Hace 20 años Los+Mejores era todavía un ‘fanzine’, no tenía formato de revista profesional. El ejemplar del verano de 1997 (número 26) salió en junio y en la portada no había un protagonista en especial; fue una especie de collage con imágenes de Dio, The Black Crowes, W.A.S.P., Motörhead y Aerosmith. Las cuatro primeras bandas habían pasado por Madrid los meses previos y ofrecíamos las críticas de sus conciertos, e incluimos también el logo de Aerosmith porque hacía poco que su importante disco ‘Nine lives’ se había publicado.


por Jon Marin


En este ejemplar publicamos las críticas de los discos de:

Septiembre – ‘Septiembre’.- Primer disco de una formación madrileña que antes había funcionado bajo los nombres de Los Ramírez y Los Pelotas. Nada que ver con la actual banda llamada igual de Cantabria. A Septiembre también le hicimos una breve entrevista en este número.

Vlad Tepes – ‘War funeral march’.- Black Metal de un grupo que no publicaba ni fotos de sus miembros. Nuestro experto en sonidos extremos (que sólo firmaba como «J.») nos contaba que llegaba desde Francia, pero la dirección de contacto la tenían en el Reino Unido.

De Pasada – ‘Yo no digo ná’.- Trabajo de esta banda madrileña de Rock Urbano que contenía once temas aunque sólo fue editado en formato casete. Vivieron por estas fechas una buena época pues telonearon a Platero y Tú un par de veces. Rober de Porretas les hizo coros en un par de temas.

Paco Ventura – ‘Aventura’.- Primer disco en solitario del guitarrista de Medina Azahara. El grupo que le ayudó a grabar el CD fue de lujo: Manuel Ibáñez (teclados), Pepe Bao (bajo) y Anye Bao (batería). Sólo había un tema cantado y lo hizo José L. Juárez, actual vocalista de Trilogy 666.

 

Easy Rider – ‘Perfecta creación’.- Después de seguirlos durante diez años, en los que publicaron varias maquetas, por fin llegaba su debut discográfico en toda regla. La constante banda madrileña entonces estaba formada por Daniel Castellanos (guitarra), los hermanos Villanueva, Javier (guitarra) y José A. (bajo), el batería Antonio M. Chaves y había fichado como cantante solista a Eugenio J. Calvo. En el disco mezclaban composiciones en inglés y en español. El que firma este artículo escribió: «No sólo estarás adquiriendo una gran obra de Rock nacional sino depositando además en la urna un ‘sí’ a la fe, a la constancia, al esfuerzo que supone creer a ciegas en un estilo que ahora muchos critican (el Grunge, el Nu Metal… estaban en pleno apogeo, no así el Heavy Rock), o sea, a la lealtad y a la honestidad.»

(Continuará)