por Jon Marin


 

El año pasado, al poco de sacar tu disco ‘Rocker’, nos comentabas que siempre habías tenido en mente sacar un disco en solitario pero que tardaste en decidirte. Una vez hecho y con la perspectiva de estos meses, ¿contento de haber tomado la decisión?

-Sí, la verdad es que estoy muy contento de haber dado este paso porque siento que ha habido un antes y un después de este disco. Me ha dado la oportunidad de probarme a mí mismo y de trabajar con un equipo de gente maravillosa. Siento que las cosas han llegado en el momento que tenían que llegar porque, de haberlo hecho antes, no hubiera podido ofrecer la riqueza musical que tiene este disco. Si bien es verdad que el momento musical e histórico no es el mejor: Los apoyos de las televisiones, etc. brillan por su ausencia y el Rock no es ningún camino de rosas. Pero afortunadamente hay un grupo de ‘galos’ que resisten los ataques de los ‘romanos’. Los galos son el público y las bandas rockeras, fieles a sus criterios y por encima de las grandes producciones del mainstream.

¿Hay planes y fechas para otro ataque de eso ‘galos’ que mencionas? ¿Tendremos un segundo disco como ‘Luis Cruz y La Furgoband’?

-Espero que el próximo disco esté listo para la primavera de 2019. Lo llevo muy adelantado. Y es que cuando la maquinaria se pone a funcionar, las ideas salen solas. Sólo me tengo que poner delante del ordenador y algo sale, seguro. Como dice José Luis Jiménez, cantante y bajista de Topo, ‘las musas te pillan siempre currando’, je, je

-¡Buenas noticias! Lo esperamos con ganas.

Nos decías sobre ‘Rocker’ que había influencias de Blues, Rock n’ Roll, Rock Urbano, música Celta, Heavy Metal… y que en el segundo redondo que hicieses no descartabas sumar más influencias. ¿Nos puedes adelantar si es así? ¿Qué hay preparado para sorprendernos?

-Efectivamente, en el segundo disco, además de las influencias anteriormente descritas, algunos de los solos tienen una clara influencia de la música Clásica ya que llevo unos años empapándome de Vivaldi, Beethoven, Falla, Holst, Rossini, etc., etc. Gracias a que estoy inmerso en un proyecto, con mi amigo Pablo Salinas, llamado Sinfonity -que es una orquesta sinfónica de guitarras eléctricas del mundo-, es inevitable que algunos solos de los que hago lleven la influencia de estos grandes de la música. También nos hemos atrevido con sonidos del nuevo Rock en las guitarras rítmicas de algunos temas, con guitarras algo más agresivas, del tipo de las que hay en el último disco de Glenn Hughes, por explicarlo de alguna manera; y también hay algunas rítmicas ‘muy Jimy Hendrix’. Eso sí, sin olvidarnos del toque chulesco y macarrónico de “Rocker”. Es divertidísimo jugar con todos los estilos y comprobar que cuando cantas los temas todo adquiere un hilo conductor. Creo que durante mucho tiempo las bandas nos hemos comido el coco tontamente intentando no salirnos de lo que creemos que la gente espera de nosotros, y así el único efecto que conseguimos es no sorprender a nadie. Es necesario que las bandas volvamos a arriesgarnos a probar cosas y a exponernos a que alguien diga: ‘¿Este de qué va?’ El Rock siempre fue contestatario, pero desde hace años parece que vamos con un corsé. Intento evitar esto.

También señalabas que las críticas hacia ‘Rocker’ estaban siendo muy buenas, así como la acogida por parte del público. Con más tiempo de por medio, ¿te reafirmas?

-Pues sí. La gente me pregunta que para cuándo el siguiente disco y me expresa su buen rollo con el anterior. Me llegó un chaval de unos 20 años y me dijo: ‘Tienes que grabar otro disco para poder cambiar el que llevo en el coche, que no paro de escucharlo’. (Risas).

¿Te ha dejado la agenda de Topo hacer muchos conciertos como ‘Luis Cruz y La Furgoband’?

-Hemos hecho muy pocas actuaciones con La Furgoband ya que hemos estado de gira española y europea con Sinfonity… más los bolos de Topo. Sabemos que La Furgoband es un proyecto de carrera de fondo y vamos dando pequeños, pero seguros, pasos. De hecho, los ensayos de la banda están siendo espectaculares.

Bueno, y de esos pocos ¿qué experiencias positivas y diferentes has vivido?

-Las actuaciones que hemos hecho han sido muy sorprendentes en el sentido de que la gente cantaba las canciones a pesar de que el disco no ha tenido apenas ‘promo’. La gente sale emocionada de los conciertos y eso para mí es misión cumplida.

