero nos gusta procesarlo y macerarlo bien.

No sabemos exactamente cuándo saldrá, porque a día de hoy no tenemos claro con quién lo vamos a sacar, lanzar… -me refiero a discográfica, distribuidora, etc.-. No creo que repitamos con Warner, no consideramos que sea una discográfica adecuada para nosotros. Y no es culpa de ellos. Por eso ahora no estamos haciendo muchos directos. Excepto por ejemplo hace dos semanas, que estuvimos en Portugal. Son cosas que salen y decimos: «venga, nos apetece». Porque si te tiras mucho tiempo en el local, te acabas subiendo por las paredes.

Nuestro compañero Juan Antonio (en el centro), junto a la banda

 

Gira X aniversario. ¿Para cuándo?

Gira como tal no vamos a hacer. Haremos un concierto, eso seguro. Queremos preparar algunas cosillas, pero sin revelar muchos detalles de momento. Está todo un poco en montaje, así que aún no sabemos cómo y para cuándo. Aunque cumplimos los diez años en septiembre u octubre de este año, es complicado el tema de que haya salas disponibles en las que no hayamos tocado en Madrid durante una buena temporada, coger una fecha que nos venga bien a todos, etc. Sabemos lo difícil que es mover gente. No puedo decir cuándo será, pero se hará.

 

Espero que os haya gustado la entrevista y os entren ganas de escuchar este discazo tanto como a mí. Muchas gracias a todos y hasta la próxima.

Juan Antonio Nieto del Campo