Ayer martes 11 de septiembre tuvo lugar el estreno en Madrid del documental “Yo estuve en Las Vegas 2”, dirigido por Javier Castro. Se trata de una producción que testimonia lo ocurrido en la legendaria discoteca situada en la localidad burgalesa de Melgar de Fernamental durante buena parte de los años 80 y 90, cuando el impulso de un emprendedor local logró convertir este pueblo del interior castellano en el epicentro de la mejor música en directo a escala nacional e internacional.
El evento se celebró en una de las salas de los cines Embajadores Río. La colonia burgalesa en la capital llenó el espacio de buenos recuerdos y arropó al realizador en una más de las fechas de la gira promocional que está realizando en las últimas semanas por varias ciudades. En algunas de ellas -lógicamente las de las zonas más vinculadas a la localización geográfica de Melgar- la película se está exhibiendo en el circuito comercial al uso.
“Yo estuve…” tiene una duración cercana a las dos horas y es un proyecto muy ambicioso, cuyo recorrido logístico ha sido poco menos que una odisea desde la gestación de la idea. Visto el resultado y el despliegue de medios (drones, animación 3D, viajes a Nueva York y Londres…) se intuye perfectamente que no han debido de ser pocas las dificultades encaradas.
Sin embargo, los retrasos acumulados en su rodaje y postproducción benefician al relato de lo que se cuenta, ya que la película es un retrato en tiempo real que culmina con la destrucción del propio edificio para su reconversión en un supermercado. Incluso algunos de los protagonistas testimoniados son entrevistados poco antes de su fallecimiento, lo que aumenta la carga emotiva del guión.
El director vasco Juanma Bajo Ulloa ha colaborado con un cortometraje de ficción en torno a dos chavales menores que hacen lo indecible por asistir a uno de los dos conciertos que los Ramones ofrecieron en Las Vegas 2. El largometraje está muy centrado en loar esta singularidad, pero nosotros nos quedamos con lo más local, con ese retrato tan lúcido de la mezcla del mundo rural con la sofisticación del mundo del entretenimiento.
Leo Cebrián Sanz
