Rob Halford, cantante de Judas Priest, ha sido entrevistado en un programa de internet llamado Queer The Music. Preguntado sobre si cree que las actitudes hacia la sexualidad de la gente han cambiado en el mundo del heavy metal desde que salió del armario en 1998, ha dicho: “Sí, aunque depende de dónde estés. Estados Unidos sigue siendo increíblemente homófobo. He vivido aquí mucho tiempo y he visto pasar de todo desde los ochenta, lo que me cabrea y me entristece. Todavía, cuando salgo al escenario con Priest, hay tíos que dicen: ‘Amo a Judas Priest, pero no soy gay’. [Ríe]. Ya son menos y creo que a casi todos no les importa. Eso de poner etiquetas no debería formar parte de nada, sólo se trata de lo que haces, de tu arte, de tu oficio, de tu trabajo… Eso es lo único que importa. Así que estar en este punto de mi vida y mirar atrás, y ver por todo lo que pasé, es un puto milagro”.
Reflexionando sobre la decisión de declarar públicamente su homosexualidad, Rob ha dicho: “Yo estaba en una banda llamada 2wo (o Two), fue un proyecto muy corto en el que estábamos metidos Trent Reznor, John 5 y yo. Estaba en Nueva York haciendo promoción y en la MTV solté sin pensarlo aquello de ‘bueno, hablando como un hombre gay’ y bla, bla, bla. ¡Acababa de anunciar formalmente al mundo que soy gay! Terminé el programa, volví al hotel, me senté en la habitación y pensé: ‘¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho?’ Pero luego pensé: ‘¡Me da igual!’ Lo cierto es que fue algo que me salió muy natural porque no fue algo planeado. No me desperté esa mañana diciendo: ‘Hoy voy a salir del armario’. Fue como ahora que hablo contigo, un flujo de conciencia puro, salió en la conversación y ya está.”
Ha seguido contando Halford: “¿Internet existía en 1998? No sé, estaba en pañales, pero la noticia dio la vuelta al mundo: ‘Rob Halford sale del armario’. A los pocos días mi buzón estaba a reventar de mensajes de gente de todo el mundo diciendo: ‘No me lo creo, es algo hermoso y poderoso; gracias a lo que has hecho, yo pude decir a mis padres que soy gay’. Aquel día salió algo bueno: no sólo liberarme de mi propia cárcel autoimpuesta, sino llegar a gente que nunca conocerás en tu vida y recibir cartas tan íntimas, personales y emocionales; fue algo muy profundo. Lo gracioso es que muchos decían: ‘Bueno, ya lo sabíamos’. -‘¿Y cómo lo sabíais?’ -‘Bueno, lo sabíamos’. ¿De verdad lo sabían o lo decían por salir del paso, por darle naturalidad? Ni idea.”
Sobre sus sentimientos al regresar a Judas Priest, el cantante ha comentado: “Al volver al mundo de Judas Priest después de una década, a ese mundo ultramacho del heavy metal, como un hombre abiertamente gay… Bueno, ellos ya lo sabían (sus compañeros de grupo), pero me recibieron sin hacer mención alguna al tema. Creo que fue otra muestra de amor. Les dio igual, otra vez lo digo: lo importante es la música.”