«El hombre de las sempiternas gafas negras» de las primeras fotos promocionales de Medina Azahara. Así es como recordamos a Manuel Salvador Molina o Manuel Molina a secas, bajista de los primeros Medina Azahara. «El otro Manuel Molina» -no confundir con el genio del cante flamenco de Lole y Manuel- formó parte de Retorno, una de las primeras bandas de Rock andaluz antes de que la etiqueta existiera como tal. En aquel grupo también estaba el cantante Manuel Martínez, con quien seguiría hasta la mutación de su nombre en el definitivo de Medina Azahara. Nos encontramos en 1975 y la ciudad de Córdoba bulle en torno a un nuevo sonido, que también encarnan Expresión -luego Mezquita-.

Ya en 1979, la providencial intervención del manager y activista Javier García-Pelayo logra que Medina Azahara fiche nada menos que por CBS, situación que lleva a un ligero cambio de formación, con la salida del teclista Cristóbal Rey Medina, que fue sustituido por Paco Rabadán. Junto a él estuvieron la Fender Stratocaster del guitarrista Miguel Galán y la batería de José Antonio Molina, además de los ya citados. Mucho Manuel, mucho Molina…, pero un destino de éxito inmediato con un primer y homónimo disco en el que el músico fallecido tocó también la guitarra flamenca. Un año después volvieron a entrar en el estudio junto al productor Gonzalo García-Pelayo -hermano de Javier-, para dar forma a «La Esquina del Viento». Tras el tercer y último disco de la etapa CBS, «Andalucía» (1983), Manuel fue sustituido por otro insigne del género, Randy López.

En un mensaje hecho público en su Facebook, el grupo se expresa del siguiente modo respecto al fallecimiento de su antiguo compañero:

«La última vez que lo vi fue componiendo y preparando lo que sería “En Al-Hakim”.

Un gran músico, mejor bajista y una gran persona. Su seriedad le hacía ser distante, pero en el fondo fue una persona íntegra, seguramente lo mejor de aquella formación.

Aportó una forma distinta de tocar el bajo, recuérdese ese comienzo de la canción «Andalucía», o “Me pregunto”.

Espero que la vida le fuese llena de felicidad, y que Dios lo acoja a su lado, D.E.P.

¡¡¡Un abrazo amigo!!!!»

Leo Cebrián Sanz

Fuente documental y fotográfica (archivo de Manuel Martínez): «Los Hijos del Rock. Los grupos hispanos 1975-1989», de Salvador Domínguez