Van Halien es el guitarrista extraterrestre del grupo Alien Rockin’ Explosion, cuyos componentes bajaron a la Tierra para descubrir qué era la música. Van se emocionó tanto con lo que descubrió en nuestro planeta, que decidió quedarse y formar esta banda de Rock, que suena genial e invito a que conozcáis. Aparte de su grupo, el músico está involucrado en interesantes proyectos desde que ha aterrizado en la Tierra.

Actualmente está inmerso en su segundo disco con la banda, además de tener un proyecto de versiones en acústico de los grandes clásicos del Rock llamado Alien Rockin’ Show y una banda tributo a Black Sabbath. Con su grupo original, el guitarrista va a actuar por tercer año consecutivo en el festival más importante de la música Metal: el Wacken Open Air.

 

Haznos un resumen de tu carrera musical.

Hemos estado escondidos mucho tiempo, sin revelar que éramos alienígenas. Tocando de mercenarios, fuera de los focos, aprendiendo mucho de diversos estilos: desde Jazz hasta Funk, pasando por música celta y por supuesto Rock y Heavy Metal. Así ha sido hasta llegar a Alien Rockin’ Explosion, que es nuestra banda actual. En ella desvelamos cuál es nuestro auténtico origen y mezclamos cómics, ciencia ficción y música Rock.

Se trata de un proyecto multidisciplinar y transmedia, del que durante tres años hemos publicado historietas en la revista La Heavy, antigua Heavy Rock. Tenemos un cómic de 80 páginas que cuenta toda nuestra historia, editado por Apache Libros. También lanzamos vídeos en los que contamos nuestras peripecias en la Tierra y somos muy activos en redes sociales.

 

¿A qué edad comenzaste a tocar?

Los Incognitianos medimos las edades de manera distinta a vosotros. Los terrícolas contáis las vueltas que da la Tierra alrededor de vuestra estrella. Es un poco raro pero… digamos que hace muchos años. Muchas vueltas al sol.

Foto: Tonymadrid.

 

¿Cuando empezaste, cuánto tiempo dedicabas a la música?

Empecé dedicándole tres o cuatro horas al día y después pasé a estudiar entre seis y ocho horas diarias.

 

¿Y ahora?

Lo que me permiten mis otras obligaciones en este planeta. Con suerte, unas dos diarias. Llevar un proyecto como A.R.E adelante consume mucho tiempo y mucha energía.

 

¿Qué grupo te despertó las ganas de tocar?

AC/DC.

 

¿En qué guitarrista o guitarristas te inspiras a la hora de tocar?

Bueno… creo que hay muchísimos músicos excepcionales. Es una cosa magnífica que tiene este planeta, que hay artistazos por todos lados, no solamente guitarristas. También me inspiro en baterías, bajistas o cantantes. Todo el mundo que hace música me llega al corazón y me hace aprender.

Pero si me pides guitarristas que me gustan especialmente, hay dos: Paul Gilbert -de Mr. Big- y Wolf Hofmann, de Accept… Son terrícolas capaces de hacer Heavy Metal cañero, pero muy bien tocado. Son muy técnicos, pero para ellos lo más importante es la expresividad, lo que comunican con ello. Y además son gente que cuando están tocando siempre tienen una sonrisa en la boca.

A la hora de componer, ¿en qué te inspiras?

En todo. En la vida, en el mundo… Si estoy feliz, compongo música feliz; si estoy triste, compongo música más mustia. Me puede activar la maquinaria cualquier cosa, desde un ruido que he oído en el tren hasta una cosa que me ha pasado o he leído. Todo. La vida es lo que me inspira.

 

Cuando compones, ¿tienes claro desde el primer momento el sonido que quieres conseguir?