El próximo 15 de septiembre os presentáis en el festival ‘Tajuña Rock’. ¿Qué se va a encontrar el público, cómo lo animas a que llegue a las 21 h. para disfrutar de vuestro show?

Animo a que la gente esté allí a las 21 horas, porque nosotros tocamos en ese momento y ofrecemos un espectáculo digno de las mejores bandas del país con una gran puesta en escena. Por cierto, esta actuación, para mí, es muy emocionante porque precisamente mi primer concierto con Topo fue en Morata de Tajuña. Desde entonces he tocado ahí cinco veces con diferentes formaciones y siempre ha supuesto el principio de una nueva etapa. Así que saldremos con toda la fuerza y energía para dar lo mejor de la banda y no defraudar a nadie. ¡Os esperamos a todos con muchas ganas!

¿Con qué músicos te presentas actualmente en directo?

-La banda está compuesta por Sergio Cisneros ‘Kiski’ -que fue teclista de Mágo de Oz, entre otros-, Fernando Ponce De León -flautista de La Banda Wendal, Mägo de Oz, etc.-, Jesús Almodóvar -batería de Topo-, Francis García -bajista de ‘We Will Rock You’-, Luis Rodrigo -guitarrista rítmico y productor del disco “Rocker”- y yo mismo, guitarrista y cantante.

¿Hay otras fechas previstas antes o después del Tajuña Rock?

-Estamos preparando una gran actuación en Madrid con La Furgoband en octubre pero falta ultimar algunas cosas, como que no tenemos muy claro en qué sala hacerla. Pero queremos ir a una sala que tenga un aforo de cuatrocientas personas como mínimo.

Ya nos has contado sobre la agitada actividad de la banda sinfónica en la que también tocas, Sinfonity. ¿Qué novedades hay en la vida de Topo?

-En cuanto a Topo, ha salido un vinilo llamado “Milenio” que contiene temas clásicos de la banda y dos temas nuevos ‘muy Topo’. Tenemos varias fechas en septiembre: Arganda del Rey, Alcorcón, Móstoles, Azuqueca de Henares y Cáceres. Es un grupo que funciona solo por la cantidad de temas clásicos que tiene y por el público, que no deja de demandar a Topo. Con Sinfonity, además, tenemos previsto continuar con la gira europea; vamos en febrero a Munich y se habla de dar el salto al ‘charco’ y tocar en Colombia. A ver si vamos a México y nos vienes a ver.

-¡Dalo por hecho! ¡Y para compartir unos tequilas!

Nos reímos mucho con la anécdota que nos contaste en una entrevista anterior de cuando tuviste que saltar por un balcón (sábanas incluidas, como en las películas) para llegar a tiempo a un concierto en Barcelona. Tu larga trayectoria musical seguro que ha dado para muchas más. ¿Nos cuentas otra?

-En cuanto a anécdotas, la verdad es que la mayoría son bastante inconfesables…

-¡Todos los músicos decís lo mismo!, ja, ja… Venga, anímate…

-Es que no quisiera escandalizar a mis alumnos, ya que antes el Rock’n’Roll era brutal, ja, ja… Por contarte una para todos los públicos, corrían los años noventa y la fiesta era nuestra forma de vida, así que después de una noche de juerga, al llegar al sitio de la actuación, me di cuenta de que me había dejado la guitarra en el garito de la noche anterior. ¡Me quería morir! Por suerte, entre el público apareció el dueño del garito del concierto previo con mi guitarra. Me faltó llorar cuando lo vi llegar. ¡Pero cuál sería mi sorpresa cuando abro la funda y veo que no es mi guitarra!, ¡era una mierda de guitarra de marca desconocida y además le faltaban dos cuerdas! Vamos, un desastre. Parece ser que el dueño tenía una funda igual que la mía en el garito y las confundió. Pero la actuación tenía que comenzar y no daba tiempo de ir de nuevo a su local. Así que no tuve más remedio que tocar con aquel zarrio de guitarra porque, para más inri, tocábamos solos, no había otro grupo que me prestase la suya. Me hice la mayoría de la actuación con cuatro cuerdas, ja, ja… hasta que alguien de la organización trajo otra y me dijo: ‘Tío, tienes una flor en el culo’. Aquel día empecé a darme cuenta de que tenía que cambiar y me puse las pilas. Ahora sé dónde tengo la cabeza… ¡y las guitarras! (Carcajadas).

Luis Cruz, tan gran músico como buena y simpática persona -y esta vez la afirmación no es cliché-, se despide por esta ocasión con:

-Bueno, colegas, agradeceros vuestro apoyo incondicional y sabéis que me tenéis para lo que queráis. ¡Rock’n’Roll y abrazos mil!