por Jon Marin


Desde muy lejos y un poco tarde me entero de una mala noticia: Carlos Almendro, líder del grupo Zinkin Prim y dueño de los locales de ensayo Local Rock Sur (Alcorcón, Madrid) falleció la semana pasada a causa de un infarto.

Carlos ‘Zinkin’, un buen amigo desde que lanzó el primer disco de su grupo (titulado ‘Mabel’, 2006), me sorprendió por su inquietud y afán de hacer grande a su banda cuanto antes. Tenía un alto cargo en una sucursal bancaria y dejó ese «trabajo serio» para dedicarse en cuerpo y alma a Zinkin Prim, tocar mucho y con los mejores, mientras preparaba a la par su complejo de locales de ensayo para estar las veinticuatro horas del día dedicado sólo a lo que más amaba: la música.

Cuando grababa su segundo disco, ‘Mundo cucaracha’, tuvo el detalle de invitarme al estudio y, con Fernando Montesinos a los mandos, se empeñó en que servidor (periodista, no músico) grabara unos coros para el tema ‘La culpa fue de Adán’. Pasamos una gran tarde… y es que todos son buenos recuerdos en tantos momentos que compartí con el señor Almendro, como aquella noche que se convirtió en «eterna» en uno de los cumpleaños que celebró en Local Rock Sur. Merecía seguir celebrando muchos más, pero así de puta es la vida.

El grupo se llevó nuestro galardón anual (premios «Excalibur/ Los+Mejores») como «mejor grupo revelación» cuando lanzó el primer disco y el de «mejor canción» con ‘Peso en la cabeza’, incluida en su segunda obra.

El tercer lanzamiento de Zinkin Prim fue ‘Crítica y lírica’ (2009) y la cabezonería de Carlos consiguió que le dedicásemos un par de portadas en la revista y que la banda formase parte del cartel del festival Carabaña Rock. Luego llegaron ‘Quiero tenerte’ (2011) y hace unos meses ‘Zinko’.

Carlos Almendro, además de ser un músico completo (guitarrista, bajista, cantante), tenía la virtud de escribir bien, ya fueran las letras del grupo, poemas o artículos de diversa índole; en cierta ocasión publicamos en nuestra web alguno de su autoría. Carlos tenía una risa contagiosa y siempre me pareció una persona sincera, virtud que en la relación músico-periodista no suele ser muy común. Otra de las cosas que nos unía era el gusto por el Rock Andaluz, así que el vídeo con la versión de Triana es de ley.

Descansa en paz, amigo.