A nivel de guitarra, sí. A ver… yo es que compongo todo: baterías, bajo, guitarras, voces. Es todo un conjunto. Entonces, cuando empiezo, todo está en mi cabeza y empieza a funcionar como en conjunto, no hago solamente un riff y ya está. Generalmente lo tienes claro, porque sabes la intención que quieres darle y qué va a transmitir esa canción. Cuando nace, ya sabes qué va a inspirar, si es una canción de protesta o sobre un tema profundo. Y el sonido va acorde, claro.

 

Ya que tú compones todo, ¿cuál es entonces el primer instrumento que te viene a la mente?

Depende… Hombre, yo soy guitarrista y la guitarra suele estar ahí la primera. Pero creo que una canción no está realmente compuesta hasta que no tengo la melodía de voz humana. Hay otras veces que es un ritmo de batería lo que hace que la canción nazca. Se me viene un ritmo a la cabeza y a partir de ahí añado todas las piezas. Pero generalmente guitarra o voz suelen ser las principales.

 

Y si no tienes claro qué es lo que quieres conseguir al final…, ¿con qué experimentas?

Prueba y error, claro. Generalmente, bueno…, yo soy muy simple. Soy de conectar la guitarra a mi amplificador de válvulas y el sonido sale de los dedos. La forma de tocar es la que hace que una canción suene de una manera o de otra, más que incorporar efectos o pedales. Sí que puede ocurrir que un efecto en concreto sea el que te transmita una idea para una canción.

Por ejemplo, empiezas a investigar con un flanger, te sale un riff, te transmite una idea como espacial y así es como al final surge una canción desde ahí. Pero normalmente la única diferencia entre una canción y otra suele ser qué tipo de acordes vas a hacer, si quieres ir a zonas más agudas o más graves, más que ver si voy a meter otro tipo de efecto u otro tipo de amplificador.

Por lo que yo he visto, he notado que tú eres más de buscar efectos con las manos que con los pedales…
Sí, normalmente sí. Intento transmitir más con la forma en la que toco que con el material que utilizo.

Lo que mucha gente no sabe es que la utilización de la mano derecha en una guitarra es esencial.

Sí. De hecho, yo utilizo un símil con eso. Para mí la mano derecha de un guitarrista es como el aire para una trompeta. Tienes que soplar correctamente una trompeta para poder sacar las distintas notas. Pues en este caso es lo mismo. Tienes que controlar muy bien la dinámica de la mano derecha, tu ritmo, tu pulsación… para poder hacer que una misma guitarra suene de una manera u otra. No suena igual si tocas cerca del puente que si tocas más cerca del mástil, la inclinación de la púa, la fuerza del ataque…

 

¿Qué calibre de cuerda y qué afinación utilizas?

Depende… cambio mucho y eso también me hace cambiar mucho los esquemas mentales. En los temas propios de Alien Rockin’ Explosion vamos en eléctrico con 11-50 en Drop C. Es decir, estamos afinados en RE con la sexta en DO, bajamos todas las cuerdas un tono y la sexta bajada dos tonos, para así conseguir un sonido más moderno, más pesado. En acústico siempre en afinación estándar. Tengo una banda de tributo a Black Sabbath y ahí toco en afinación estándar, aunque me gusta mucho jugar con el Drop. La sexta la bajo un tono en función de las necesidades.

 

Tienes una guitarra muy singular. Descríbemela y cuéntanos por qué la has configurado así.

Llevo varios años tocando con una marca americana que se llama Traveler Guitar («La guitarra viajera»). Porque nosotros somos viajeros, hemos venido desde el espacio exterior. Yo tengo un problema de hombro y al ser ligera me permite poder tocar más sin dañarme. He usado guitarras muy pesadas, de mucho cuerpo, mucho sustain. Pero llega un momento en el que mi físico no aguanta, porque los cuerpos humanos son imperfectos.

Por eso cambié a Traveler, que es muy ligera. Además, tiene el tamaño legal para poder llevarla en cabina de avión con cualquier compañía y en cualquier país. Por lo tanto, puedo viajar de gira por donde quiera sin ningún problema. Además, es desmontable y le puedo incorporar distintas piezas. Estoy encantado con ellas. Tanto en sus versiones acústicas como eléctricas son geniales.

 

Y en sonido, ¿qué diferencias hay con otras como por ejemplo… una Ibanez?

Bueno… es que cada guitarra tiene su personalidad, claro. De hecho, tú normalmente coges una guitarra y tienes que domarla, como si fuese un caballo. Si coges una guitarra diferente a la que estás acostumbrado, debes hacerla tuya y cambiar tu forma de tocar para adaptarte a sus características.

¿Qué tiene una Traveler? Pues… el tamaño de mástil es estándar, no tienen clavijero y el cuerpo es reducido, por lo que generalmente tienes que añadirles un poco más de sustain, un poco más de cuerpo con la «ecu» y la distorsión. Pero son muy ligeras y cómodas de tocar.

Y en la versión acústica, te da muchísima libertad. Yo he tocado con Alhambras de cuerpo Jumbo, que suenan preciosas pero son más incómodas; una vez enchufadas a la PA, la Traveler le come el terreno por manejabilidad y porque no da problemas de retroalimentación.

Foto: Red-Trysha.

 

Qué prefieres: ¿amplificadores a válvulas o emuladores?

Amplificadores de válvulas. Eeeh…, yo soy un clásico. Lo que nos ha inspirado como grupo Alien Rockin’ Explosion es la música de los 70 -el Rock primigenio de esa década-, y por eso soy un clásico de guitarra y amplificador. Yo soy de válvulas, aunque no niego la utilidad de las nuevas tecnologías y probablemente probaré y experimentaré con ello.

 

Entonces, ¿tú crees que el crujido que te aporta el amplificador a válvulas lo puede conseguir un emulador?

Yo creo que sí. La tecnología puede cualquier cosa. Pero a día de hoy, creo que por ejemplo es difícil de imitar la dinámica, el rango dinámico que te da un amplificador a válvulas. No obstante, también hay que tener en cuenta que cuando tú vas con tu «ampli» a un concierto, luego hay un micrófono, una mesa de mezclas, un técnico…

Y el sonido que tú estás escuchando en tu «ampli», al final no tiene nada que ver con lo que el público está escuchando a través de la PA, o sea que no soy un radical. Yo disfruto más con las válvulas, porque juego mucho con dinámica y gestiono mejor el enlace directo de mi guitarra con mi amplificador.

¿Y qué tipo de «ampli» usas?

Un Mesa… un Mesa Boogie 5:50 Express.

 

En la pantalla, ¿qué conos utilizas?

De 12, Celestion C-90 de 12′. Lo mío es un «ampli» de 50W; es un combo y con eso tiro millas. En ocasiones uso un cabezal Orange Dual Terror y lo enchufo a lo que me pongan. Pero, si puedo elegir, me llevo mi combo 5:50.

 

Usando el combo, ¿en qué parte del cono microfoneas?

Yo para grabar uso dos micros. Utilizo directamente un Shure Sm-58 al cono. Y luego alejo medio metro un segundo micro de condensador y desde ahí intento coger distintas frecuencias.

Foto: Tonymadrid. Fuente: www.alienrockinexplosion.com (Galería)

 

Por último, ¿qué consejo darías a la gente que está empezando o se quiere poner a ello y no sabe cómo hacerlo?

Que disfrute. Que la música está hecha para disfrutar, que no se agobien. La guitarra tiene una curva de aprendizaje dura. Los primeros seis meses o el primer año es difícil, porque cuesta hacerla sonar.

Entonces, simplemente, que disfruten, que no se obsesionen con ejercicios, que toquen cosas que les hagan pasarlo bien y, en cuanto puedan, que toquen con gente. La música es interactuar, es mezclarse; por eso, en cuanto puedan que busquen gente, una banda o simplemente con los colegas en el parque o… donde sea. Y dejar que fluya la magia.

Juan Antonio Nieto del Campo